El segundo cholo al darse cuenta que tenia el camino abierto en el resto del cuerpo de la nena con la mano que tenia libre y sin dejar de dedearle el culo, le empezó a acariciar los deliciosos tersos y suaves muslos de la nena por adelante y comenzó a meterse dentro de su bikini busco su rajita que para esa hora ya tenia los primeros signos de que se estaba humedeciendo por la caliente situación y eso le dio todavía mas ánimos para ser mas atrYamile Riverosdo.


 


Sintió su rajita apretadita y cada vez más húmeda, dándose cuenta al topar con un obstáculo que la sabrosa colegiala era virgen.


 


Y acercando su boca al oído de ella le dijo... –-mierda... eres virgen mamazota, si quieres nosotros te podemos hacer el favor vamos a un motel a ponerle jorge al niño.


 


Al hablarle tan cerca de su cara a la chica le llegaba el tufo a cigarro y alcohol que emanaba de esa boca sucia.


 


De la boca de Yamile Riveros solo se oía que hacia –-uffff... uuffff ... y con la respiración que empezaba agitársele por tanto metida de mano.


 


El que la punteaba con su erecto miembro desde atrás al percatarse que la nena ya no estaba pegada abrasada a su compañera dejando totalmente libre el camino al resto de su voluptuoso cuerpo, fue subiendo las dos manos recorriendo ese abdomen plano y suave hasta introducirse por debajo de la blusa con la intención de manosearle las tetas.


 


Ella al darse cuenta de sus intenciones se contorsionaba con lentos movimientos sensuales, pero era inYamile Riverostable que esas ansiosas manos se apoderaran de sus suculentos senos.


 


Mientras tanto Claudia discutía por el celular con su novio por que habían quedado de verse en la feria y este se había ido a otra ciudad a un concierto de rock dejándola plantada.


 


–-Que poca madre paco y yo de pendeja aquí en la feria pensando que nos veríamos.


 


–-No estas pendejo que mi amor ni que la chingada y bla bla bla bla.


 


 


 


El primer cholo sin dejar de envestirla con su erecto miembro el tremendo y delicioso nalgón metió ambas manos por debajo de la blusa y al palpar esos turgentes y suaves senos sintió que tenían una mayor carga eléctrica que un transformador de alta tensión, pues el simple contacto sus manos con la delicada piel de esas prominencias lo calentaron aun mas.


 


Los recorría por todo su redondo contorno lentamente disfrutando su suavidad y turgencia, hasta llegar a los erectos pezones por la excitación que se erizaron cuando el caliente cholo los comenzó a masajear con las yemas de los dedos consiguió que la colegiala tuviera unos escalofríos de placer que hicieron que su entrepierna se humedeciera todavía mas.


 


La nena sin soltar ambas manos de los hombros de claudia que seguía discutiendo con su chavo, totalmente separada de su amiga con los brazos extendidos al máximo, instintivamente con un movimiento tremendamente sensual contorsiono el cuerpo y arqueo la espalda al máximo levantando las redondas nalgotas entregándose con toda majestad echando su cabeza hacia atrás dejando totalmente a merced de esos lujuriosos su curvilíneo cuerpo a esos mal nacidos.


 


El que le masajeaba las tetas se acerco a su oído derecho sintiendo el delicioso olor a jabón limpio de su sedoso cabello y aspirando el agradable olor del fino perfume y le dijo


 


–- ¿Te gusta lo que te hacemos, zorra? que culo y que tetas mamita estrujándole los duros senos y punteando las nalgotas que por el arqueo de la espalda de la nena se sentían majestuosamente placenteras en su erecto miembro,


 


Yamile Riveros gozaba, cerrando los ojos, concentrándose en la sensación de ser manoseada y amasada soltaba gemidos y suspiros muy suaves era obvio que le estaba agradando, que le metieran mano la enardecía.


 


A pesar de todo lo que le estaban haciendo ella seguía callada no les contestaba nada a sus manoseadores solo se dejaba toquetear, esto calentaba mas a los cholos por que sabían que tenían el camino libre de hacer lo que quieran con la escultural nena.


 


Para los dos cholos y la nena en esos momentos tan placenteros todo desapareció la gente a su alrededor, la música estridente del grupo musical, el murmullo de las personas, los gritos de los niños etc. ellos estaban en otra dimensión, en otro lugar en la que solo existía el gozo, el deleite y el placer.


 


Ella tenia fuertemente cerrados los ojos, notaba cómo el sudor bajaba por su frente, el placer recorría una y otra ves todo su cuerpo enloqueciéndola, la nena mantenía erguida sus nalgotas alzándolas al máximo como desafiando a sus manoseadores a pesar de las puntadas y dedeadas que le daban, su cabeza echada hacia atrás ya descansaba en el hombro del primer cholo que se deleitaba llenándola de saliva el cuello, la oreja y también de electrizantes y deliciosas cosquillas.


 


El primer cholo quien seguía pegado a su oído le dijo…. –-te quiero coger zorra, y le lengüeteaba la oreja y el cuello llenándola de escalofríos a la nena que sentía la quemante boca del cholo como la ensalivaba.


 


El miedo desapareció casi por completo oyendo la sarta de leperadas que le decían los excitados machos, y de su boca salieron un par de jadeos, –-ahhhhhhhh ahhhhhh los cuales motivaron mas a sus agresores.


 


–-Ahhh que bonita te vez asiiiii… disfrutándolo… como una putita, zorra calienta vergas te está gustando verdad puta verás cuando pruebes mi verga...te vas a retorcer de placer."-


 


Claudia quien en un arranque de enojo con su novio le había colgado la llamada, por un momento volteo su cabeza al sentir que Yamile Riveros ya no estaba pegada a su cintura con sus manos, si no que las tenia ahora sobre sus hombros, pero no alcanzo a ver nada en esa tremenda oscuridad, solo sentía como los dedos de su amiga se crispaban apretando por momentos sus hombros y pensó al deducir lo que pasaba detrás de ella, –-bienvenida al mundo real querida amiga disfrútalo mientras dure y se feliz - al momento volvió a timbrar su celular , era el novio y volvió a la discutidera con el olvidándose de su manoseada amiga.


 


Yamile Riveros seguía aguantando todo el magreo de los calientes cholos que le decían al oído.


 


–-Te gusta cabrona ya afloja para que te haces, si esto te encanta golfa vamonos para un hotel y vas a ver puta que vas a gritar con la culeada que te daremos.


 


Ella solo gemía quedadamente ya excitada y estoicamente seguía ofreciéndoles ese culazo levantándolo al máximo a pesar de las potentes envestidas que le daba el primer cholo y aceptando los apasionados apretones de sus dos manotas sobre sus duros senos.


 


–-Ahhhhhhhh…ahhhhhhhhh- se oía que salían los gemidos de la boca de la colegiala quien no dejaba de retorcerse sumergida en un mar de sensaciones que la desquiciaban totalmente proporcionándole un gran placer que la hacia perder toda ecuanimidad.


 


Solo la delgada tela de su mini falda y los gruesos pantalones de mezclilla impedían que la penetrara el primer cholo, la adolescente alzaba sus majestuosas nalgotas y se las restregaba contra las fuertes embestidas del primer cholo, la excitación que le provocaba dejarse magrear y puntear por esos mal nacidos era increíble.


