Pervertido vecino coge la ingenua Cielo Riveros tiene 23 años
Por fuera parecían una de las típicas parejas que parece que todo les sale bien, Jorge tiene un cargo importante en una empresa de renombre, actualmente tiene una relación con Cielo Riveros que es 8 años menor que el, la chica era muy hermosa y con una figura de envidia, pero a pesar de estar viviendo juntos un buen tiempo a lo único que se dedicaba era a sus estudios universitarios y su creciente carrera e el mundo del modelaje, tenía un gran corazón para ayudar a los demás pero los quehaceres del hogar no se le daban muy bien, obviamente Jorge ya sabía cómo era ella y a él solo le bastaba con que su mujer se vea lo más linda posible para presumirla en todo lugar, además que con lo que ganaba podía cubrir sus necesidades de limpieza y comida fácilmente.
Cielo Riveros tiene 23 años, bendecida con un cuerpo espectacular a la que periódicamente se dedica a mantenerlo en el gimnasio, sus largas piernas y su bien trabajado trasero eran sus partes favoritas y con lo que conquisto a Jorge, pero sus demás atributos físicos no se quedaban atrás ya que era poseedora de un buen par de pechos que bamboleaban majestuosamente cada vez que trotaba en la caminadora del gimnasio , su piel era clara, sus ojos de color avellana y su largo cabello que le llegaba hasta la cintura la hacían ver como una modelo profesional a pesar de que todavía era una novata en ese ámbito, su forma de ser coqueta y juguetona le resultaba de gran utilidad para salirse con la suya muchas veces, su bello rostro inocente hacía que muchos tipos tanto en el gimnasio como en la universidad quisieran algo con ella, pero a pesar de que su comportamiento les diera la idea de que era una chica fácil, siempre se hizo respetar cuando la situación lo ameritaba.
A pesar de su apariencia y de sus increíbles atributos, cualquiera pensaría que su experiencia con los hombres era inmensa, pero en su caso era todo lo contrario , Cielo Riveros era una principiante en el tema amoroso, antes de Jorge solo había estado con un chico y fue una experiencia fugaz, así que básicamente Jorge ha sido el hombre de su vida , ya tenía con el cerca de 4 años de relación y desde el segundo año se fue a vivir con él a su casa que si bien no era muy grande, era lo suficientemente acogedora para que vivan ellos dos.
Los primeros meses de convivencia fueron los más gratificantes para ambos, se vivió mucho amor y el sexo nunca falto, pero conforme pasaba el tiempo Jorge iba escalando de posición en la empresa, en poco tiempo ya estaba a cargo de un grupo de personas y debido a eso tenía que hacer ciertos sacrificios en su tiempo libre, descuidando mucho a su despampanante novia, poco a poco las relaciones íntimas fueron disminuyendo y para una jovencita tan ardiente y curiosa como ella era algo frustrante no llegar a hacerlo mínimo una vez al día, ella de alguna manera entendía lo cansado que puede llegar a ser el trabajo de su querido pero aun así quería poner de su parte para que regresen esas noches de pasión, muchas veces intento animarlo esperándolo con provocativos conjuntos que le quedaban a la perfección y si bien los primeros días funciono de maravilla, pronto se volvió algo rutinario y el cansancio del hombre era más, llegando a disculparse y decirle que tal vez mañana lo podrían hacer antes de caer rendido en la cama, hiriendo el orgullo de la jovencita, a la pobre y caliente no le quedo otra que satisfacerse a sí misma.
los meses pasaban y parecía que la cosa no iba a mejorar, pronto autosatisfacerse no era suficiente para ella, se hizo algo adicta a las paginas porno caseras, le gustaba ver como las chicas de los videos gozaban sin tener que aparentar nada como lo hacían las estrellas porno, pronto descubrió y le agarro un gusto a los videos donde tipos sin nada de gracia entre maduros y viejos cogían con mujeres mucho más jóvenes y hermosas, le gustaba ver esos rostros horribles disfrutar del momento, las chicas de los videos en su gran mayoría gozaban sin ningún tapujo ya que en la gran mayoría de videos caseros no tenían idea de que había una cámara que las esté grabando o tal vez simplemente se desfogaban ya que en su vida normal no tenían la oportunidad de pasarla bien como en ese momento, poco a poco Cielo Riveros adquirió una adicción por este tipo de porno en particular ya que pensaba que las chicas de esos videos pasaban por lo mismo que ella, que tenían esposos muy ocupados dejándolas insatisfechas y solo un maduro con toda su experiencia podía llevarlas hasta ese éxtasis con tanto anhelaban.
