-De estas mamazotas no me caen todo los días tengo que llevármela allá atrás y meterle la verga, a esta chamaca que esta que se cae de buenota, pensaba el viejo .


 


Y mientras la chica se volteo para tomar su bolso y retirarse, el viejo movió su seboso cuerpo cerrándole el paso a la chica y diciéndole.


 


–-Por que te vas ricura si la noche es joven y podemos pasarla bien divirtiéndonos, conozco un lugar donde se ve una vista espectacular de la ciudad halla detrás de los campers si quieres vamos y lo compruebas por ti misma mi reina.


 


Ante las mirada morbosa de don Pedro que no apartaba la vista de las redondeces de ese manoseable cuerpo que a estas alturas sentía como lo enardecía de deseo solo que se contenía por que quería ir a la segura , llevar a la chamaca a un paraje mas alejado y solitario y hacer de las suyas.


 


La veía esperando ansioso su respuesta y como también la brisa nocturna le revolvía el cabello haciéndola ver más sensual.


 


La nena se quedo unos segundos callada con la vista hacia el suelo meditando su situación, ahí estaban esos viejos con no sabia que negras intenciones con ella, queriéndola llevar hasta atrás de los campers un lugar muy alejado y apartado, pero también se dio cuenta que su situación no era muy segura que digamos.


 


Estaba en un lugar que aun que tenia a la vista la zona del toro mecánico que era lo ultimo de la feria, esos viejos si querían se la podrían llevar arrastras hacia lo profundo del terreno a una zona mas oscura y sin nadie que pudiera ayudarla.


 


Aquí por lo menos puedo salir corriendo hacia el toro mecánico y pedir ayuda si intentan hacerme algo pensaba , y es que también se sentía intimidada por ese viejo y tenia mucho miedo contrariarlo y a saber como reaccionaria .


 


En eso se oyó por la radio del viejo.


 


–- …… … reportarse cambio.


 


–-Aquí base cambio.


 


–-Necesitamos uno de tus muchachos que vaya a reportarse con el contador Eduardo Medina en la gerencia.


 


–-Ok ahorita lo mando cambio y fuera.


 


El viejo dirigiéndose a sus subalternos dijo con voz autoritaria que intimido todavía más a la nena.


 


–-A ver tú, pinché concho.


 


–-Si señor dígame.


 


–-Vete para la gerencia, ya oíste y cuidadito con hacer una pendejada por que ya sabes cómo me las gasto.


 


Ella veía toda la escena y pensaba.


 


–-Este viejo se ve que es de los que no les puede uno decir que no, están acostumbrados a mandar y ser obedecidos-- y le entró mucho temor y más cuando el viejo se volvió hacia ella esperando su respuesta.


 


–-¿Entonces qué mi reina? ¿vamos allá donde te dije? vas a ver que bonita se ve la ciudad.


 


Ella notaba claramente cómo el viejo hacía esfuerzos para mantener la compostura, la desnudaba con la mirada y sentía como si la toqueteara con los ojos el degenerado.


 


–-Eeesteeee no lo creo seeññorr, mi amiiigaa vendráá pronto poor mi y sii no me encuentra me buscaráá con la policía.


 


Toda nerviosa le dijo y esperando una reacción violenta del viejo, pero no, para su buena suerte no pasó nada, el viejo le dijo.


 


–-Ok reina si no quieres no, pero por lo menos brinda con nosotros y te vas, ¡no nos vas a despreciar!-- extendiéndole el viejo una lata de cerveza.


 


Ella se sentía angustiada por que ella no tomaba bebidas embriagantes y era la segunda vez que iba a dar la contra al intimidante viejo.


 


–-Hay don Pedro, qué pena con usted… pero… yo no bebo.


 


Y por segunda vez rogó al cielo que ese viejo no reaccionara violentamente, estaba muy tensa esperando la respuesta del horrible viejo.


 


–-Sólo una y te puedes ir- insistió el viejo volviéndole a extender la lata de cerveza ya destapada que echaba espuma por la boquilla.


 


Ella se sentía muy intimidada y de haber estado en sus manos hubiera accedido a lo que le pedían, pero el tomar licor o cerveza era algo mas allá de sus fuerzas, definitivamente era algo que no aceptaría nunca por voluntad propia.


 


Y toda nerviosa le contestó al viejo.


 


–-Si yo tomara esas bebidas don Pedro no me negaría a la que me ofrece usted, pero no puedo, de verdad gracias.


 


–-Ok dijo el viejo no hay problema, ya vi que no quieres, no insistiré mas mi reina.


 


Y agarrando la cerveza se la empino dándole un gran sorbo quedándole la barba y el bigote puercamente chorreándole del espumoso liquido.


 


La ingenua nena, creyendo que ya había pasado el peligro, pensaba retirarse de ahí, sentía la abrumadora necesidad de irse, diciéndole al viejo con muy Yamile Riverosdente temor.


 


 


 


–-Bueno don Pedro ahora si me retiro, muchas gracias por todo.


 


–-Pero por que insistes en irte mamacita no puedes ser tan descortés, nos hemos portado bien contigo, le decía el viejo con la cara muy seria y en un tono intimidatorio como regañando a la escultural jovencita.


 


–-No de verdad, ya son las 9:10 y me tengo que ir, suplicaba la rica chamaca.


 


El degenerado viejo le clavaba la mirada morbosamente al generoso escote que dejaba a la vista más de dos terceras partes de esos redondos senos y cómo se marcaban perfectamente en la delgada tela sus dos pezones erizados, por los nervios de la situación en la que estaba y también por que había empezado a descender la temperatura ambiental abruptamente, afectando a la nena por ir muy destapada.


 


El degenerado sentía un enorme deseo que apenas y podía contener, de saborear esas exuberantes carnes de la adolescente, de mamarle esos turgentes senos sin años encima, de besar esos gruesos y deliciosos labios, de acariciar esos muslos y el perfecto y redondo trasero de la jovencita.


 


Ella sintió como si el viejo le estuviera haciendo una radiografía, como si ese cerdo se la estuviera imaginando ya desnuda, eso hizo que sintiera en la cara un calorcillo de vergüenza y tuvo que bajar la mirada avergonzada.


 


La chica no se equivocaba en su percepción pues eso era precisamente lo que pasaba por la mente de don Pedro, eso y otros pensamientos de índole más sádica.


 


El viejo, viéndole descaradamente y morbosamente los redondos senos, le dijo autoritariamente


 


–-De ninguna manera mamacita, nos tienes que acompañar hasta que se acabe la cerveza.


 


Ella, resignada, aceptó y pensaba nada mas que acaben estos viejos la cerveza me voy de este solitario y horrible lugar, la culpa la tengo yo, quién me manda a meterme aquí, si Claudia me dijo que la esperara allá en el toro.


 


Muy inquieta jugaba con su celular mientras los vejetes tomaban como sedientos, en eso le llego un mensaje de Clau que le decía que todavía la esperara otros 15 minutos por que se habían quedado sin agua los baños y estaba por llegar una pipa, según les habían dicho, para echarle a los baños.


 


Guardando su móvil en su bolsa contaba desesperada cuántas latas faltaban para que se acabaran e irse de ahí donde la retenían.


 


Al fondo oía como el animador del toro mecánico invitaba a las parejas a pasar al centro a bailar mientras le daban mantenimiento a la bestia mecánica.


 


Y volviendo la vista a la pista veía con alegría como las parejas bailaban animadamente, olvidándose por un momento de su precaria situación, volteándose y dándoles la espalda a los viejos, quienes se regodeaban con las redondas y duras nalgotas y cómo se marcaba por sobre la delgada tela de la mini blanca el sensual y muy femenino bikini negro de encajes entallado que se amoldaba perfectamente en esas protuberantes y portentosas nalgas, con extraordinaria claridad se le traslucía todo, su bien formado trasero era una verdadera invitación al pecado, los viejos miraban con insistente procacidad sus enormes y deliciosas nalgas.


 


La gente, al fondo, bailaba alegremente a ritmo de música duranguense, muy animadamente y que contagiaba, a la nena le dieron muchas ganas de estar allá, más cerca de donde se sentía el ambiente muy padre.


 


Pero sólo fueron 2 ó 3 canciones que se oyeron porque en eso el animador interrumpió la bailadera diciendo.