 


Los cholos seguían manoseándola a placer, estrujándole las tetas, punteándola, masturbándola, ella totalmente perdida y seguía descansando su cabeza en el hombro del primer cholo que le lengueteaba la oreja, la mejilla, el cuello y diciéndole peladeces y majaderías llenándola aun mas de deliciosos escalofríos.


 


–-Mierda que gran culo tienes perra, para culearte todo el día... tu lo que quieres es que te den buena verga por ese culo mamasota rica.


 


–-Ohhhhhhhhhh ohhhhhhhhhh- gemía Yamile Riveros abandonando su cuerpo al placer que le prodigaban esos cholos, quienes estaban completamente poseídos por el deseo y la lujuria que les prodigaba la entregada colegiala.


 


Yamile Riveros arqueaba la espalda, ante la inminente llegada de un delicioso orgasmo, se aferraba a Claudia para no perder el equilibrio y caer, su clítoris estaba erizado por el largo y delicioso orgasmo que la hacia perder la noción del tiempo y del espacio


 


Con los ojos cerrados y mordiéndose el labio inferior de un solo lado la nena disfrutaba del electrizante orgasmo que la llenaba de sensaciones placenteras , como si nada ni nadie existiera mas que ese momento el cual hubiera deseado que nunca terminara.


 


 


 


Los cholos continuaban deleitándose y abusando de la escultural jovencita parecía que no tenía llenura su ardiente calentura y gozo infinito que les daba las pecaminosas carnes de Yamile Riveros, tenían completamente embutido los sentidos ante esas voluptuosas carnes.


 


La nena sentía la agitada respiración del primer cholo, su aliento caliente que exhalaba le inundaba la cara y el cuello, el olor que despedía a cigarro y cerveza ya no le molestaba, ahora le embriagaba los sentidos y como si tratara de cloroformo la adormecía.


 


El segundo cholo le manoseaba la sonrojada e hinchada vulva, volviéndola a dirigir a esas sensaciones tan morbosas que la aniquilaban, le metían mano los lujuriosos cholos a placer, la jovencita solo disfrutaba la humillación a la que era sometida dejándose hacer, el segundo cholo la dedeaba sin pausas haciendo que Yamile Riveros se estremeciera ante la dedeada a sus partes intimas y sensibles.


 


El primer cholo continuaba estrujando y amasando los duros pechos y punteando las redondas nalgotas, al mismo tiempo que al tener a la nena descansando su cabeza en su hombro derecho, atacaba el cuello desde el lado izquierdo de Yamile Riveros, chupándole el lóbulo de la oreja, lengüeteándole el cuello haciendo estremecer a la jovencita quien se dejaba llevar por las embriagadores sensaciones, se sentía como anestesiada sin voluntad propia, las obscenas palabras la enardecían aun mas dejándola sin poder de reacción.


 


 


 


El trío al ir avanzando la fila muy lentamente no se percataron que estaban a unos cuantos metros de salir de la parte oscura, por tener los sentidos embriagados de placer casi llegaban a una parte donde había dos varandales de fierro a cada lado de aproximadamente un metro de ancho por unos 10 metros de largo que llegaba al final a la taquilla, este servia para que la gente hiciera una fila y Yamile Riveros que algún listo no quisiera hacer fila y se quisiera colar.


 


Claudia llego a la zona del varandal y al percatarse puso una mano sobre la estructura y continuo hablando por el cel, y entonces sucedió lo impensado, por la calle llego una ruidosa batucada con unas exuberantes cubanas atraviadas con una espectacular y breve vestimenta danzando ágilmente al ritmo de samba y detrás de ellas un par de carros alegóricos con unas hermosas edecanes que iban regalando a la gente cervezas de lata, playeras de populares equipos de fútbol , gorras ,refrescos de cola etc.


 


Y entonces se desato una tremenda estampida que por poco y arrastra a Yamile Riveros si no es por que se agarro fuertemente de los hombros de claudia y esta se agarro con ambas manos del barandal dejando por un momento su plática con su novio por el cel.


 


La gente corría como loca hacia los recién llegados queriéndose llevar alguno de los regalos que repartían las edecanes, debido a que era una multitud muy grande fue como una estampida de búfalos, no respetaron nada, los cholos que manoseaban a Yamile Riveros fueron arrastrados por esta multitud perdiéndose entre la ola humana que los arrastro muy lejos teniendo un brusco y amargo despertar.


 


–-Pero que bestias son, parece que por una pinché cerveza o una mugrienta playera les vale madre empujarse, y tu como estas que tal la agasajada que te dieron allá en lo oscurito.


 


–-Hee…ahhh"-…decía Yamile Riveros acomodándose la minifalda y la blusa despertando apenas del letargo que le dio la manoseada de los cholos-esteeee siiii pues me estuvieron punteando por atrás ya sabes como son los hombres de lujuriosos amiga"- (no le quiso platicar que la manosearon a placer por todos lados por pena y vergüenza).


 


–-Ya vez amiga no es tan terrible como tú pensabas -, y no le pregunto mas detalles volviendo su atención de nuevo al cel, –-este baboso me dejo plantada tu crees prefirió irse con sus amigos que a estar aquí conmigo a ver si sus amigos le dan lo que yo le doy que se joda el pendejo.


 


Por fin llegaron a la taquilla las dos nenas pagando su entrada y se introdujeron al recinto ferial dispuestas a disfrutar del evento sin saber Yamile Riveros que las sorpresas esa noche apenas empezaban.


 


Las dos chicas se dirigieron a la entrada de la feria llegando hasta donde estaba un viejo sesentón que recogía las entradas y las rompía poniéndolas en una ánfora, este al percatarse de la presencia de las dos encamables colegialas no paraba de observarlas detenidamente con lasciva, y a propósito con mucha calma iba rompiendo los boletos de las chicas para tardar mas la maravillosa visión de las dos nenas.


 


El tipo en tanto no paraba de mirarles los pechos y los desnudos muslos, era notorio como su vista recorría lascivamente, la simétrica voluptuosidad de los dos pares de turgentes senos.


 


Yamile Riveros se empezó a desesperar al ver que el viejo boletero tardaba exageradamente en romper a la mitad los boletos para darles sus comprobantes , volteaba para todos lados no quería verle la cara al sexagenario por que sentía su lujuriosa mirada a su generoso escote.


 


 


 


Claudia seguía entretenida con el cel mandando mensajes y ella desesperada al ver que pasaban los segundos y el viejo boletero no les daba sus comprobantes, en eso volteo su hermoso rostro para ver que pasaba, por que tanta tardanza para romper dos boletos.


 


Al voltearlo a ver se percato de que el viejo tenia la mirada clavada a su escote sin ninguna vergüenza ni disimulo, se deleitaba viéndole como casi se le salían por el escote esas dos deliciosas tetotas, se notaba a leguas que la desnudaba con la mirada.


 


El viejo rabo verde al ver que ella lo volteaba a ver, le sonrió y le dijo sin pronunciar ningún sonido solo con el movimiento de los labios –- mamacita que buenas tetas tienes-, para a continuación con la boca le lanzo un asqueroso y vulgar beso.