La jovencita muchas veces se ponía a pensar si fuera ella la que estuviera en ese tipo de situaciones, ver a la cara a esos viejos tristes y solitarios y darles una alegría que nunca olvidaran o por el contrario, ser sometida por esos maduros-viejos “malos” doblegándose a todo lo que le pidieran por más humillante que fuera y que la hagan llegar hasta el más profundo orgasmo, solo pensarlo le ponía la piel bastante sensible y sus pezones la delataban, sabía que con su físico podía hacer realidad todo eso , pero a la vez sentía remordimiento y algo de vergüenza en pesar esas cosas teniendo a su pareja que se mata por ella en el trabajo, pero su calentura era más y muchas veces se perdía en sus pensamientos morbosos.
Una mañana, luego de despedir a su novio y pasar varias horas en la laptop viendo porno, decidió caminar por la ciudad y despejar un poco su mente, se puso un polo de color celeste el cual no era muy ajustado, pero dado sus encantos, era imposible esconder sus pechos copa C, un leggin de color negro que le resaltaba bastante sus largas piernas y su bien tonificado trasero, unas zapatillas blancas, lentes de sol, se hizo una cola de caballo y se fue con dirección al centro de la ciudad.
la figura de la jovencita no pasaba desapercibido por las personas que le lanzaban silbidos, cumplidos y hasta piropos subidos de tono, cosa que ella ya estaba acostumbrada y solo tenía que ignorarlos, decidió desviarse un poco antes de llegar al centro, no paso mucho cuando empezó a caminar por un lugar no muy agradable a la vista, el típico rostro de la pobreza, suciedad y la desigualdad que había en toda gran ciudad, paso por la parte de atrás de un gran mercado popular, la triste vista junto al fuerte olor a basura y licor barato eran imposibles de ignorar, miraba en una esquina gente de mal vivir jugando cartas en una mesa improvisada y bebiendo algún licor artesanal, la joven por su seguridad decidió pasarse al otro lado de la acera pero aun así los chiflidos no se hicieron esperar, sus lentes de sol ayudaban a no delatar hacia donde dirigía su vista, miraba como los horribles sujetos se la devoraban con la mirada, la mayoría eran tipos de la calle de mínimo 50 años para arriba, todos andrajosos y no hacía falta acercarse para percatarse de que no habían tomado un baño en semanas, miraba también personas tiradas debido al exceso de licor y uno que otro anciano mendigando algunas monedas, en general una escena lamentable.
De pronto como una idea fugaz se le ocurrió que podría alegrarles la mañana a alguno de ellos, a pesar de que muchos aparentaban rudeza ella pensaba que también necesitaban recibir algo de afecto y que mejor que ella para darle un poco de eso y tal vez recibir algo delicioso a cambio por su buena acción, recordaba que en los videos de la internet, la mayoría de las chicas gozaban con encuentros casuales con tipos nada agraciados y bastante mayores como los que veía, por un momento se imaginó estar sentada en las piernas de alguno de ellos recibiendo una que otra caricia descarada a la vista de todos los demás, mientras seguían con su juego de cartas. Un pequeño impulso le animaba a acercarse a esos tipos, tal vez preguntarles algo inocentemente, ganarse la confianza de alguno de ellos y ver que podía pasar luego, pero el miedo y la vergüenza eran más fuertes y solo siguió su camino.
Luego de retirase en ese lugar siguió su paso firme hasta llegar al centro, trato de distraerse recorriendo los centros comerciales comprando algo de ropa y maquillaje, luego de mucho caminar, decidió descansar un rato en una pequeña plazoleta antes de regresar a casa, se encontraba exhausta luego de todo lo que había comprado, antes de sentarse en los banquitos se acercó al triciclo de un humilde vendedor de helados artesanales y le pidió que le diera un cono con dos bolas de chocolate, el heladero que era un hombre de rasgos andinos bastante marcados, una piel morena producto del inclemente sol a la que estuvo expuesto todos estos años y una estatura por debajo del promedio no perdía de vista a la escultural jovencita, el viejo que debía rondar los 65-70 años daría lo que fuera por tenerla solo un par de horas para gozarla y volver a sentirse joven , por su parte Cielo Riveros a pesar del cansancio y del calor sofocante se percató de las lascivas miradas hacia sus bien formados pechos, se sentía muy caritativa ese día y dado que con los otros viejos no hizo nada por vergüenza y miedo ya que eran muchos , ahora sentía que debía hacer algo ya que a comparación de los otros , este solo era un viejito inofensivo pensaba, así que al momento de recibir el helado se inclinó lentamente de forma que el anciano tuviera una buena vista del nacimiento de sus bien formado pechos y un poco más.