 


–-Bueno amigos pues en este momento mientras arreglan el toro, unas chicas me han reclamado que no hemos puesto, desde que abrimos, música romántica ya que ellas quieren bailar con sus novios y como el cliente manda, ¡a bailar se ha dicho! ¡échale mi dj!.


 


Y al ritmo del tema de titanic la pista las parejas de enamorados abrazados románticamente bailaban.


 


La chiquilla dio un gran suspiro y se acordó de su novio, anhelando en ese momento su presencia, cerrando sus ojos se imaginaba con él bailando románticamente esas baladas.


 


En eso oyó la aguardentosa voz del viejo diciéndole.


 


–-Mamita ven para acá, ¿por qué no bailamos?- le propuso tendenciosamente don Pedro con cara de emoción.


 


La nena sintió que el estomago le daba un vuelco del asco, de que ese viejo arrugado, feo, lleno de carnes flácidas y mal oliente quisiera bailar con ella y precisamente cuando las melodías eran baladas y tener que soportar su asquerosa cercanía, su mente y su cuerpo se negaban rotundamente acercarse a ese hombre en esas condiciones.


 


–-Yooo yooo don Pedro no noo puueedoo –toda nerviosa le contestó Yamile Riveros.


 


El viejo dándole una bocanada al cigarro que fumaba insistió.


 


–-¿Que pasó mi reina? si es sólo un baile, nada más- y presionándola le dijo tajantemente – mira muñequita he sido tolerante contigo pero mi paciencia tiene límites y no querrás conocerme encabronado.


 


Ella se acordó de que era la tercera vez que lo contradecía y al ver esa horrible cara con ese gesto duro y osco le infundió temor, no queriendo saber como reaccionaria si lo contradecía por tercera vez.


 


Y terminó aceptando la invitación, rogándole al cielo que pasara rápido el tiempo, pues ya quería salir de ahí.


 


–-Estaa biiieeen don Pedro bailaré con uusteed - dijo la nena toda tensa con la cara agachada y quedándose ahí parada esperando que el viejo tomara la iniciativa.


 


El rostro del horrible viejo no disimulaba el torbellino de pecaminosos deseos que le bullían en la mente –-je je je je vas a ver palomita qué rico lo pasaremos.


 


El viejo era de estatura media y Yamile Riveros al ser una chavita de una buena estatura, con 1.60 más el tacón de sus botas, rebasaba los 1.65, para el viejo era excelente porque él andaba por los 1.70, casi a su altura le quedaba la jovencita.


 


El viejo, no pudiendo esperar más para sentir ese cuerpo de infarto, tomó las manos de la nena y las pasó sobre sus hombros mientras que él dirigió sus manos a la desnuda, al aire y sexy cintura de la colegiala; al poner las sucias y rasposas palmas de las manos sobre la suave piel de la chica sintió lo pequeña y perfecta que tenia esa parte de su anatomía, el tacto de sus manos directamente con su tersa y desnuda piel de la jovencita hizo estragos en el degenerado, calentándolo aún más, pudo comprobar la suavidad y tersidad de su juvenil piel propia sólo de una jovencita.


 


La atrajo contra su cuerpo toscamente, pegándola a él, la nena era un manojo de nervios, la deliciosa proximidad de la niña produjo en él un efecto inmediato y su verga empezó a levantarse.


 


Ella, con asco, comenzó a sentir en su entrepierna ese miembro duro y caliente y así pegados como si fueran dos enamorados comenzaron a danzar suavemente al ritmo de las lentas baladas que se tocaban desde la zona del toro mecánico.


 


El viejo, sin dejar de verle descaradamente los redondos senos por tenerlos tan cerca, le pregunto.


 


–-¿y cuántos años tienes? mamacita.


 


–-18 señor, le respondió con una voz temblorosa, ésto por que el viejo sin ningún disimulo le repellaba en su entrepierna su empalmada verga.


 


La bella adolescente se sentía muy incomoda por las descaradas repelladas del vejete a su entrepierna con esa empalmada verga, no sabía que hacer ni cómo actuar ante semejante situación bochornosa, con una creciente timidez intentaba fingir que no se daba cuenta de la acción abusiva del vejete.


 


–-Pues si eres una jovencita muy hermosa y con un cuerpo muy sexy mamacita.


 


–-Graaaciiaass seeñoor—contestó Yamile Riveros toda nerviosa por el vulgar piropo, y sin poderle sostener la lujuriosa mirada bajaba sus ojos toda intimidada.


 


El viejo la observaba con lujuria contenida por las agradables sensaciones que sentía al tener ese juvenil y voluptuoso cuerpo de la curvilínea jovencita; estaba extasiado y no era para menos, ella veía con asco como le sonreía el asqueroso con satisfacción de tenerla en sus brazos.


 


–-¿Sabes? me pareces una chica muy atractiva, estás buenísima, le dijo el viejo lujurioso.


 


 


 


–-Gra….gracias don Pedro, agradeciéndole al vejete el vulgar cumplido, sin atreverse a alzar la vista para verle a los ojos al viejo.


 


Por momentos el viejo la apretujaba más contra él queriendo que esas embriagadores sensaciones que lo desquiciaban no terminaran, su voz se hizo temblorosa y ronca, era Yamile Riverosdente que apenas podía contener su emoción.


 


–-Qué rica estás mamacita, eres un forrazo como esas que salen en la tele- le decía, a la par que le daba una asquerosa lamida a la mejilla de la chiquilla.


 


La chica respondió a esto con una mueca de repugnancia a la ves que suplicaba.


 


–-Por favor… Don Pedro, me ahoga, por favor… no me apriete tanto- pero el viejo lejos de hacer caso, la apretaba mas contra él mientras le acariciaba con esas manos peladas el breve talle de la nena, el viejo a pesar de la abrumadora calentura que sentía, tomaba las cosas con calma, disfrutando cada segundo de ese delicioso momento y siguió con sus caricias en la cintura y la espalda desnuda, haciendo que a la chica le dieran cosquillitas en su sensible piel.


Suplicaba la mamasota, sabiendo que esas sensaciones que la empezaban a abrumar no llevaban a nada bueno; ahorita que todavía no estaba entregada a esos placeres, se conocía muy bien y sabia adonde la llevaría todo eso si despertaba su ardiente temperamento, le horrorizaba visualizarse en una cama cogiendo con ese asqueroso viejo y sus compinches.


Yamile Riveros 9


 


Mientras tanto  la claudia ya aburrida de estar haciendo fila en los atestados baños veía por fin que ya estaba próxima a entrar a estos para calmar su atestada vejiga que  le protestaba con dolores el por que no vaciaba su contenido.


 


–- Uffffff por fin ya no aguanto las ganas de orinar, pensaba en sus adentros sin imaginarse por la situación que pasaba en esos momentos su amiga Yamile Riveros.


 


Mientras tanto allá en un lugar alejado y casi en penumbras de la feria solo alumbrado por la luna llena que majestuosa se asomaba esa estrellada noche, nuestra hermosa protagonista vivía  una situación  angustiante al tener que estar soportando al degenerado viejo de don pedro quien estaba fascinado y casi babeaba  por las tremendas redondeces de la  escultural jovencita y por ese aire de ingenuidad e inocencia que se desprendía de ella.


 


La tenia bien agarrada por ese fino y firme talle que estaba al aire, donde se apreciaba su vientre plano sin un gramo de grasa y coronado por su sexy ombligo que atrapaba hipnóticamente la atención.


 


El sátiro se la comía con los ojos mientras su mente maquinaba ideas perversas para con la hermosa nena


 


–-Yo…yo…. ten... tengo que irme, por favor, suélteme-- suplicaba la mamasota con esa deliciosa voz melosa e inocente


 


–-No…cosita rica, hasta que acabe la tanda mi reina.


 


El degenerado viejo aprovechando la pasividad de la encamable jovencita la apretaba contra el haciéndola sentir su dura erección en su entre pierna de la mamasota.


 


Para acabarla de fastidiar, la tanda una tras otra de las románticas baladas parecía no tener fin, ante la desesperación de Yamile Riveros y deleite del viejo y de sus compinches que se agarraban la verga, sobándosela sobre su overol, al ver como su jefe se volvía cada ves más atrYamile Riverosdo con la deliciosa chamaca con la que bailaba.