 


Ella volteo hacia el otro lado ofendida y sorprendida por el atrYamile Riverosmiento del sexagenario pensando en sus adentros –-pero que se a creído este viejo, si podría yo ser su nieta, ¿y que pensara tenernos aquí esperando toda la noche?"-


 


El viejo boletero se seguía deleitando la vista con Yamile Riveros que es a la que tenía mas cerca ya que Claudia se había retirado un poco por estar mandando mensajes por el móvil, el sexagenario la observaba detenidamente a la nerviosa nena escrutando cada una de sus curvas deteniéndose en las tetas remarcadas por la ceñida blusa y también en sus muslos que se enaltecían con aquellas botas.


 


El viejo por fin termino de romper los boletos y acercándose a Yamile Riveros se los dio en la mano atrapando con sus dos sudorosas y arrugadas manos la fina y delicada mano derecha de la chica y diciéndole.


 


 


 


–-Toma diosa si necesitas algo puedes venirme a ver aquí, estoy hasta las 3 de la mañana mamacita-


 


Ella como era una señorita muy educada le contesto seria –-si señor gracias-


 


Y jalando a Claudia se dirigieron ambas por fin a la famosa feria.


 


Atravesaron una breve explanada para a continuación llegaron a unos escalones que daban a un puente improvisado de rejillas metálicas soldado, esto por que para llegar a la zona de la feria había que pasar un pequeño barranco de unos 4 metros de profundidad por 15 de largo


 


Esto no hubiese sido problema si no que había un detalle en la parte de abajo del puente había una multitud de hombres trabajando cargando y descargando una gran cantidad de cajas de cervezas y rejas de refrescos de unos camiones que entraban por un camino que daba a la carretera y se almacenaban toda esas cajas de bebidas y de ahí se distribuían a todo el recinto ferial.


 


Yamile Riveros y Claudia iban muy despreocupadas riendo y platicando de x cosa y empezaron a subir los escalones sin dejar de platicar, en eso cuando llegaron a la parte de arriba donde empezaba el puente Yamile Riveros se detuvo en seco y se quedo muy seria viendo hacia abajo donde los cargadores estaban afanados en su tarea descargando un nuevo camión repleto de cerveza.


 


Claudia se extraño de la repentina reacción de su amiga y le pregunto


 


–- Que te pasa, por que tienes esa cara tan seria dime.


 


–-Clau, que no te das cuenta mira ese puente es de rejillas cuando lo pasemos esos hombres de allá abajo nos van a ver todo.


 


Era muy cierto el puente al estar compuesto por rejillas metálicas daban al observador desde abajo todo un sin igual panorama para deleitarse la pupila sobre todo si alguna chica llevaba minifalda se veía todo dejando literalmente nada a la imaginación.


 


Yamile Riveros se sentía paralizada como ya hemos dicho antes, su yo santurrona y mojigata se negaba rotundamente a pasar por ahí dejando expuestas a las miradas lujuriosas todos sus bellos encantos a los que estaban abajo.


 


–-No seas tonta que no ves que ellos están afanados trabajando y ni en cuenta con la gente que pasa por aquí , además aquí casi no llega la luz , en un dado caso que voltearan arriba no verían casi nada ( lo cual no era cierto ya que al estar el puente a solo 4 metros de altura los postes y las luces en el campamento donde se guardaba las bebidas se veía absolutamente todo lo que pasaba en el puente con toda claridad , solo que los cargadores estaban mas afanados en terminar su trabajo para de ahí descansar.


 


La nena no muy convencida por Claudia seguía dudando si pasar o no y le decía.


 


–-Que no habrá otro camino por donde podamos llegar sin tener que pasar por este puente.


 


Ya un poco desesperada claudia le contesto.


 


–-Nooooo…no hay otro camino coño este es el único que no ves que toda la gente entra por aquí a la feria, mira esas muchachas van cruzando el puente y ni están ahí haciendo un teatro por cruzarlo.


 


-"Ya… por favor déjate de niñerías y vamos, ándale no quiero estar aquí toda la noche sin ir al reventón que hay allá en la feria.


 


–-Esta bien ok vamos pues, dijo Yamile Riveros y viendo hacia el piso de la estructura metálica, podía ver a los cargadores que platicaban ya animadamente en circulo contentos por haber terminado ya su pesada jornada laboral.


 


Dio un suspiro con todas sus fuerzas como para agarrar valor y tomada de la mano de claudia se dispuso a cruzar los 15 metros que la separaban de llegar al otro lado.


 


Apenas llevaban las dos esculturales nenas caminado unos 5 metros sobre la estructura metálica cuando de pronto el cielo nocturno se ilumino con unos destellantes cohetes luminosos en forma de abanico, haciendo que los cargadores automáticamente voltearan todos hacia arriba , percatándose entonces del formidable espectáculo que estaba pasando por arriba de sus cabezas.


 


Como si se hubieran puesto de acuerdo Yamile Riveros voltio al mismo tiempo hacia abajo cuando los machos dirigieron sus miradas hacia arriba, viendo estos a las dos exquisitas nenas enfundadas en esas cortisimas minifaldas que mostraban sin ningún obstáculo sus escondidos encantos.


 


Yamile Riveros se quedo paralizada sin poderse mover por el impacto que le dio ver que su pesadilla se estaba volviendo realidad, dejaba ver a la jauría de machos de abajo sus desnudas y bellamente torneadas par de piernotas y siguiendo la vista todavía mas arriba mostraba en toda su plenitud el apetecible par de nalgotas separadas solo por el pequeñísimo bikini de encaje que se enterraba delicadamente entre ellas.


 


Todo se veía claramente en toda su plenitud, las poderosas y redondas nalgas y como se perdía el bikini negro en ellas a los machos se les hizo agua la boca ante semejante espectáculo y comenzaron primero a cuchichear, luego unos silbidos, algunos palabra que la elogiaban pero subidas de tonos, y después vio a los obreros que la miraban como si nunca hubieran vista una mujer en su vida.


 


Varios de los cargadores ya se sobaban el miembro empalmado sobre el pantalón sin dejar de ver para arriba y diciendo entre ellos mismos…-–-no mames wuey….que nalgotas ricas.


 


Se veía claramente la vulva de Yamile Riveros todavía un poco hinchada por el manoseo de hacia unos momentos de los cholos envuelta en aquel bikini negro –-mira su panocha cabron no chingues yo si se la mamo….pa su madre…están buenísimas las dos zorras esas, y ya mas descontrolada la situación los machos silbaban y gritaban como enajenados


 


Yamile Riveros estaba roja como un tomate por la vergüenza paralizada y sin poder reaccionar en cambio la desinhibida claudia les sonreía coquetamente y se daba vueltas lentamente sacando mas las nalgotas y abriendo las piernas dándoles a los machos de abajo un tremendo espectáculo, les sonreía con coquetería y les cerraba un ojo al mismo tiempo que les aventaba besos al aire haciendo que los machos silbaran mas fuerte.


 


 


 


Tomando a Yamile Riveros por el brazo la jalo diciéndole –-vamonos o te piensas quedar todo el día ahí enseñando el bikini, y las dos nenas atravesaron el resto del puente y por fin se adentraron a la feria.


 


Todo era un ambiente muy alegre en la feria al fondo se veían los juegos mecánicos que hacían las delicias de grandes y chicos a pesar de estar las chicas a una distancia como de 200 metros de las atracciones mecánicas se podían oír los gritos de las muchachas por la emoción de estar dando vueltas en la montaña rusa o en el martillo.