Satisfecha con el pequeño regalo que le había dado al viejo heladero le regalo una tierna sonrisa, le pago y luego se alejó de el en dirección a una banca con sombra, moviendo sus caderas lo más provocativo que podía.
Una vez sentada por fin se dispuso a disfrutar de su helado, sentía que había hecho una buena acción hacia un viejo y humilde vendedor de helados, la juguetona jovencita sabía que había alborotado al viejito cuando se dio cuenta que este había movido su triciclo de helados al otro extremo de la pequeña plazoleta intentado actuar como si esperara más clientes, pero su intención era clara, el viejo quería seguir deleitándose con el cuerpazo de la universitaria y observaba no muy lejos de donde estaba ella. La necesidad de darle otra golosina al viejo comenzaba a encenderla y sacar su lado más juguetona, se percató que no hubiera nadie más cerca, entrecruzo sus piernas y comenzó a lamer el helado de una forma bastante erótica, como si se tratara de una verga, el viejo miraba embobado como esa hermosa jovencita se acomodaba su cabello y ligeramente movía su boca de una forma bastante provocativa, pasando su lengua por todo lado y embarrarse sus labios con todo el helado, la cereza del pastel en el juguetón plan de la jovencita fue cuando a propósito hizo caer un poco de helado a la altura de sus pechos, escurriéndose un poco de helado dentro, haciendo que ella saque un pequeño pañuelo para limpiarse, primero la parte superior, luego estiro un poco el polo hacia abajo y empezó a limpiarse todo lo que se había derramado y había escurrido por sus pechos, sabía que el viejo la estaba mirando así que bajo un poco más su polo y se tomó su tiempo limpiándose.
Ahora si se encontraba satisfecha, sabía que su viejito pervertido lo había visto todo así que como ultimo regalo dejo el pañuelo con el que se había limpiado sus pechos en el asiento y se retiró de igual manera moviendo rítmicamente esas caderas, sabía que ahora él podría tener algo en que pensar en las noches y recordarla siempre. Pasado unos minutos de que se fuera la sexy jovencita, el vejete fue hasta el asiento donde había estado su joven musa, tomo el pañuelo y antes de guardárselo le dio una gran aspirada a este sintiendo el aroma a rosas que seguramente usaba como perfume, luego de eso se lo metió al bolsillo y con una gran sonrisa se montó en su triciclo a seguir vendiendo sus helados.
Cielo Riveros regreso a su casa y empezó a recordar la experiencia que había pasado con el viejo heladero, a pesar de sentir que había hecho algo bueno por un viejo de aspecto triste, sentía un poco de remordimiento por lo que le podría decir Jorge si se enteraba ,sabía que no debía pensar en eso más, pero la idea y todo el porno que había visto las ultimas semanas ya estaba metida en ella y con un novio que no la satisfacía como antes, se le hacía difícil pensar con claridad, la universitaria decidió tomar un largo baño para meditar todo lo que había pasado, mientras se relajaba en la bañera escucho el timbre de la puerta, al principio no le tomo importancia, pero era tanta la insistencia que tuvo que ponerse su bata y salir a ver quién era el que tocaba de esa manera. Para su sorpresa se trataba del viejo Rómulo, el vecino más veterano de la urbanización.