 


Luego le dijo el viejo sin despegar la mirada de los mamables senos de la jovencita con total morbosidad


 


–-¡Qué hembra tan infernal eres mamacita! desde que llegaste te hemos estado siguiendo, no pienso en otra cosa que en meter mi verga en ese divino culo- todo esto sin dejar de apretarla contra él, sintiendo ella la empalmada verga.


 


El viejo estaba embelesado ante las dos tremendas tetas de la jovencita que, al tenerlas tan cerca, se quedaba endiosado con esos erguidos y rotundos senos que prometían un sin fin de placer y gozo para quien los tuviera.


 


Sólo escuchar las palabras del viejo descarándose ya en sus sucias intenciones con ese vulgar lenguaje, el cuerpo de la chica se tensó y notaba cómo una sensación de miedo, casi de terror, crecía dentro de ella incontroladamente.


 


–-Por favor… don Pedro,  no me falte al respeto, yo no le he dado motivos para que me diga esas vulgaridades-- dijo la curvilínea jovencita con voz tenue y tensa a la vez.


 


El viejo  se aventó  una terrorífica carcajada al escucharla, el escalofrío fue total, el miedo era insoportable, sus comentarios morbosos le asustaban más a cada segundo que pasaba, no sabia que hacer, ese viejo la tenía bien agarrada sin soltarla ni un segundo, no tenia muchas opciones.


 


 


 


Dueño de la situación el asqueroso viejo le dijo.


 


–- ¡Pero si tú mamasota nos diste entrada para que te faltemos al respeto, zorra caliente vergas!


 


Ella desconcertada por la aseveración del viejo y cada vez más asustada por la caliente situación le contestó


 


–-No… no… sé a qué se refiere señor-, dijo con voz muy quedita.


 


–-¿Ah no?... putita  rica  ¿no lo sabes? y cuando tu y la zorra de tu amiga se pararon a medio puente enseñándonos todo, sin dejar nada a la imaginación no es eso provocarnos y decirnos que quieren una buena verga de macho, me dejaste caliente desde que te vimos arriba del puente enseñándonos todo mi reina, dime no es eso provocar mamasota.


 


Yamile Riveros sintió que la cara le ardió al oír estas palabras del viejo, al mismo tiempo que el corazón le daba un vuelco, las impactantes palabras del asqueroso viejo fueron como un cubetazo de agua fría, ¿que podría argumentar en su favor? dijera lo que dijera esos horribles viejos no le creerían, el viejo tenia razón su acción en el puente  la condenaba.


 


Y no soportando ver la cara lujuriosa de triunfo del viejo al notar que no tenía argumentos de defensa, la escultural jovencita bajo la mirada agachando la cabeza, sus hermosas mejillas adquirieron un color rojo.


 


Y sintiéndose cada vez más caliente y dueño de la situación al ver su pasividad sus roñosas manos que le acariciaban la suave y tersa piel del talle hacían cada vez círculos más grandes abarcando mas de esa deliciosa y suave piel al tiempo que le preguntaba.


 


–-Que pasa zorrita ¿no me vas a contestar?


 


Ella solo con su voz muy quedita apenas y visiblemente nerviosa murmuro  –-heee eesteee yooo  yooo, sus hermosos y grandes ojos verdes parpadeaban muy rápido Yamile Riverosdenciando su tremendo miedo que sentía la nena.


 


El lujurioso viejo le levanto la voz fuertemente asustando aun mas a la jovencita


 


–-¡Queeeeee no te oigo zorra dime tengo razón o no puta calienta vergas!


 


Solo el silencio de la voluptuosa jovencita fue más que obvio que no sabía, que no tenia que contestar toda las Yamile Riverosdencias contundentes la condenaban.


 


El horrible  viejo de don Pedro  más que satisfecho con su reacción le dijo


 


–-El que calla otorga mi reina y tomándola del mentón la obligo a levantar la mirada diciéndole –“entonces vamos a disfrutar estas nalgotas y estas chichotas que ya me anda por mamarlas mamasota.


 


Al levantarle el viejo el mentón a la escultural jovencita noto en sus ojos un par de lágrimas y su carita una expresión de mucho miedo que solo excitaba más al degenerado de don Pedro.


 


La nena veía con horror que todo se le empezaba a ir de las manos, no veía como saldría de esa caliente situación, sabía por experiencia propia de otras situaciones similares por las que había pasado, que a esos degenerados ya nada los detendría hasta obtener lo que querían.


 


Estaba muy tensa y nerviosa, sentía que cada vez se hundía en un profundo agujero y nada ni nadie la podrían salvar.


 


 La deliciosa jovencita, en un último intento de recomponer todo ese mal entendido, suplicó al sátiro viejo muy angustiada.


 


–-Nooo don Pedro, lo del puente fue una equivocación, déjeme explicarle.


 


Pero el viejo al saber que tenía a su alcance ese exuberante, fresco  y juvenil cuerpo de la adolescente, ya no la oía y sucumbió a su deseo irrefrenable de poseerla, sin importar si para ello debía forzarla.


 


 


 


La chiquilla al mismo tiempo trataba de separarse de él, mas de pronto  una terrible sensación de pánico se apodero de la jovencita, cuando sintió que las manos que le estrechaban su cintura, bajaron hacia su redondo y respingado trasero y lo agarraron fuertemente; como la tela de la mini  era muy delgada, sentía claramente como hundía sus dedos en sus duras nalgas y hacía tanta presión que la vergota del viejo la sentía mas grande en su pelvis.


 


Paralizada de miedo sólo pensaba en sus adentros.


 


–Oh dios mío… me… está… tocando. ¿Qué hago?


 


El viejo acariciaba las majestuosas curvas de las nalgas con las dos manos, introdujo sus arrugada manos bajo la mini,  la piel rugosa y áspera de sus viejos dedos no recordaban haber tocado algo tan suave, tan delicado como la piel de esa criatura.


 


–-Jooooodeeeeerr pero qué clase de culo tienes mamasota, eres una diosa-- las manos del viejo no paraban de estrujarle las nalgotas a la chica, se las masajeaba con las descascaradas palmas de la manos bajo la minifalda sintiendo la deliciosa piel desnuda y suave de la nena.


 


Ella, reaccionando, le daba de golpes en el pecho al viejo tratando de que la soltara, pero para el caliente y rudo sexagenario esos golpes eran caricias y seguía con su manoseo al formidable trasero de la colegiala, la muy corta minifalda y por ser de esas de vuelo facilita en mucho el manoseo del viejo.


 


Aprovechaba para poner su mano en las tersas piernotas, acariciaba la suave y tibia piel de esos muslos hasta llegar a la redondez de sus nalgas y, sintiendo la turgencia de esas tiernas carnes tan hermosas, embriagado por el perfume que emanaba de esa criatura, se tenía que contener para Yamile Riveros una corrida.


 


–-Noooooo suuuéeelteeemeeee pooor faaaavor, no haaaaga esooo.


 


Pero el viejo estaba embrujado por ese trasero formidable, suave, duro, redondo.


 


–-Qué culote tan rico tienes mamasota, para meterte la verga una y otra vez.


 


Ella se sentía impotente e indefensa, estaba en las garras de ese viejo caliente, no podía hacer nada, él tenia mucha más fuerza que ella.


 


Ella lo miraba a los ojos suplicándole con la mirada que parara pero el viejo se seguía deleitando con esas espectaculares nalgotas; estaba fascinado con la redondez y textura de ese par de juveniles y soberbias nalgotas.


 


Entonces las arrugadas y peladas manos se comenzaron a deslizar lentamente hacia arriba llegando pronto a la desnuda y breve cintura de la nena, pero no se detuvieron ahí y siguieron su delicioso viaje por la suave piel de la chica, con las claras intenciones de llegar a las redondas tetas de la jovencita; el rostro del viejo mostraba una mueca enfermiza, sus ojos se estaban poniendo vidriosos y hasta se le caía la baba y no era para menos imagínense tener varios meses en ayuno sexual y de pronto tener en sus manos un forrazo de jovencita.


 


..."n-no... n-no… e-espere...n-no...no


 


La aterrada colegiala entonces tomó las manos del viejo por las muñecas deteniendo por un momento su caliente avance a la altura de las costillas, en una reacción natural de defensa, pero para el rudo viejo esto no era nada, considerando que tenía mucha más fuerza que ella, para él eso no era obstáculo sino todo lo contrario, eran caricias el sentir las suaves manos de la chica en sus muñecas.