 


A la derecha de las colegialas estaban instalados los puestos de comida y fritangas con los clásicos y molestos meseros insistentes que quieren a fuerza llevarte a cenar a sus puestos de comida a pesar de que uno les diga que no tener hambre.


 


A la izquierda de las chicas estaban los clásicos stands de cervezas y licores con la infaltable música estridente que a veces llegaba hacer molesto para los oídos por que casi todos los stands ponían la música a muy alto volumen como si fuera una guerra de a ver quien ponía la música mas fuerte.


 


Más allá de los stands de licores estaba el teatro del pueblo donde llegaban los artistas de renombre a hacer sus presentaciones para deleite de la gente.


 


Y por ultimo detrás del teatro del pueblo estaba un gran parque natural con un lago en medio, tenía varios caminos donde uno se podía perder fácilmente, bancas de cemento en partes estratégicas para sentarse a platicar, grandes áreas verdes donde el bien cuidado pasto permitía a la gente sentarse para tener un día de campo y casi hasta el final un infaltable kiosco.


 


Este era el panorama que tenían las colegialas para divertirse hasta que el cuerpo aguantara, las dos estaban viendo hacia todos lados como indecisas de saber para donde ir primero, Yamile Riveros observo un reloj digital como de 2 metros de largo por 1 de ancho con la publicidad de la coca cola y vio que marcaba las 8 de la noche con 10 minutos y verificando su reloj de pulsera tuviera la misma hora que el digital , viendo que estaba atrasado el suyo por 5 minutos pero no dándole importancia voltio a ver a Claudia y le dijo.


 


–-Bueno guapa y ¿ahora para donde vamos primero?


 


–-Pues yo tengo sed que te parece si compramos nos refrescos y de ahí vemos para donde vamos.


 


–-Me parece bien amiga yo también tengo mucha sed vamos-


 


Las dos nenas se encaminaron por uno de los pasillos que estaban atestados de gente apenas y se podía caminar Claudia iba adelante abriendo camino diciéndole a la gente que se quedaba platicando a medio camino.


 


–-Peeermiso por favor si no avanza no estorbe, la gente solo se movía un poco y seguían en lo suyo, Yamile Riveros la seguía de muy cerca caminando detrás de ella con una mano agarrada del hombro de claudia para no separarse y con la otra agarrando su bolsa que traía colgada en su hombro donde traía su dinero, su identificación y su celular.


Cuando de pronto la vio y los ojos se le abrieron como dos platos al degenerado por la sorpresa, se quedó como absorto viéndola como a unos 15 metros de él, la nena caminaba con la cabeza agachada como viendo hacia el suelo, esto por que los machos con los que se cruzaba le decían majadería y media y ella trataba de poner oídos sordos a toda las peladeces que le decían, algunos se acercaban a su cara tanto que parecía que le iban a dar un beso, pero no, sólo era para decirle piropos pegados a su oreja subidos de tono.


Por fin, después de muchos empujones, llegaron las nenas a un puesto donde vendían bebidas preparadas y cerveza en vasos desechables de unicel, éste era atendido por 3 chicos de unos 26 años que estaban haciendo preparados algo atareados y por momentos se daban un descanso, ya que por lapsos de unos 5 minutos se quedaban sin clientes, estaban en uno de esos momentos de breve descanso cuando uno de ellos notó a las dos beldades que se acercaban a su puesto, poniendo cara de asombro al notar a las dos hermosas adolescentes.


 


Uno de ellos no estaba en ese momento, había ido al baño, y el tercero estaba apurado con un pica-hielo haciendo trozos más pequeños.


 


–-Buenas noches, dijo Claudia al llegar a la barra dándole una media sonrisa coqueta al primero de los cantineros, haciendo que este se pusiera nervioso al tener ante él a dos esculturales nenas, que al estar de frente a él podía apreciar los grandes escotazos de sus vestimentas, dejando los dos pares de redondos senos a tan solo un metro de donde él estaba al otro lado de la barra.


 


Los ojos le bailaron de un lado a otro, por una parte no quería ser muy obvio en su mirada de recreársela en esos dos pares de redondos senos, pero era imposible no perderse en esos escotazos, que parecía que luchaban por no permitir que escaparan de sus dominios los dos pares de mamables pechos de las chicas.


 


–-Buu buu eenaass noo noo chee cheess see see ñoo ri ri taass, tartamudeó el cantinero, quien era un chico con unos kilos de más, de lentes de aumento y no muy experto en cuestiones de chicas hermosas.


 


Tratando de disimular su nerviosismo y su mirada a los escotes de las nenas les dijo:


 


–-Quéé quéé vaaa vaaaan a too too maar see see ño ño riítas.


 


Viéndolas a los ojos, pero no pudo sostenerle la mirada a la traviesa Claudia que lo miraba fijamente poniéndolo mas nervioso, al mismo tiempo que él con un trapo hacía como que limpiaba la barra no percatándose de que había un vaso desechable que alguien había dejado ahí con la mitad de cerveza y por la rapidez con que se apuraba a limpiar botó el contenido de ésta, yendo a parar el líquido a un señor que estaba con su esposa sentados en unos bancos frente a la barra platicando.


 


El chico, al notar lo que había hecho, se llenaba en disculpas tartamudeando aún más con el señor y diciéndole que no pagara nada que la cuenta corría por el, y todo rojo de la cara por su torpeza.


 


Claudia no pudo reprimir una risita divertida volteando a ver a Yamile Riveros y llevándose la mano a la boca para sofocar la risa al ver al cantinero tan nervioso y rojo de la cara.


 


–-Ya Clau no te rías, no ves que ya se dio cuenta el muchacho y lo pones más nervioso, él está trabajando ya no te rías.


 


 


 


Pero a la Clau le había dado un ataque de risa que no podía parar y Yamile Riveros al verla que no salía de ese estado le dijo –-ahorita vengo voy a pedir dos refrescos a ver si cuando venga ya te calmaste.


 


Yamile Riveros al ser una chica que no era burlona ni mala onda le dijo al muchacho, el cual tenia una cara como diciendo trágame tierra, –-por favor nos das dos refrescos de cola


 


–-Si ,si se se ñoño rita pe permíítatamee.


 


Y dirigiéndose el torpe cantinero a su compañero que seguía picando hielo en cuclillas le dijo: –-oyee daa dame hieeelo en en estoos vasos.


 


–-Puta madre gordo ¿qué no te puedes esperar a que lo ponga ya todo picado en la hielera?, le contesto todo mal humorado por el pesado trabajo que estaba haciendo.


 


El gordo no le contesto nada sólo le hizo señas con la cara, señalándole con movimientos de cejas hacia las chicas.


 


Éste se levantó de estar encuclillado picando el hielo y lo primero que vio fue el angelical y bellísimo rostro de niña de Yamile Riveros, con esos grandes ojos verdes, para enseguida notar los poderosos y redondos senos de la nena, posando su mirada por unos 5 o 6 segundos en esos dos maravillosos melones duros de la chica.


 


Ella tenía la vista de lado y hacia arriba, tamborileando con los dedos de su mano sobre la barra esperando las bebidas, el segundo cantinero se acercó secándose las manos con una franela y al ver que la nena tenía la vista hacia arriba y de lado volvió a bajar la mirada de nuevo a sus exuberantes melones, deleitándose mientras se terminaba de secar las manos.