Don Rómulo era un viejo de 62 años, un poco más bajito que Cielo Riveros llegándole a la altura de los labios, su piel era cobriza con unas arrugas y ojeras bien marcadas que denotaban que había tenido una juventud bastante difícil desde la pobreza extrema que sufrió en su infancia hasta los malos pasos por los que estuvo encaminado un tiempo en su juventud-adultez, su contextura era delgada, aunque ya se le estaba notando algo de barriga producto de la cerveza, sus ropas consistían básicamente en una camisa de color blanco bastante percudida la cual la tenía abierta enseñando el típico bividi dentro y un pantalón de tela bastante gastado y holgado, a pesar de su horrible aspecto y sus malos hábitos el viejo aún tenía fuerza suficiente para joder a los demás vecinos con cualquier cosa, era el tradicional viejo gruñón de la urbanización, aunque su comportamiento cambiaba cuando se trataba de alguna chica bonita, comportándose de la mejor manera para ver si alguna caía en sus manos, cosa que no tenía mucho éxito por su apariencia, edad y su escaso dinero.
Cielo Riveros y su novio habían conocido al señor desde que se mudaron, en una época en donde los vecinos casi ni se saludan, él había sido uno de los vecinos que mejor la había tratado y la había ayudado a ella y a Jorge en más de una ocasión cuando la necesitaban. Era un viejo hábil ya que en su juventud tenía que valerse y aprender muchas cosas para sobrevivir y no regresar a la mala vida del robo y demás cosas. Cielo Riveros sentía que él era como un tío para ella y amaba su naturaleza gentil, claro que esa gentileza que irradiaba don Rómulo solo era hacía ella, ya que con su novio las cosas cambiaban y habían tenido más de una discusión por cosas triviales, vivía en una de las casas más humildes de la urbanización, la modesta casa pertenecía en si a su esposa que era la que trabajaba cuando aún estaba con vida, el por su parte siempre se la había pasado holgazaneando desde que se casó, ya habían pasado cerca de 15 años desde que su esposa falleció, su único hijo nunca tuvo buenos recuerdos de él y hace mucho que ya no lo visitaba, a estas alturas de su vida y debido a su forma de ser, prácticamente a nadie le importaba su situación, era solo un anciano solitario triste que si algún día caía muerto a nadie le iba a importar.
Cielo Riveros a pesar de estar solo en bata le dio una tierna sonrisa y le pregunto que deseaba, pero para su sorpresa ese día el viejo se encontraba bastante ofuscado quería desfogarse con Jorge ya que la mascota de la pareja tenía la fama de escaparse y en esa ocasión había dañado casi todas las plantas de su frentera, pero al solo estar la dulce joven, se tuvo que contener y tomar un tiempo para procesar la situación de ver a la joven ama de casa en bata de baño, luego de un momento fugaz de aclarar sus ideas, volvió a recordar su jardín y le explico bastante irritado todo lo que había pasado, luego de explicarle la situación la jovencita solo atino a disculparse y a ofrecerse a reponer todas las flores que había dañado su mascota, le pidió un momento para cambiarse e ir a revisar junto con el que tanto había sido el daño. Luego de un rato la tierna jovencita salió con un vestido floreado típico de verano que le llegaba un poco más arriba de la rodilla, unas sandalias blancas y un sombrero típico panameño que estaba de moda en ese entonces fueron sus acompañantes finales.
Al llegar a la casa del viejo noto que su perro había hecho realmente un desastre y esto no le tomaría solo un día, así que le prometió que vendría en las mañanas para reponer su jardín y además ayudarlo con algunos quehaceres básicos ya que veía que la casa estaba bastante descuidada ya que al viejo poco le importaba la limpieza y el orden, su único pasatiempo era su jardín y nada más.
Dada su inexperiencia en jardinería a Cielo Riveros le tomo varios días arreglar todo el desastre de su mascota, todos los días venia con ropa deportiva. Don Rómulo nunca perdía detalle del hermoso cuerpo de la jovencita, cada vez que la jovencita venía a su casa este se echaba en su vieja hamaca y ayudado con unas gafas negras podía mirarla sin ningún problema de incomodarla, al terminar el trabajo del día, el viejo le ofrecía alguna bebida pero se negaba a ayudarla en el jardín ya que sentía que ese era el deber de ella, cuando ya estaba a punto de irse se sentaban a charlar un momento, a Cielo Riveros le caía realmente bien el viejo, no le importaba que este no le ayudara ya que sentía que todo esto era su culpa por no controlar a su mascota, por lo que tampoco le dijo a Jorge lo que hacía en las mañanas, la joven estaba verdaderamente a gusto arreglando y aprendiendo sobre la jardinería, por su cabeza no pasaba usarlo para sus nuevos fetiches por miedo a destrozar esa bonita amistad.