 


A continuación el viejo inclinó su arrugado y barbudo rostro hacia el cuello de la joven pegando su asquerosa boca mal oliente a cerveza y cigarro en el muy sensible y esbelto cuello de la nena; dándole una succión con los labios, sacó su asquerosa lengua y la pasaba por el  muy sensible cuello de la voluptuosa jovencita, quien cerro los ojos ante las deliciosas sensaciones que la invadieron notando cómo se le erizaron todo los vellos de su cuerpo.


 


El viejo sintió claramente esta reacción en la piel de la chica porque sus manos continuaban sobre los costados de la nena y esbozó una media sonrisa siniestra, sabía que iba por buen camino con ese bombón de chamaca  y continúo con más énfasis chupeteando el sensible cuello de Yamile Riveros, llenándola de múltiples escalofríos.


 


–-Ooooh…Nooo…ooooohhhh… don Pedro,  por favor deténgase.


 


Suplicaba la mamasota, sabiendo que esas sensaciones que la empezaban a abrumar no llevaban a nada bueno; ahorita que todavía no estaba entregada a esos placeres, se conocía muy bien y sabia adonde la llevaría todo eso si despertaba su ardiente temperamento, le horrorizaba visualizarse en una cama cogiendo con ese asqueroso viejo y sus compinches.


 


–-Estás muy buena mamasota y se ve que te encanta la verga, ahorita te resistes pero al rato vas a estar gritando de placer como una zorra.


 


Y a continuación arremetió de nuevo al sensible cuello de la nena, haciéndola sentir escalofríos y sensaciones agradables, esa lengua y esa barba que le atacaban el cuello sin pausas.


 


La chica sentía cada ves más que ese viejo conseguiría sus propósitos al estar ella en desventaja, luchaba contra ese viejo que la forzaba y contra su propio cuerpo que poco a poco aceptaba las arremetidas de ese asqueroso viejo, notando que el asco y el rechazo a ese degenerado viejo disminuían y en su lugar se apoderaba de su cuerpo una agradable sensación de placer que, como una droga, luchaba por adueñarse de su voluntad.


 


Pero ella continuaba luchando a pesar de estar en desventaja, alzó sus manos y las puso en el pecho del viejo y trataba de hacer fuerzas para separarse de él, éste disfrutaba la lucha que le quería dar la nena, esto le dejó las manos libres al viejo que, sin pérdida de tiempo, la agarró del breve talle sin ninguna delicadeza y se re pegó de nuevo al voluptuoso cuerpo de la nena sintiendo ella la dura tranca del viejo en su entrepierna.


 


El viejo, sonriendo, le miraba su carita espantada y viéndole esos gruesos y carnosos labios se le despertó un gran deseo de besarlos, entonces aferrado a la cintura de la colegiala trató de alcanzar esa deliciosa boquita con su asquerosa lengua.


 


–-Nooo, déjeme...nooo-..viejo…degenerado…-- luchaba ella forcejeando y


 


 moviendo su cabeza para ambos lados, tratando de Yamile Riveros que el asqueroso viejo le robara un beso de sus frescos labios.


 


Ella, así dominada como estaba, sólo podía mover su rostro de un lado a otro tratando de Yamile Riveros tan repugnante beso.


 


–-Mamacita estás muy buena y yo muy caliente, déjame darte un beso.


 


–-Nooo…. suélteme….don Pedro….suélteme-- pero el viejo más la apretaba del talle y buscaba afanosamente robarle un beso a la sabrosa adolescente.


 


Mientras tanto el  maestro Tulio y el cojo Juan  se paseataban por los stands donde se reunían los jóvenes y se metían a ellos buscando entre la turba de jóvenes que bailaban y se embriagaban, a la escultural Yamile Riveros, saliendo este par de degenerados de uno de los últimos stands de jóvenes con cero resultado de la mamasota.


 


–- Parece que se la trago la tierra a la zorra, decía el maestro tulio


 


–-Así es maestro ni sus luces de la chamaca y mire que la hemos rastreado como perros y nada, decía el cojo Juan.


 


–- Ya vimos todo estos puteros donde llegan chamacos y no esta, vamos ahora por rumbo a los juegos damos una vuelta y de ahí nos vamos por donde esta el toro mecánico, de que tenemos que hallarla la tenemos que hallar dijo el maestro tulio y hacia allá se dirigieron.


 


 Yamile Riveros sentía una impotencia tan grande; el viejo era demasiado fuerte para ella y el hedor a cerveza que provenía de su aliento era insoportable, su lengua asquerosa, en un momento en el forcejeo, lamieron los labios de la chica, los cuales ella mantenía muy apretados para Yamile Riveros que el viejo metiera su asquerosa lengua entre ellos.


 


–-Deejeemee pooor faavooor don Pedro- y entonces sucedió lo impensable, el borracho viejo se cansó del forcejeo y la soltó un momento, tratando de agarrar aire; esto porque habían tenido mucho trabajo armando los juegos y casi no habían descansado, aparte de que habían estado tomando cerveza desde temprano sin parar ni un momento, y todo eso vino a repercutir en ese momento del forcejeo con la  encamable colegiala.


 


La nena se desconcertó al sentir que de repente el viejo la soltaba y tratando de alejarse de él fue dando pasitos hacia atrás al mismo tiempo que se bajaba y se acomodaba la mini, ya que por el manoseo del viejo se le había subido hasta la cintura, hasta que se topó con la mesa de madera donde había estado recargada cuando llegó.


 


El viejo al notar esto se acercó de nuevo a ella no queriendo que la sabrosa presa se le fuera a huir,  y puso sus dos sucias y peludas manos sobre la mesa a ambos lados de la nena, dejándola encerrada en medio de sus brazos y sin nada de espacio para maniobrar; él jadeaba tratando de agarrar aire.


 


 


 


–- uffff uffff-- respiraba todo agitado, estaba muy lejos de terminar la caliente situación, sólo era una breve pausa.


 


Los otros viejos, divertidos por todo lo que estaba pasando, decían burlonamente.


 


 –-Ja ja ja compadre, te salió respondona la palomita, jajajaja ya te cansó, si quieres te ayudamos ya estás viejo para estos trotes.


 


Herido en su orgullo les contesto el degenerado don Pedro.


 


–-Están pendejos… ahorita van a ver que puedo con esta chamaca y otras que me pongan enfrente.


 


 La nena mientras tanto al ver que el viejo la tenía aprisionada con sus dos peludos y sudados brazos a cada lado de la mesa se dio vuelta dándole la espalda para que no viera que se sentía atrapada, craso error, y se quedó quieta, petrificada, apenas y respiraba, el miedo la tenía paralizada.


 


El degenerado viejo sintió que la sangre le hervía de deseo y que nuevas fuerzas se reinyectaban en su seboso cuerpo al sentir lo cerca que estaba de la colegiala y ver las desprotegidas y tremendas nalgotas indefensas a sólo unos centímetros de él, sólo era cuestión de dar un muy cortito paso para sentir esas soberbias nalgotas en su tieso miembro, esa espectacular visión le dio renovadas fuerzas para continuar su ataque a la indefensa jovencita.


 


Podía ver el viejo cómo esas voluptuosas nalgotas temblaban por el gran miedo que la nena sentía, ella tenia ambas manos en su cara y sollozaba quedadamente, estremeciéndose toda.


 


El degenerado viejo veía con lujuria cómo la corta mini falda se levantaba por efecto del tremendo y respingado trasero de la adolescente, que muy apenas lograba cubrir, la verga la tenia como fierro por efecto de contemplar las suculentas curvas de la jovencita.


 


  


 


Y pensaba el degenerado --¿cuándo yo tendría a una mujer así de buenota?, al menos por las buenas nunca.


 


El viejo poco a poco recuperaba las fuerzas y al estar encorvado agarrado de la mesa con ambas manos, no le quitaba la vista al apetecible culazo de la nena.


 


Eso lo hizo ponerse muy enardecido al tener la visión de esas pecaminosas carnes, donde se apreciaba claramente el pequeñito y sexy bikini que luchaba estirándose al máximo y que hacia resaltar aún más las duras y redondas nalgas.


 


Don Pedro tenía la verga al rojo vivo y sentía que le latían los testículos por la excitación de tener esa maravillosa visión.