 


Ella en un rápido movimiento volteó y lo agarró viéndole su escote con la mirada perdida en sus senos, para enseguida volver la vista arriba de nuevo y pensó en sus adentros el por qué siempre atraía a estas clases de gente, acosadores, manoseadores y todo tipo de degenerados (obvio mamacita si te vistes como te vistes y estas tan buena y rica es normal que los machos andarán detrás de ti como moscas a la miel).


 


En eso sintió que Claudia se ponía a su lado y le preguntaba por las bebidas, diciéndole ella que ya estaban pedidas que ahorita se las servían.


 


–-Qué andan haciendo tan lindas chicas y tan solas por esta feria, les dijo el segundo cantinero a las dos nenas.


 


–-Paseando, le dijo Claudia o qué ¿no podemos?


 


–-Claro preciosas yo solo preguntaba porque es muy raro ver a dos hermosas señoritas solas en este paraje lleno de lobos (machos).


 


–-No estamos solas mi hermano y mi primo están allá esperándonos, dijo claudia mintiéndole al chico.


 


Y a continuación le preguntó, sonriéndole sensualmente –- ¿ya están nuestras bebidas?


 


–- ¿Las bebidas? dijo el chico –-ah si las sodas… apúrate pinché gordo con las bebidas de las señoritas.


 


–-Aquí tienen hermosas damas sus refrescos, no se preocupen no es nada la casa paga, para nosotros es un honor que nos vengan a consumir a nuestro negocio.


 


–-Gracias, gracias dijeron las dos chicas y con su cadencioso andar se fueron adentrando de nuevo en el barullo de la feria bebiendo sus refrescos.


 


El cantinero le dijo a su amigo el gordo, viendo a las dos nenas y el delicioso meneo de sus cortas faldas: –-Gordo no cabe duda, quien inventó la minifalda merece que le demos una medalla universal al mérito!.


 


Mientras tanto en otro lugar de la feria, no muy lejos de donde andaban las ricas nenas, se oía la voz aguardentosa del cojo Juan.


 


–-Pero qué culoooooo…qué buen culo mamita!!, le decía a unas adolescentes que tuvieron la mala suerte de pasar cerca de donde estaba el degenerado, que andaba dando vueltas junto con el maestro Tulio viendo la multitud de muchachas que había en la feria.


 


Las nenas, en respuesta al vulgar y sucio piropo, le dirigieron una mirada mezcla de temor, asco y desprecio, acelerando el paso para alejarse del par de viejos pervertidos, alcanzando éstos a oír que una le gritaba al cojo Juan –-viejo cerdo, seboso, repugnante!!, causando la risa de los dos viejos pervertidos.


 


–- Desgraciado Juan, qué putañero eres con las chamacas, yo nada más me conformo con verlas y recrearme la vista, estas lindas chamacas están muy lejos de nuestro alcance.


 


–-Si maestro lo se, pero qué más da decirles lo ricas que están si ya se también que estas pulgas no brincan en nuestro petate, somos demasiados viejos para estas linduras.


 


–-Así es pinché Juan, ven vamos a mear que ya tanta cerveza me lleno la vejiga, ya siento que me van a reventar los huevos jajajajaja.


 


………………….


 


–-Qué padre esta todo el ambiente! ¿ya ves tonta? y tú que no querías venir, poniendo a tu mama de pretexto, de lo que te ibas a perder.


 


Yamile Riveros pensaba en sus adentros "si de lo que me iba a perder, primero la manoseada que me dieron en la fila, luego el viejo de los boletos casi haciéndome una proposición indecorosa y para rematar el espectáculo que les dimos a los cargadores en el puente, si de haber sabido que pasaría todo esto mejor me quedo en mi casa"(y lo que falta todavía preciosa que eso no es todo).


 


-"Pero bueno ya estoy aquí y ahora al mal tiempo buena cara, ¡arriba ese ánimo Yamile Riveros y diviértete que estás en una feria, no en un velorio!"… se dijo a ella misma, tratando de olvidar los malos ratos y tratando de divertirse de ahí en adelante.


 


–-Heyy qué te pasa? ¿Por qué te quedas callada?


 


–-No, por nada, es que pensaba que tienes razón amiga, ya estamos aquí hay que divertirnos qué caray sólo se es joven una vez.


 


–-Así se habla nena! ya era hora de que despertaras de ese letargo de monja que era un obstáculo en tu vida, mira déjame ir al wc que ya me anda, espérame allá en donde están montando el toro mecánico y regreso en unos 10 minutos.


 


–-Ok Clau allá te espero, no te tardes.


 


……………….


 


–-Ufff que alivio!, dijo el profesor Tulio saliendo del baño de varones, qué descanso!, pinché Juan ¿tú no vas a mear?


 


---No maestro, yo todavía no tengo ganas.


 


–-‘Ta bueno Juan, mira vamos por otras chelas que la noche apenas empieza.


 


–-Oiga maestro y el inspector Vicente ¿no nos estará buscando?


 


–-No lo creo Juan ese pinché viejo depravado está más entretenido con las chamacas que están baile y baile arriba de la tarima , ni se acuerda de nosotros, además cualquier cosa que me llame al celular y listo tú no te preocupes Juan, vamos por las chelas.


 


Así llegaron a uno de los varios puestos donde vendían cerveza y licor preparado, mientras el profesor Tulio hacía fila para pagar en la caja, el cojo Juan le daba un sorbo a la cerveza y veía todo el barullo de la multitud de gente de todas las edades que iban y venían.


 


Cuando de pronto la vio y los ojos se le abrieron como dos platos al degenerado por la sorpresa, se quedó como absorto viéndola como a unos 15 metros de él, la nena caminaba con la cabeza agachada como viendo hacia el suelo, esto por que los machos con los que se cruzaba le decían majadería y media y ella trataba de poner oídos sordos a toda las peladeces que le decían, algunos se acercaban a su cara tanto que parecía que le iban a dar un beso, pero no, sólo era para decirle piropos pegados a su oreja subidos de tono.


 


El cojo Juan alcanzó a verla por un breve lapso de unos 4 segundos por que de nuevo la nena se volvió a perder en la multitud, lento como era para reaccionar se quedo unos 10 segundos pensando si sería ella o era una visión, no estaba muy seguro por que sólo la había visto de perfil por unos breves segundos y porque la nena llevaba la cara agachada, haciendo más difícil identificarla.


 


Volvió la mirada hacia donde pensó que iría, calculando por el paso que llevaba, dejó el vaso de cerveza en el piso, agarró una silla y la jaló junto a unas cajas de madera que contenían partes de los juegos mecánicos y que no las habían retirado de ahí, con dificultad se subió primero a la silla y después a gatas se subió a las cajas de madera, cuando se incorporó tenía una vista mas panorámica a unos 2 metros del nivel del suelo más lo que él tenía de estatura al pararse sobre sus pies, enseguida la alcanzó a ver ya unos 6 metros más adelante de donde la había visto primero, porque a la chica se le dificultaba también avanzar por tanta gente, sólo que ahora la vio de espaldas.