Al tercer día el jardín estaba casi terminado y don Rómulo le pidió que le ayudara a mover unas cajas.
-No hay problema, señor Rómulo. Muéstreme el camino — respondió Cielo Riveros y siguió a Don Rómulo por las escaleras, donde le señaló varias cajas cargadas de viejas posesiones. El anciano observó a la joven agarrar la primera caja y subir las escaleras. Él la miró por detrás mientras ella subía por la escalera. El arrugado tipo notó lo grande y firme que era ese joven trasero cubierto por ese apretado leggin de color negro, mientras él se quedaba abajo, la observaba atentamente como esta subía a paso firme.
Él afortunado se quedó mirando mientras ella ahora bajaba de nuevo, sus pechos rebotaban suavemente dentro de su camiseta deportiva con cada paso que daba demostrando que a pesar del buen tamaño que tenían se mantenían firmes producto de la juventud. Cielo Riveros parecía ajena a la mirada de Don Rómulo, todavía lo veía como un viejo amigo y le prestó poca atención mientras ella volvía por otra caja. A medida que Cielo Riveros avanzaba en la tarea, disminuyó un poco la velocidad, lo que le dio al viejo tiempo extra para admirar ese gran y hermoso trasero moverse con cada peldaño que subía la jovencita.
Pronto, Cielo Riveros movió todas las cajas. Un ligero sudor le cubría el rostro, levantó la parte inferior de su blusa para limpiarse la frente mientras don Rómulo miraba. Su camiseta deportiva se levantó para revelar un estómago firme y plano. El polo deportivo fue levantado hasta el punto que mostraba los bordes del brasier, luego regresó la prenda a su lugar y sonrió al encontrarse con los ojos del viejo.
– ¡Vaya! Todo listo Sr. Rómulo. ¿Algo más que pueda hacer?
–Oh, no querida, eso es todo. Qué placer verte trabajar. Quiero decir, bien ya sabes … umm
– ¿Qué pasa, señor? — Preguntó la muchacha, intrigada por el tartamudeo del viejo.
–Bueno, Cielo Riveros, me disculpo si mi mirada te resulto incomoda estos días, ha pasado tanto tiempo desde que vi el cuerpo de una mujer, especialmente uno tan hermoso como el tuyo, Espero que no te moleste que te lo diga
– ¿En serio, señor Rómulo? No, para nada. ¡Ni siquiera me di cuenta! Jajaja…esteee… ¿cree que tengo un buen cuerpo? — preguntó Cielo Riveros y subconscientemente pasó las manos por los costados hasta pasarlas por las caderas y sobre su estómago.
–Oh sí… realmente eres muy hermosa. Me pregunto si podrías hacerme un pequeño favor. Umm, algo como … no olvídalo … ni siquiera debería preguntar … lo siento
Cielo Riveros hizo una pausa y observó al anciano desviar su mirada por un segundo, alejándose y murmurando un poco incómodo y avergonzado.
– ¿Qué es señor Rómulo?, usted me ha ayudado tanto todo este tiempo, ¿qué tipo de favor puedo hacer por usted?, Realmente puedo intentar ayudar.
–No, Cielo Riveros … no debería haber dicho nada … es solo que cuando te vi trabajando hoy, me di cuenta de cuánto tiempo había pasado desde que había visto a una mujer hermosa y poder admirar su cuerpo.
-Ay muchas gracias señor Rómulo, pero dígame, ¿qué favor me quería pedirme? dígamelo con confianza
–Oh, me siento tonto ahora … es solo que esto días te he visto con tu ropa deportiva que por cierto te queda muy bien, pero … pensaba si tal vez pudiera verte con otro tipo de ropa … ya sabes, algo más ligero, típico del verano y típico de una mujer tan joven y bella como tú, tal vez un shortcito … o una minifalda o algo así. Sería una forma de recordar y apreciar cómo se ve realmente una mujer ya que como sabes mi esposa falleció hace 15 años y desde entonces no he estado con otra mujer.
Cielo Riveros se sorprendió un poco, no se había percatado de que el viejo la había estado mirando todo este tiempo y es que con los lentes oscuros que usaba don Rómulo, era difícil saber hacia dónde dirigía su mirada
– ¡guau!, señor Rómulo, no sé … eso es un favor diferente … se lo digo porque no creo que a mi novio le agrade la idea de que yo use ese tipo de ropa cuando no estoy con el..