 


-¡Qué culazo puta!, ahorita vas a sentir la verga de un macho caliente- dijo el abusivo viejo con voz  carrasposa.


 


La nena seguía de espaldas, arrinconada, sollozando, entonces el viejo se comenzó a incorporar y sin despegar la vista del tremendo culazo que tenía al frente, se comenzó a despojar del overol cayendo al piso, dejando al descubierto un repugnante calzoncillo que alguna vez fue blanco y que cubría las partes asquerosas de ese desagradable hombre.


 


Se podía ver como el calzoncillo en la parte de enfrente la gran erección que tenía el degenerado viejo, parecía una carpa de circo, la tela del calzoncillo se podía apreciar claramente  manchas de humedad, seguramente líquido preseminal que el muy degenerado había secretado al estar manoseando a la sabrosa colegiala y sentir sus deliciosas curvas y firmes carnes.


 


Sniff…..sniff….snifff…sollozaba  la colegiala, con espasmos alternados, al imaginarse lo que vendría a continuación, sus intenciones de esos viejos eran claramente obvias, al haber recibido el primer ataque del viejo Pedro, al estar conciente de su situación sus  finas manos que estaban en su hermoso rostro le comenzaron a temblar de miedo, los latidos de su corazón se aceleraron y su mente la ubicaba en una terrible realidad, no había salida , alejada totalmente de la gente en ese paraje solitario  casi oscuro y perdido no había nadie que pudiera rescatarla de esos degenerados.


 


Salvando la breve  distancia que lo separaba de la jovencita y, sin poder esperar más el viejo, se abalanzó sobre ella apoyando su tremendamente erecto miembro en las redondas y duras nalgas de la jovencita.


 


Al haberse despojado del grueso overol de mezclilla y quedarse en calzoncillo solamente, la percepción de las agradables sensaciones al pegarse al curvilíneo cuerpo de la deliciosa chica se multiplicaron al 300 por ciento para beneplácito del degenerado


 


Sintiendo en su verga, al contacto con las nalgotas, una placentera sensación que lo invadió como nunca antes había sentido, de unas ricas y duras nalgas que de tan combadas las sentía como algo tremendamente desquiciante.


 


Sus peladas y sucias manos le rodearon por el fino y breve talle que conformaban ese vientre plano casi perfecto, estrechándola hacia él y acariciando su suave abdomen, recorriéndolo, mientras el tieso miembro se hundía en el culazo de Yamile Riveros.


 


Ella, al sentir que el viejo se le arrimó y le apoyo su palpitante verga, abrió los ojos como platos y dio un respingo por la sorpresa de la acción del abusivo viejo.


 


–-Aaaaahhh , ahhhhhhh deeeteengaaasee doon dooon  Pee Peedroo, nooo ¿quéé haacee? suélteme.


 


–-Ya no aguanto mamasota, me tienes calientísimo, ya no te resistas y disfrútalo.


 


Ella bajó sus manos y las puso encima de las manos del viejo que, aparte de deleitarse con las redondas nalgas punteándolas y repellandole su erecto miembro, disfrutaba de la tersa y suave piel del sexy abdomen de la nena; la chica puso sus manos encima de las manos del viejo tratando de parar esas mórbidas caricias a su juvenil cuerpo, pero sus finas manos eran arrastradas por las calientes y rasposas manos del viejo que no dejaban de recorrer la fina y tersa piel de la chica, al mismo tiempo que su trasero recibía una y otra ves las estocadas del viejo.


 


Decir que era una exquisitez, sería poco decir, era una cosa maravillosa, sentir ese fabuloso cuerpo ahí forzándolo contra su voluntad y abusando de ella.


 


 


 


La claudia salía del baño público  por fin  y se dirigió adonde había quedado de verse con su amiga, al mismo tiempo que le llamaba desde su móvil para avisarle que ya iba hacia allá.


 


–- Que raro, no me contesta, pensaba la escultural Claudia al mismo tiempo que deducía que por la música ella no oía su móvil y sin mas preocupaciones se dirigió hacia el toro mecánico.


 


El viejo tenía tan gran erección que sentía que iba a romper el calzoncillo, su verga que estaba totalmente agitada, bramaba por entrar en esas exuberantes carnes.


 


–-Nooooo noooo- musitaba Yamile Riveros con esa voz aniñada y tratando de apartarse contorsionando su culazo, en un desesperado intento de parar los embates del viejo, logrando sólo que al viejo lo calentara más todavía ese movimiento.


 


Y poniendo su boca muy cerca de su oreja derecha de la chica le dijo.


 


–-Aaahh mamasota, te voy a culear, te voy a violar, te voy a llevar conmigo y nadie te encontrará, vas a ser mi mujer, perra calienta vergas, hasta que me harte de ti.


 


La chica totalmente espantada por las palabras del viejo musitaba.


 


–-sniff sniff... por favor no ...no por favor… p..oo..r.......fa......v...oo..rrr....nooooo, suplicaba  angustiada.


 


En medio de toda esta vorágine, la chica oía que su móvil sonaba una y otra vez y pensaba.


 


–-Hay dios, seguramente es Clau, ha de estar preocupada por mi y yo sin poder escapar de estos viejos-- eso le daba mucha tristeza porque ya se imaginaba siendo secuestrada por esos asquerosos viejos y siendo violada hasta que se hartaran y más tristeza le daba por su mamá que seguramente se moriría al no volver a saber de ella y se preguntaba por qué tenía que sufrir eso,  por qué sufrir siempre de los abusos de los hombres.


 


Don Pedro continuaba embistiendo implacablemente con su verga endurecida las firmes nalgotas de la chica, a la vez que le atacaba con su barbona boca el hombro casi desnudo de la nena, lamiéndoselo y recorriéndolo con su rasposa lengua hasta su cuello y su oído para enseguida regresar de nuevo a su desnudo hombro, en un ir y venir que  llenaban de escalofríos y que  exasperaban a la nena.


 


–-Noooooooooooo……paaaareeee……dooon ….Peeeedrooo.


 


El viejo seguía deleitándose con la chamaca, sintiendo en su erecto miembro la desquiciante dureza y curvatura de ese juvenil culazo, al mismo tiempo que su apestosa boca no paraba de lamerle los casi desnudos hombros  ya que la blusa que llevaba Yamile Riveros al ser casi un top y en los hombros sólo dos delgados tirantes, la dejaba toda desprotegida.


 


Con una habilidad  que sólo se da cuando la adrenalina de la calentura se inyecta en el cuerpo, usando su apestosa boca y la rasposa lengua, el viejo luchaba contra el elástico del delgado tirante de la blusita de la chica, buscando un resquicio por donde meter la lengua y así poder jalar el tirante por los hombros y deslizarlo por su brazo, con la intención de dejar desnudos los senos de la jovencita, cosa nada fácil ya que la blusa al ser elástica y muy pequeña se estiraba al máximo por las protuberancias de la niña y ambos tirantes estaban muy tensados.


 


Esta labor hubiese sido no tan difícil si el viejo hubiese tenido su dentadura completa, ya que con los dientes hubiese tomado el elástico y con un movimiento de cabeza lo hubiese arrastrado al hombro para deslizarlo hacia abajo, pero así con la lengua era una labor complicada, pero eso al viejo no le importaba, él tenia paciencia, además de que sus fosas nasales eran inundadas continuamente con el exquisito aroma del perfume que emanaba del cuello de la nena.


 


Mientras tanto las sucias manos, con la piel de las palmas horrorosamente descascaradas, continuaban su labor de acariciar ese abdomen plano con las manos de la chica encima arrastrándolas sin poderlas ella detener y por momentos la apretaba hacia él para sentir todavía más fuerte, en su tieso miembro, la punteada que le daba al sabroso culote de la chica.


 


–-Dééjeemee… dééjeemee don Peedroo pareee aaaahhhhh…deténgase…aaaaahhhh-


 


–-Aaaaaaahhhhh…. Aaaaaaahhhh-- gemía la colegiala en cada nuevo repellón que le daba la vergota del viejo, ya que sin ninguna consideración hacia movimientos salvajes con su cadera de atrás para adelante y la punteaba fuertemente, sintiendo y absorbiendo el impacto las redondas nalgas de Yamile Riveros.