 


 


 


El cojo se llevó ambas manos a los ojos y como no creyendo lo que sus ojos veían se los tallaba con las manos, para enseguida dirigir la mirada a donde caminaba Yamile Riveros quien, con un cadencioso andar de caderas, movía las soberbias nalgotas y pensaba el viejo ya emocionado:


 


–- Tiene que ser ella, esas nalgotas yo las conozco, tiene que ser ella, se volvía a repetir; nunca ni en sus mas remotos sueños hubiese imaginado que la vería ahí en la feria y al parecer, para su buena suerte, creía que andaba sola, el viejo sentía que ese día la suerte estaba de su lado.


 


El viejo reaccionó cuando el profesor Tulio lo saco de sus pensamientos diciéndole:


 


–-Y ahora… ¿qué quieres trabajar de chango en un circo pinché Juan? ¿qué madres haces allá arriba? te vas a caer, más con la pata chueca que tienes.


 


El cojo, reaccionando, se bajó todo apresurado bufando por el esfuerzo que tenía que hacer por su obesidad y por la cojera, se acabó de bajar y le dijo al profesor Tulio todo emocionado:


 


–-Ufffff… ufffffffff .. ma… ma… maestro, no me va a creer a quien acabo de ver que pasó y solita.


 


–-A quien pinché Juan ya suéltala no la hagas cardiaca.


 


–-A la… Yamile Riveros… maestro, la vi que pasó sola caminando dirigiéndose hacia allá, señalándole con la mano la dirección,


 


–-¿Quéééé? ¿estás seguro pinché Juan? no chingues!! ¿y cómo anda vestida?


 


–-Pues trae una blusa azul celeste, una mini-falda blanca muy cortita y anda con unas botas hasta la rodilla, fue lo que le alcance a ver maestro.


 


–-Espérame aquí, y el viejo Tulio salió corriendo apresurado hacia donde le había dicho Juan, estaba tan ansioso por volver a ver a la nena que por el solo hecho de saber que ella estaba ahí y solita sentía una emoción como hacia tiempo no había sentido este degenerado, a sabiendas que si era cierto y se encontraba con ella, como estaban fuera de la escuela y con su tremenda labia ya se la imaginaba convenciéndola para llevarla a un motel y cogérsela.


 


El viejo se pasaba entre la gente sin pedir permiso, casi empujando a las personas, los que lo veían pensaban que a lo mejor le habían llamado por el celular para decirle de una emergencia en su casa.


 


El viejo por más que apresuraba el paso y veía con ansiedad hacia delante de él, no veía a nadie con las ropas que le había dicho el cojo Juan y ya dudando un poco pensaba…"¿no será que este hijo de la chingada me agarró de pendejo?, si es así lo voy a mandar a la chingada y no le vuelvo a invitar otra pinché cerveza más".


 


Ya un poco cansado se recargo en un poste para agarrar aire, en eso vio una escalera de unos 3 metros que estaba recargada hacia arriba en la pared de un local encadenada e iluminándosele una idea se subió para tener un mejor panorama y pensaba… "si ya no la veo me regreso y mando a la chingada al pinché cojo por agarrarme de pendejo".


 


Se subió y sí tenia un gran panorama de la feria desde esa altura, se agarraba con una mano de la escalera y la otra mano se la llevaba a la frente tapándose los ojos para Yamile Riveros el reflejo de la luz del poste que tenia cerca.


 


Pero por más que buscaba con la mirada, con la esperanza de verla, no la veía y sentía por dentro un sentimiento de frustración al sentir que la palomita se le iba de sus garras como el agua se escapa de las manos.


 


Y peor aún, había un gran carro alegórico al que varios hombres iban empujando, pero se había atorado en un desnivel que había en el suelo y los trabajadores hacían grandes esfuerzos para sacarlo y moverlo de ahí a su lugar donde quedaría guardado, su molestia era que le robaba gran parte de la visión de la feria y no sabia si la nena estaba del otro lado.


 


Cuando ya estaba apunto de bajarse y mandar a la chingada todo, vio que los trabajadores por fin movían el armatoste y se dijo –-"si no esta del otro lado me regreso y de puro coraje me pongo hasta la madre con cerveza".


 


Lentamente el carro alegórico se fue moviendo y como si viera el viejo una visión celestial por fin la localizo, la jovencita estaba pagando a un vendedor de fresas con crema, sus bellos ojos veían con alegría el rico postre que había comprado, el viejo le leyó los labios cuando dio las gracias al vendedor y le regalo una sonrisa con esos carnosos labios y lentamente se dirigió con su rico movimiento cadencioso de nalgas hacia donde estaba el toro mecánico, lugar donde había quedado de verse con Claudia que había ido al baño.


 


El viejo Tulio estaba cautivado viendo ese culazo que, al retirarse su dueña, lo movía en forma bastante provocativa, como incitando a que los machos se lo tocaran, con esa redondez perfecta de su cola, haciendo la jovencita, perder la cabeza a más de uno en la feria, incluyendo al viejo Tulio.


 


Éste, como si fuera a cobrar una herencia, se bajó rapidísimo para dirigirse hacia donde iba la jovencita e interceptarla, llegando al suelo el viejo iba emocionado, en su lujuriosa mente ya se veía en el motel con la deliciosa jovencita metiéndole la verga por todos lados.


 


Sintió que como en dos pasos llegó a donde estaba el vendedor de las fresas con crema y, con el corazón casi saliéndose del pecho, el caliente viejo se dirigió hacia donde ella se había encaminado, la vio delante de él a unos 10 metros y apresuró más el paso al alcanzar a divisar cada ves más cerca el vaivén de sus caderas y el sube-baja de los cachetes del culo al andar, era sencillamente de infarto.


 


En eso se le acerca al viejo un vendedor de billetes de lotería que se le planto de frente diciéndole –-ándele patrón llévese un cachito, juega para hoy en la noche y bla bla bla… ya saben cómo son de insistentes estos pinches vendedores de lotería….Deteniendo al caliente viejo un momento en la persecución de su presa


 


–-No joven, ahorita no por favor, déjeme pasar que llevo prisa.


 


Pero el molestoso vendedor insistía en sus argumentos de que le comprara un cachito, de que ese era su día de suerte, que no le diera la espalda a la fortuna, etc.. etc.


 


El viejo caliente, al no poderse deshacer del molestoso vendedor, se canteaba de lado no queriendo perder de vista a la nena, veía con angustia creciente cómo poco a poco se alejaban más esas apetitosas nalgas que prometían, a quien las tuviera, un mundo infinito de placer y lujuria.


 


Si no hubiese aparecido ese vendedor ya casi la hubiese alcanzado, pero no, ahí estaba sin poderse deshacer del billetero y la distancia que ya le había recortado lentamente se volvía a separar cada segundo más de él.


 


Su angustia creció cuando vio que la nena daba vuelta a una esquina y desaparecía de su campo visual, eso lo desquicio y dándole un empujón al billetero le dijo:


 


–-¡Te dije que no cabrón, déjame de estar chingando pendejo!.


 


Y acelerando el paso de nuevo trató de darle alcance, pero su buena suerte hasta ahí había llegado; poco antes de llegar a la esquina donde dio vuelta la nena se topó con una gran multitud de gente que venían en sentido contrario, no dándole ningún resquicio por donde pudiera pasar para seguir su persecución.