 


El viejo cada ves mas desquiciado dirigió una de sus manos hacia arriba tratando de alcanzar los turgentes senos de la chica, ella muy angustiada al darse cuenta de sus intenciones, con sus dos manos las puso sobre la del viejo que subía haciendo fuerzas para detener la invasora, a sabiendas de que si esas manos llegaban a sus redondos senos y, peor aún, a sus hipersensibles pezones, todo acabaría para ella.


 


La reacción de ella es lo que quería el lleno de mañas y degenerado viejo, quien con un movimiento rápido atrapó ambas manos de la nena por las muñecas reteniéndolas férreamente, con una mano el viejo tenía más fuerza que la fina y delicada Yamile Riveros, neutralizándole ambas manos, ante la impotencia de ella; todo esto lo calentaba más, y dirigió hacia abajo la mano que le quedó libre, el elástico de la mini de la chica no fue obstáculo, fácilmente se introdujo y, deslizándose, bajó un poco más ante el horror e impotencia de la chica.


 


Muy pronto alcanzó el borde superior del pequeñísimo y sexy bikini de la encamable  jovencita y lentamente metió la escamosa mano allanándolo ante la enorme desesperación de la nena.


 


-Nooooooooo… deetééngaasee… paaareee…nooo…loo..haaagaa.


 


Mientras tanto la boca del asqueroso viejo seguía luchando con el tirante que no cedía ni un ápice, haciendo muy complicado su intento de despojarla de su blusa a la nena.


 


En eso el viejo sintió  debajo de su boca algo de lo que no se había percatado, esto porque el sedoso y hermoso cabello de la nena lo tapaba, un botón de esos que se traban a presión en la parte de atrás de la blusa de la nena, unos 5 centímetros abajo del hombro en su espalda, dándose cuenta de que de ahí se trababa el tirante de la blusita de la chiquilla.


 


Se dio entonces a la tarea de jalar con las encías afanosamente el botón que no resistió mucho los violentos jaloneos del desquiciado y caliente viejo.


 


“Clik” se oyó y el tensado tirante izquierdo de la blusa, como si fuera una liga a la que se tensa y se suelta de golpe, salió disparado yendo a acabar sobre el seno semi descubierto de la jovencita.


 


El viejo entonces se fue sobre el otro tirante y con la boca lo forzaba vigorosamente para destrabarlo, pero no cedía a pesar de que lo jalaba afanosamente, parecía que el botón se resistía a dejar a su dueña desnuda de la cintura para arriba.


 


Mientras tanto allá abajo del ombligo de la nena se desarrollaba otro drama, los sudados y temblorosos dedos por la emoción del viejo, ya estaban adentro del bikini de la nena y moviéndose como si fuera una araña buscaban la entrada de su rajadita ante la enorme desesperación de la curvilínea jovencita, quien se meneaba angustiosamente tratando de Yamile Riveros esa profanación, el viejo le seguía agarrando sus manos por las finas muñecas dejándola indefensa y la otra mano con todo el camino libre y con paciencia buscaba su clítoris.


 


Ella sabia que si el viejo se apoderaba de su sensible y muy perceptivo clítoris entonces si, adiós voluntad propia y bienvenido gozo, placer y disfrute a manos llenas.


 


"P-por favor... deténgase... se lo suplico..." imploraba desesperada la mamasota, pero el caliente viejo la  ignoro, como si no escuchara sus  ruegos.


 


Mmmmmh... Por favor... no me toque... ahí... aaaah..."


 


Contoneaba y culebreaba todo el cuerpo y hacia las nalgotas para atrás en un vano intento de Yamile Riveros que esa arrugada mano cumpliera su caliente misión.


 


Todo ese contoneo de la voluptuosa anatomía de la colegiala enardecía  aún más al viejo depravado, sintiendo cómo ese redondo culazo se le repellaba una y otra vez a su erecto miembro llenándolo de deleites y placenteras sensaciones.


 


- Nooooo……nnooo..por…favor…nooo…Don…Peeedrooo…aaaaahhhhh.


 


- Ssshhhh..entrégate chiquita….se que lo deseas…entrégate…disfruta el placer que te daré, mamasota- le dijo y se fue de nuevo a seguir su labor de destrabar el botón de la blusa con la boca.


 


Su mano notaba con mucho agrado cómo la zona de la entrepierna de la chiquilla estaba casi totalmente libre de pelos, apenas unos finos vellos percibía, sus dedos pronto encontraron la entrada de la intimidad de la chica y los más largos se metieron entre sus labios vaginales, la nena  al sentirlos, junto sus piernas y atrapó a la invasora mano, en un último y desesperado acto de defensa, a la ves que suplicaba.


 


Noooo…porr …faaavoorr ….aahh…paaareee….ahhhhh….alli..nooo


 


Estaba realmente desesperada la encamable colegiala al ver lo inútil de sus esfuerzos, sabía que solo era cuestión de tiempo para que esa mano se apoderara de su intimidad.


 


El viejo gozaba con toda esa resistencia de la nena, eso lo calentaba más al degenerado.


 


 El mañoso viejo le dio un mordisco en el cuello haciendo que la nena aflojara la presión que sus hermosas piernas le hacían a la mano.


 


-Tu panochita esta húmeda y caliente zorrita, lo estás disfrutando puta-- le decía al oído el viejo, a la par que sus dedos se apoderaban del muy sensible clítoris de la colegiala.


 


Ella cerraba sus hermosos ojos verdes y se mordía los labios de lado, al sentir como ese magreo la comenzaba a enardecer incontrolablemente haciéndole perder la razón enloqueciéndola, el viejo alternaba los masajes al cada ves más hinchado clítoris con dedeadas a la conchita virgen, le metía los dedos hasta tocar la delicada membrana del himen de la chica, con cuidado para no romperlo, ese privilegio quería que fuera para su verga.


 


La nena trataba de reprimir las cada ves más fuertes y agradables sensaciones que se apoderaban de ella cada segundo que pasaba, tratando de pensar en su mamá, en su casa, en su novio, etc., pero el viejo continuaba moviendo hábilmente sus dedos en su vagina, que estaba que ardía.


 


Ella se sentía sola, abandonada y cada vez más exhausta por tanta lucha, su voluntad muy debilitada también y con pocas fuerzas para seguir resistiendo.


 


“Clik” sonó el segundo botón del tirante de la blusa de la nena al destrabarse saliendo volando hasta el pecho de la colegiala, dejándole sus hermosos y redondos hombros desnudos.


 


Ella ya casi sin fuerzas para luchar cada ves más débil por las dedeadas que le daban, sólo protestó muy quedadamente.


 


-"Nooooo….déééjeeemee….suuuéélteemee…..- se oían los quejidos de la nena, ya que a pesar de estar en una situación nada agradable su  curvilíneo cuerpo empezaba a reaccionar a las dedeadas del tipo en su vagina.


 


 


 


--"Aaaaahhh!...aahhh!...aahhh!...noooooood...aahhh....gemía suplicante la mamazota  .


 


De-detengase...p-por ffavor...aahhhhggggg!...mmmmgghhhh!...aahhh!...d-diosss..exclamaba entre gemidos


 


Las redondas tetas de la chiquilla luchaban por no quedar desnudas, estoicamente detenían la blusita que las cubrían casi casi, con los pezones resistiéndose a mostrarse a esos degenerados.


 


El viejo acerco su horrible, arrugado y barbón rostro al cuello de la jovencita posándose en su desnudo hombro, sintiendo ella su aliento que exhalaba fuego, llenándola de escalofríos que le transmitía el transpirado viejo.


 


Ella al percibir la cara del viejo en su redondo hombro y sentir como le chupeteaba su sensible cuello y el lóbulo de oreja, instintivamente inclinó su cabeza de lado al mismo tiempo que cerraba sus ojos, dejándole al viejo a su disposición toda esa zona de su cuerpo; la boca y la tupida barba de éste recorrían todo esa exquisita piel que subyugaba al viejo, erizándole a la nena todo los vellos de su cuerpo, estremeciéndola; la jovencita le estaba cumpliendo al sexagenario sus fantasías mas morbosas.


 


La inquieta boca que le lamía los hombros y la oreja, dejaba en su recorrido un camino de asquerosa saliva que resbalaba, por efecto de la gravedad, hacia los pechos y abdomen de la nena.


 


El viejo se deleitaba con el dulce y agradable perfume que emanaba de la nena, inundándole las fosas nasales, disfrutando de ese rico aroma que lo sumergía en todo ese gozoso frenesí descontrolado, cuya fuente era la sabrosa chamaca y en lo único que pensaba era en que todo aquello durase eternamente.


 


El viejo entonces pudo sentir cómo aflojaba la chica sus manos que  tenía retenidas, soltándolas, cayendo ambos brazos pesadamente a cada lado de la nena, sin ningún signo de querer seguir oponiéndose a sus deseos.


 


Tomando la blusa con la mano libre sin ninguna dificultad se la quitó, despojándola y dejándole las formidables tetas completamente desnudas, desde el hombro que chupeteaba tenia el viejo una vista espectacular de esos dos redondos melones al descubierto, sin nada que los ocultara.


 


Completamente embelesado contemplaba esos espectaculares senos en toda su maravillosa desnudez, se erguían turgentes, redondos, macizos y provocadores; a pesar de su tamaño la gravedad no les afectaba, se manifestaban totalmente levantados, los pezones de un color oscuro, hinchados por toda la turbación y el magreo.


 


Subían y bajaban las redondas tetas al compás de la agitada respiración de la chiquilla, parecían estar para ser mamados y estrujados por primera vez, era imposible no clavar inYamile Riverostablemente la mirada en aquellos maravillosos melones., eran demasiado imponentes, demasiado soberbios para no babear por ellos.


 


-Mamita rica….susurró, en el momento que su mano libre  se apodero del turgente seno palpándolo primero como no creyendo lo que sus ojos veían para a continuación estrujarlo y recorrerlo por todo su contorno.


 


Después con sus dedos coge el pezón hinchado y le comienza a dar un suave masaje a la delicada e hipersensible extremidad de la chica a la par que le decía al oído.


 


-Qué buenas tetas tienes chamaca, vas a ver como me las voy a comer- y gruñendo como un salvaje, mete luego su lengua caliente y húmeda en la oreja de la colegiala, lamiéndosela como un poseído, llenándola de múltiples escalofríos que la turbaban enormemente, al mismo tiempo que le estrujaba una de las tremendas tetas y con la otra mano la seguía dedeando allá abajo sin tregua llenándola a la casi sin voluntad colegiala de múltiples estremecimientos e instintivamente arqueaba la espalda al sentir un placer infinito que salía de su interior.


 


Ella siente que su corazón late a mil por hora, mientras entre sus piernas siente también el palpitar húmedo de su cosita, caliente como un volcán listo para explotar.


 


-Oohhhhhhhhhhhh  oohhhhhhhhhhhhhhh  aahhhhhhhhhhhhhhh -- se oían los gemidos de la boca de la chica que trataba de reprimir, pero era imposible parar de gemir, era algo en lo que poco a poco ella perdía el control.


 


 El depravado le decía  al oído.


 


–Mamazota, vas a ver qué culeadas te voy a dar, te voy a volver una puta en la cama y me voy a llenar las bolsas de billetes contigo, diosa.


 


Aquel lenguaje soez y vulgar  la ponía más cachonda aún y subía el culote instintivamente para sentir aún más fuerte la vergota que la punteaba y empezó a contonear las caderas ya muy excitada, sentía que la sangre hirviendo le fluía como una corriente de aguas impetuosas.


 


Cerraba sus hermosos ojos verdes pues el gusto por todo eso iba en aumento cada segundo que pasaba, los latidos de su corazón se aceleraban por momentos y su estrecha y virginal rajada se humedecía por ráfagas , ella tenia sentimientos encontrados por que quería que todo aquello acabase pero por otro lado deseaba que no tuviera fin.


 


Literalmente el viejo tenía sus 5 sentidos totalmente enajenados y enardecidos por el placentero momento.


 


La vista: sus ojos no paraban de deleitarse con los fabulosos senos de concurso y ver ese hermoso rostro de la chiquilla, excitándolo al saber que tenía esa preciosa jovencita en sus garras.


 


Olfato: desde que comenzó todo el magreo su nariz no ha dejado de deleitarse con ese delicioso aroma que emana de ese cuerpo de infarto, un aroma a pulcra higiene, un aroma de un cuerpo joven fresco y en plenitud de desarrollo, un aroma a miedo y temor y un aroma de su delicado perfume original que sólo usaba en ocasiones especiales la nena.


 


Tacto: este, ni se diga, es el que más se ha estado deleitando, sintiendo esa lozana y tersa piel joven, sintiendo el par de nalgotas de concurso de la chiquilla, sintiendo como se estremece su cuerpo en cada escalofrío que él hace que le de, sintiendo la humedad de su vagina, etc.


 


Oído: su aparato auditivo se ha deleitado desde que la oyó hablar por primera vez con esa dulce y melodiosa voz de una niña ingenua e  inocente, se ha deleitado cuando suplicaba que no le hiciera nada o que parara de los manoseos y también cuando de repente se le escapaba un gemido de placer.


 


Gusto: este sentido ha sido el que menos ha entrado en acción, pero también tendrá buena participación para deleite del viejo, este sentido se ha deleitado al saborear la piel fresca y joven de la chiquilla al lengüetearle los hombros, el cuello y las orejas, gustando el delicioso sabor que irradia esa cuerpo joven y exuberante, ahí les cuento cuando pruebe los carnosos labios de la deliciosa boca de la nena o cuando mame y pruebe el sabor de los dos senos de la chica.


 


–- Qué tetas mamasota son enormes y qué duras están…. decía el viejo babeándose al estrujarlas y masajearlas alternadamente.


 


El abusivo y pervertido de don pedro sentía como la deliciosa colegiala vibraba y se estremecía  por todo lo que le hacia, percibiendo como a cada segundo que pasaba la jovencita oponía menos resistencia a sus abusivas acometidas.


 


P-por favor…. de-déjeme...por favor Don pedro….aaaaaaaahhhhhhh.


 


Mamasota… eres la perra… mas rica de este mundo, te voy a meter la verga zorra calienta machos.


 


Enseguida los intrusos y experimentados dedos en estas lides del degenerado entreabrían los labios vaginales de la adolescente  buscando afanosamente el delicado botón de su  sensible clítoris y al encontrarlo  recomenzar a frotarlo, ocasionando que la encamable jovencita  se contorsionara  y en su cara se dibujara  un rictus de placer.


 


Aaaaaaahhhhh…p-pooorr…ffaaaaaaaaa….vvoooorrr…paaarreee..aaaahhh


 


 El viejo sentía claramente como arqueaba su cuerpo por instinto la escultural jovencita y como esas carnosas y deliciosas  nalgas  se le re pegaba aun mas para  enorme gozo de su endurecido miembro que yacía visible bajo el elástico del calzoncillo, el vejete se había sacado la  erecta verga por sobre el elástico del asqueroso calzoncillo y se internaba bajo la mini de la chica para su morboso placer.


 


Basss…taaa, porrr faaa...vooor…suplicaba la mamasota entre jadeos


 


Las muy experimentadas manos y boca del viejo estaban terminando con los últimos reductos de resistencia de la colegiala, toda esa estimulación al mismo tiempo la estaban acabando.


 


La mano derecha del vejete totalmente apoderada  de su clítoris dándole un masaje que estimulaba  muy placenteramente al ya duro cartílago, la mano izquierda estrujaba ambos senos alternadamente y por momentos con las yemas de los dedos le daba un suave masaje a los durísimos pezones y la barbuda y sin dientes boca y lengua recorrían  afanosamente todo el cuello y los desnudos hombros de la  rica jovencita y por momentos se apoderaba  del lóbulo de la oreja de la chica dándole suaves mordiscos , ella ladeaba su cabeza para permitirle al viejo mas  facilidad en su labor.


 


Todo eso la estaba matando de placer a la escultural jovencita, ella apoyaba  sus suaves y delicadas manos  sobre los peludos y sudados brazos del vejete a la altura de su muñeca de el, pero no para detener las acometidas del lujurioso viejo, si no que cerraba sus finas manos y le daba suaves apretones a esas sucias manos que le daban degeneradas caricias.


 


Su resistencia física estaba totalmente vencida, solo por momentos entre gemidos pronunciaba algunas palabras de que el vejete parara todo ese abuso a su escultural cuerpo.


 


De-dejeemee….aaahhhhhhh….poooor…favor…..don….peeedrrooo…se oía  de su boca muy débil solo como un susurro.