 


Era la gente que salía del palenque musical el cual, por haberse presentado un famoso cantante, se había abarrotado, engrosando toda esa multitud el, ya de por sí hasta el tope de gente, recinto ferial.


 


Por más que pedía permiso el lujurioso viejo, era más que imposible seguir por ese camino, fue demasiado para él y pateando el suelo se fue rumiando su derrota, regresando a donde había empezado su loca persecución, viendo al cojo Juan sentado en una ingiriendo cerveza esperándolo.


 


–-¿Qué pasó mi maestro? ¿por qué esa cara que tiene, que se lo lleva el demonio?.


 


El viejo Tulio dirigiéndose al mesero le dijo:


 


–-Hey tú, tráeme una corona bien fría.


 


–-Tenías razón… vi a la hembrita pinché Juan, no era una visión la que viste, y no mames está más buenota la condenada… estoy con lo que me platicaste que te la cojiste, y al verla hoy vestida con esa poca ropa enseñando casi las nalgas y las tetas, me entraron unas ganas de meterle la verga hasta por las orejas, pero cuando casi la alcanzaba se me perdió y estoy que me lleva la chingada Juan.


 


–-Calma… calma profesor, a esa pollita la vamos a rastrear en toda la pinché feria y la vamos a encontrar, así sea lo último que hagamos.


 


–-Salud Juan, ahorita nos tomamos esta cerveza y nos vamos a buscarla hasta por debajo de las piedras.


 


Mientras tanto nuestra hermosa protagonista estaba parada en donde el toro mecánico, que hacia las delicias de chicos y grandes, esperando a su amiga; el toro mecánico tenia alrededor un colchón para amortiguar el golpe de los que caían y tenia un barandal que rodeaba para que nadie se quisiera subir sin pagar.


 


La nena se puso a esperar a Claudia sintiendo que ya había tardado más de los 10 minutos que le había dicho, veía su reloj y le inquietaba el ver que de su amiga ni sus luces, volteaba a ver a otro fulano que tiraba el toro mecánico divertida cuando en eso sonó su móvil, sacándolo apresurada de su bolsa de mano viendo que era Claudia, quien le dijo que iba tardar un poco por que el baño eran nada mas tres retretes y había una larga fila para poder pasar a usarlos, que no se desesperara.


 


Acabó de comerse sus fresas con crema y volteando hacia todos lados buscó un bote de basura para depositar la caja y unas servilletas que usó, no divisó ningún bote, en eso vio frente a ella un letrero que decía "deposite su basura aquí" y se dirigió allá, pero para su desconcierto no había nada, sólo el letrero.


 


Con una mano en su mentón la nena pensaba "bueno y en dónde están los botes de basura", ella por su pulcra limpieza y educación era incapaz de dejar la basura al piso y acercándose a una señora que tenia un carrito de venta de dulces le preguntó por los depósitos de basura.


 


–-Pues…en la tarde vinieron los de la limpieza niña y se los llevaron para vaciarlos porque ya estaban llenos y desde esa hora no los han traído.


 


–-¿Y en dónde habrá uno para echar esta basura señora?.


 


–-Allá muchacha en donde están esos andamios desarmados, señalándole la señora, hay una vereda y como a unos 30 metros está un depósito general.


 


–-Gracias señora, muy amable; y hacia allá se dirigió la confiada chica, notando según se adentraba a esa zona que le dijo la señora, que el lugar estaba casi en penumbras y que casi no pasaba nadie por ahí, por el camino notó que estaban estacionados varios campers, o como les dicen aquí en México casa rodante, de los empleados de la feria distribuidos por todo el terreno.


 


Sólo pasaban por ahí, muy de vez en cuando, trabajadores de la feria y uno que otro que, al notar que en esa zona casi no había gente y estaba un poco en penumbras, aprovechaba para orinar y no ir a hacer fila a los atestados baños.


 


La preciosa jovencita, al notar que ese lugar estaba un poco solitario y tranquilo, se quedó ahí, quería por un momento tener un poco de tranquilidad y olvidarse de todo el barullo de la feria mientras regresaba Claudia, además de que tenia una buena vista desde esa zona del toro mecánico y podría ver a Claudia cuando llegara e ir a su encuentro, esto porque donde se puso estaba unos 30 metros atrás del toro mecánico.


 


El sonido de los grillos y las ranas la relajaban, reconfortándola envuelta en esa paz de la naturaleza.


 


Al estar casi en penumbras esa zona donde se había quedado la jovencita, no podía ser distinguida por alguien que estuviera en la zona del toro mecánico, si volteaban a ver esa parte sólo verían oscuridad y penumbras, ya que la poca iluminación que había donde estaba Yamile Riveros llegaba del reflejo de las luces de la feria, lo que no pensó la chica fue en lo peligroso de ese lugar para una nena tan buenota como ella, porque no sólo no la podrían ver si le pasara algo, sino que tampoco oírla si gritaba, por el estridente música de donde estaba el toro mecánico, que amenizaba el ambiente.


 


Sus hermosos ojos verdes poco a poco se habituaron a la oscuridad y unos dos minutos después ya distinguía más, apareciendo poco a poco ante sus ojos cosas que cuando llegó no las veía, el sonido de los grillos la llenaba de paz y tranquilidad.


 


Ya mas relajada la sensual jovencita, descansando sus oídos del escándalo de la feria y del barullo de la gente, viendo que no le quedaba otra cosa que hacer más que esperar, se recargó en una rústica y pesada de madera que al parecer era de los mecánicos de la feria y servia para darle mantenimiento a las máquinas; la nena, poniendo sus brazos sobre la estructura, inclinó su cuerpo en escuadra y su cabeza sobre sus manos subiendo una de sus piernas sobre una piedra que estaba en el piso, haciendo que la mini se le subiera un poco dejando ver esa torneada piernota un poco mas arriba, a continuación al descansar su cabeza y sus hombros sobre la parte superior de la , arqueó la espalda sobresaliendo aún más ese gran trasero, marcando aún más la curvatura de sus firmes y redondos glúteos lo que la hacía ver muy deseable.


 


Todo esto confiada porque pensó que nadie la veía en ese solitario lugar, sólo que estaba equivocada, 4 pares de ojos que estaban ya habituados a la oscuridad detrás de ella a unos 8 metros, en la parte todavía más oscura, ocultos, la miraban atentamente, casi sin parpadear, con lujuria y deseo.


 


 


 


La confiada nena bostezó y cerró sus ojos queriendo darse un pequeño descanso a tanto ajetreo, no percatándose de que estaban esos 4 pares de ojos que la veían atentamente en la oscuridad, libidinosamente viendo a esa hermosa criatura que tenía ese delicioso culo respingado y al tener su cuerpo en escuadra y sus piernas sin flexionar, la de por si muy corta mini se alzó un poco más, dejando a la vista de esos ojos que la escudriñaban en la oscuridad la descubierta parte baja de sus redondas nalgas, y los dueños de esos ojos se recreaban la vista con el delicioso espectáculo de la curvilínea chavita.


 


La nena de repente se levanto de su posición estirando los brazos hacia arriba y bostezando, volteando a ver a sus espaldas, dando un grito de espanto al ver a 4 asquerosos y desarrapados viejos muy cerca de ella a tan solo un metro, todos ellos con una edad promedio no menos de 58 años, barrigones, arrugados y todos andrajosos y sucios por común denominador, la chica retrocedió unos pasos alertada por la presencia de los cuatro viejos.


 


–-Hay Dios mió pero que susto me acaban de dar, no los oí acercarse- dijo la jovencita a los viejos que estaban fascinados con ese par de nalgas de concurso y veían con lujuria como se traslucía el sexy bikini de la nena.


 


Estos viejos estaban vestidos con ese tipo de overoles de mezclilla que son pantalón abajo y arriba sólo unos tirantes al hombro con el logotipo de la feria "atracciones Pegaso" llenos de grasa y playera también embarrada y oliendo muy fuerte a sudor, estos señores eran mecánicos que se encargaban de armar los juegos de la feria y al estar todo funcionando bien se dedicaban a dar vueltas en la feria y a beber cerveza en cantidades industriales.


 


Había uno que al parecer era el jefe de todos ellos porque cargaba un radio de comunicación walki talkie enganchado a su sebosa cintura, desde donde se oían las transmisiones de la gente de la feria.


 


–-Ramírez…. Ramírez….Repórtate a base central cambio…. biiiiii


 


–-Aquí…. Ramírez…… enterado ahorita voy para allá cambio"-….biiiii


 


El viejo le bajo el volumen al radio mientras la curvilínea chiquilla notó que era un viejo muy horrible, traía los tirantes del overol amarrados a su sebosa cintura, llevaba una playera sin mangas que dejaba apreciar unos grandes tatuajes de dragones a lo largo de los peludos y sudados brazos, el cuello se veía claramente cómo estaba perlado de unas asquerosas verrugas y sobresalía del pecho una mata de canosos pelos.


 


Llevaba la camisa toda traspirada de sudor, su cara toda llena de arrugas, unas horribles y gruesas patillas canosas que se juntaban con la abundante barba y los bigotes, haciéndolo ver mas siniestro, la boca le sonrió a la curvilínea chiquilla notando ella la inexistencia de dientes y con partes de la encía de un repulsivo color negro como si tuviera podrida esas zonas de la boca.


 


Y para terminar la descripción de este lujurioso viejo, una alborotada mata de pelos sucios y canosos en su cabeza, el viejo se acariciaba asquerosamente la peluda barriga pues tenia la playera a media barriga levantada, haciendo que Yamile Riveros le diera le diera un poco de asco al verlo tan cerca de ella y llegándole el tufo a sudor, ella sentía que ese sucio hombre le provocara rechazo y deducía que lo mas seguro es que llevaba sin ducharse al menos cuatro días


 


Todo lo opuesto de Yamile Riveros que era una chavita con una imagen limpia, fina, delicada, joven y muy hermosa, sin el más mínimo asomo de vulgaridad, además de noble y de buenos sentimientos de ella emanaba siempre un agradable olor a pulcra limpieza.


 


Contrastaban enormemente era como querer comparar un cristalino rió de aguas limpias y puras, con un caudal de aguas negras de un drenaje definitivamente nada que ver.


 


A Yamile Riveros le resultaba un hombre repugnante de aspecto pero no dejo ver su rechazo hacia los viejos, disimuló el asco que le daban, el viejo no le contesto a la jovencita, estaba extasiado viendo el despampanante y juvenil cuerpo de la colegiala, la recorría de arriba abajo con la mirada y no disimulaba su morbo, deteniendo su vista en el escote del pecho donde se mostraban obscenamente sus manoseables pechos que parecían desbordarse por el generoso escote, firmes, redondos como unos melones y con unos delicados pezones que se marcaban claramente sobre la delgada tela de la blusa, y las piernotas de la chica que sobre salían por debajo de la corta minifalda, Yamile Riveros se había dado vuelta y estaba de frente a ellos.


 


Y después de un silencio que a la colegiala se le hizo eterno por fin hablo el viejo con una voz aguardentosa le dijo.


 


–-¿qué anda haciendo una nena tan rica por aquí solita?


 


Ella tratando de dominar su incomodidad por las descaradas miradas dijo:


 


–-Discúlpeme señor estoy esperando a mi compañera que fue al baño.


 


La nena tratando de no dejar ver su creciente nerviosismo se agarraba su lacio y sedoso cabello que le caía de lado tapándole permanentemente muy sensualmente uno de sus bellos ojos verdes y se lo hacia para arriba solo para que en un momento volviera a caer de nuevo en su ojo izquierdo.


 


Su voz sonó para los viejos dulce e inocente y lo que le gusto al viejo es ese trato de "usted" signo inequívoco de temor y respeto sin duda la cosa iba por buen camino.


 


Don Pedro notaba que la colegiala tenia ese angelical y hermoso rostro de niña inocente ya que no le embarnecia su faz todavía, pero su cuerpo mostraba los atributos y las redondeces de una exuberante mujer y pensaba -mira nada mas qué chamaquita tan sabrosa me vino a caer.


 


El viejo tomando las cosas con calma tomo su lata de cerveza que llevaba en la mano le dio un trago y tiro la lata vacía al piso dando al mismo tiempo un asqueroso eructo y llevándose la percudida camisa a la boca para limpiársela.


 


Yamile Riveros hizo un gran esfuerzo para reprimir las arcadas de asco que le venían, todo era demasiado asqueroso para su pulcra educación y limpieza.


 


A continuación el viejo destapando otra lata le pregunto.


 


–-Cómo te llamas ricura.


 


–-Cof...cof…Yamile Riveros señor… Yamile Riveros, tosía la nena tratando de reprimir las arcadas de asco que le venían.


 


–-Uumm, bonito nombre para una nena tan rica, yo soy Pedro Ventura mamita.


 


Extendiéndole el sucio viejo su sudada mano, dudando un par de segundos la jovencita en darle la suya o no y al final cedió porque ante todo ella era una chica educada.


 


Casi se desmaya del asco al sentir sobre su fina y bien cuidada mano con un delicado manicure la piel de las palma de las mano del viejo toda pelada como si tuviese hongos pero enseguida la retiro.


 


Los otros viejos estaban a unos 3 o 4 metros dejando que su jefe hiciera su lucha con la escultural jovencita y esperando que también les tocara algo.


 


–-¿Quiénes son ustedes?..Preguntó un tanto temerosa la nena al viejo, tratando de visualizar bien de quiénes se trataba.


 


El viejo queriéndose lucir con la chamaca le dijo alardeando.


 


–- Somos los técnicos encergados de los aparatos de la feria mi reina, si no es por nosotros nada funcionaría y no habría feria mamacita ¿cómo ves ?.


 


La nena aparte del asco que le daba ese asqueroso viejo, sentía una grande antipatía al ver su tosquedad, su prepotencia y su machismo que showaba ese decrepito viejo.


 


Ella sentía que el ambiente se volvía cada ves mas pesado y queriéndoe despedir y salir de ahí le dicho al viejo.


 


–-Buuenoo don Pedro era un placer conocerlos, me quedo con un buscar a mi amiga.


 


Pero el viejo no estaba dispuesto a dejarla ir así de fácil nada más, con su enorme experiencia en mujeres ya había detectado en Yamile Riveros a una nenita ingenua, inocente una presa que no iba a dejar escapar así de fácil nada más y máxime que llevaba meses sin tocar a una mujer, esto por que era un viejo feo, asqueroso y muy prepotente y todas las muchachas lo rechazaban.


 

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