 


-Que tiernecita estas putita, te voy a meter la verga por todos tus huecos puta, vas a gritar de placer mamasota te voy  hacer mujer.


 


Esa golosa boca en su cuello, la mano en su vagina y la otra apretando su seno estaban desquiciando de placer a la nena que, involuntariamente, empezaba a gozar de aquello, su mente sabía que debía resistir pero su cuerpo decía lo contrario.


 


La respiración de la chica era cada vez mas profunda, presa de todo ese magreo que la llenaba de oleadas placenteras cada ves más fuertes; los escalofríos que recorrían todo su cuerpo hacían que los finos vellos de su piel estuvieran permanentemente  erizados.


 


La colegiala sentía que su cuerpo empezaba a encenderse incontrolablemente, el fogoso temperamento de su cuerpo le ganaba la batalla a su mente que trataba de reprimir esas sensaciones, no tenia como resistir todos esos estímulos,  era demasiado.


 


 El viejo la sentía vibrar, estremecerse por todo el magreo del que era objeto por el desgraciado y aprovechado vejete, ella con los ojos entre cerrados sentía que ya no podía luchar mas, su cuerpo la había vencido.


 


La jovencita no cesaba de retorcerse pero ya no tanto por oponerse al  abuso del viejo, sino porque sentía en su cuerpo un delicioso hormigueo desde su panochita, que se extendía por toda su curvilínea anatomía, haciéndola estremecerse, llenándola de un tremendo placer y gozo; dejando de luchar, se abandonó totalmente a los lujuriosos deseos del viejo.


 


Yamile Riveros comenzó a gemir de placer, ya entregada al viejo para su asquerosa satisfacción.


 


–-Ahhh ahhh ahhh  ahhhhhh  asii asiii oohh oohhhhhhhhhhhhhh.


 


Al viejo, al darse cuenta  su reacción, se le dibujó una siniestra sonrisa en los labios imaginándose ya saciando sus mas bajos instintos en su jugoso y suculento cuerpo que para esos momentos ya estaba a punto...listo para ser poseído  a la par que pensaba.


 


–- Je je je…este arroz ya se coció, le voy a dar una culeada a esta chamaca que no lo olvidará nunca…   je je je je.


 


La chiquilla no cesaba de jadear, ya sin ningún recato, dejando escapar todo ese fuego que trataba de contener y que le quemaba por dentro de su cuerpo, ella sentía cómo todo eso era mucho más que cuando se masturbaba en la soledad de su recámara; sentir las manos que la acariciaban, la estrujaban, la dedeaban; sentir esa apestosa boca cómo le chupeteaba el cuello y las orejas, llenándola de sensaciones agradables; sentir el erecto miembro del viejo cómo le punteaba sus nalgotas, excitándola; sentir ese miembro que estaba como fierro y saber que era  por ella y sobre todo oler el sudor del viejo, oler ese aroma a hombre, a macho caliente…. todo eso la enardecía, no tenia comparación; de cuando se masturbaba sola, esto era definitivamente mucho más.


 


–-Oohhhhhhhhhhhh……aahhhhhhhhhhhh…….diiioooos….. mmm,uhmm.


 


El viejo sentía la mano con que la dedeaba, totalmente empapada de los flujos de la chiquilla y le decía al oído:


 


–-Esta panochita tiene dueño de ahora en adelante zorra.


 


–- Oooohhhhhhh…si, siiiiii……don …….Pe..Pee…Peeedroo,… Uussteeed …es …su…su duuuueeeñoo…., al mismo tiempo que hacía para atrás sus nalgotas para sentir mas fuerte las punteadas que le daba el viejo.


 


El hermoso rostro de la jovencita tenía esos bellos ojos verdes entre cerrados por las oleadas de placer que le llegaban en forma constante una detrás de otra y que le nublaban la razón, los húmedos  labios abiertos gimiendo y jadeando, presa ya su voluntad del deseo y las placenteras  sensaciones que le daba el sátiro viejo, ya no le importaba nada, tan solo saciar esa incontrolable calentura casi anormal que la invadía en toda su escultural anatomía  y que la llevaban a actuar como la mas puta de las putas.


 


Ver esa escultural y hermosa adolescente, ingenua y casi inocente gimiendo sonoramente de placer, le inspiraba un morbo de estratosfera al viejo de don pedro, los minutos siguieron en intensos chupeteos,caricias, manoseadas y dedeadas aquel exquisito y delicioso cuerpo de la colegiala.


 


–-Qué culo más rico tienes mamasota!! y estas chichotas están hechas para darme placer, puta barata, zorra!!.


 


–-Esos insultos prendían más a la deliciosa adolescente , llenándola de sensaciones indescriptibles, le excitaba sentirse humillada y en manos de ese sátiro, sentía cómo la erecta verga del viejo palpitaba en sus nalgotas como si tuviera vida propia, ella se sentía esclava, emputecida y ese sentimiento la hacía vibrar.


 


El depravado le susurraba roncamente al oído al percibir en sus 5 sentidos cómo se estremecía la escultural jovencita.


 


–-¿Ya ves cómo te gusta nena?...todas son unas putas baratas, primero no quieren y después aflojan solitas… te voy a culear mamasota ¿quieres que te meta la verga?


 


Cómo la prendía oír al vejete con ese lenguaje soez y vulgar cerca de su oído; cómo la calentaba esa sensación de estar indefensa, sin salida en manos de ese caliente vejete.


 


–-Ahhhhhhhhhhhh……siiii…..don..Peedroo…..métamela…..hágame su mujer.


 


Estaba irreconocible Yamile Riveros, ¿dónde había quedado aquella jovencita bien portada, limpia, de buenos sentimientos, nada vulgar y que detestaba todo lo pornográfico?, en otras circunstancias jamás hubiese dicho eso Yamile Riveros, pero en esos momentos el deseo, la calentura, la lujuria la tenían completamente dominada.


 


El viejo entonces le dio vuelta quedando de frente a ella y veía embelesado a la hermosa jovencita ya totalmente entregada a sus mas depravados y  sádicos  deseos, los ojos del degenerado viejo le brillaban con siniestra maldad  al imaginarse ya culeándose a ese tremendo bombón de jovencita.


 


Ella entre su  tremenda excitación veía el rostro de don Pedro transformado a como lo había visto la primera vez esa misma noche, tenia cambiado  el rostro en una siniestra mueca de lujuria, los ojos rojos por el  deseo, las venas de sus sienes se habían hecho visibles por la excitación, de la boca caía un hilo de asquerosa baba que se perdía entre la maraña de esa tupida barba , todo esto sumado a lo arrugado de su piel, a lo antihigiénico , sucio  y sudado de su aspecto , si la nena no hubiese estado tan excitada por el viejo seguramente se hubiese desmayado de ver este adefesio de la naturaleza


 


Ella tenia los parpados de sus ojos semi cerrados por la excitación, el horrible viejo bajo la vista, y se recreaba mirando los redondos senos desnudos de la nena, perfectamente formados, turgentes, que se alzaban majestuosos moviéndose agitadamente  con el ritmo de su respiración; sus hinchados pezones estaban rodeados por una rica aureola de carne; la vista de esos tremendos melones era soberbia.


 


El viejo no pudo Yamile Riveros tomarse unos instantes contemplando la visión de esta diosa, con esos tersos melones de carne que se erguían majestuosos y que subían y bajaban al ritmo de la agitada respiración y cubiertos de un ligero sudor que los hace brillar, los ojos del degenerado se le salían contemplando esos tremendos melones.


 


Ella tenía su hermoso rostro expectante por el siguiente paso que daría el viejo degenerado, a la vez que se ruborizó al ser conciente de que estaba totalmente desnudada de la cintura para arriba y ante la  libidinosa mirada  de un caliente vejete.


 


Entonces el vejete dijo.             


 


–-Mamasota estás muy buena de verdad, qué par de tetas grandes y divinas, verás que culeada te voy a echar, vas a ver las estrellas, bomboncito


 


Entonces el vejete volvió su atención a los carnosos y húmedos labios de la chiquilla, quedando cautivado y recordando que no los había probado aún, es más, nunca había probado los labios de una jovencita tan hermosa y se lleno de ansias de poseer esos tentadores labios.


 


Ella estaba expectante sentía una rara mezcla de miedo, ansiedad y real excitación


 

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Categorie: Etero
Tag: Amatoriale 69