–No, está bien, ni siquiera debería haberlo preguntado. Por favor, olvida que incluso dije algo … No quiero que pienses que soy un viejo imbécil … lo siento.
-Oh, no se preocupe Don. En realidad, su comentario no me molesto para nada, es solo que no tengo nada así, aunque supongo que no es muy diferente a los shorts deportivos que uso cuando voy al gimnasio, Empecé a usarlas este verano, pero fuera del gym no las uso.
–Pequeña, tu cuerpo es muy lindo deberías comprar algunas cosas como las que te mencione … ¿o podría?… ¿Quieres algunos atuendos bonitos?, Te diré qué, por todo el trabajo que has hecho en el jardín y dentro de la casa, como agradecimiento puedo comprarte algunos de esos conjuntitos para ti y puedes usarlos cuando quieras acá.
-ummm, bueno, supongo que no sería nada malo variar un poco mi ropa para no estar con lo mismo siempre, no es que me falte, pero un conjunto nuevo de ropa nunca cae mal jeje, está bien acepto, Anotaré mis tallas para usted, para serle sincera Estaba pensando en comprar algunas ahora que empieza el verano
–Bueno, si te compro algo … ya sabes … de buen gusto, tal vez podrías modelarlo aquí, solo por unos minutos– Sugirió con algo de miedo obteniendo la aprobación de la jovencita que movió la cabeza de forma positiva.
“Realmente esto era un poco extraño, El viejo señor Rómulo acaba de pedirme que modele alguna minifalda para que le recuerde cómo es una mujer joven, Supongo que realmente debe estar solo y han pasado muchos años desde que su señora estaba viva, Bueno, qué malo puede ser, estamos empezando el verano y lucir un poco las piernas no haría daño “– pensó la jovencita
-Bueno, sería lindo tener un atuendo o dos, así que … ¿por qué no?
–Listo entonces, eso lo resuelve, elegiré algo más tarde en alguna tienda del centro y podrás tenerlo para ti muy pronto, ¡piénsalo como un regalo de mi parte para este verano! y también por ser una vecina responsable que se hace cargo de las travesuras de su mascota.
– ¡De Acuerdo! — declaró Cielo Riveros, agarro un bolígrafo sobre la mesa y anotó las tallas que usualmente usa en ese tipo de prendas de vestir.
El viejo miro el papel, se hizo una idea de las tallas, sonrió al imaginarse como se vería la jovencita con el tipo de ropa que el elegiría por ella y luego de un silencio incomodo el viejo volvió de sus pensamientos y le ofreció un poco de té.
-No, está bien, señor Rómulo. Realmente debería irme
Cielo Riveros se dirigió a la puerta de salida, el vejete la siguió de cerca, mirando aún más de cerca ese delicioso trasero, antes de irse la joven se acomodó una de las zapatillas en frente del viejo, mientras se agachaba, el anciano observó como la camiseta deportiva caía un poco dejándolo ver parte de esos hermosos pechos que se bamboleaban cuando se movía para abrocharse las zapatillas. Cuando la joven se puso de pie, el viejo desvió rápidamente la mirada y observó a la sonriente muchacha decirle adiós y salir.
Esa misma tarde Don Rómulo llego hasta una tienda de ropa juvenil, su nerviosismo era evidente, pero la vergüenza de entrar a esa tienda a ver ropa de mujer siendo el un anciano sabía que iba a valer la pena, cuando entró, una joven detrás de la caja lo saludó calurosamente.
-Hola señor, adelante ¿busca algo en especial para algún familiar?
–Bueno, quisiera comprar unos regalos…para mi nieta — respondió el viejo y sacó la hoja de papel con las tallas de la joven
-Oh, sí, tenemos muchas cosas de esa talla.
la mujer le mostró un estante con todo tipo de ropa donde había desde la más mojigata hasta las más atrevidas
-Eche un vistazo y me avisa si necesita ayuda – dijo alegremente la vendedora y luego regresó a la caja.
El viejo examinó el estante y encontró algunas prendas que pensó que se verían geniales en la muchacha. Primero sacó una pequeña microfalda, combinado con una blusa de color negro con un generoso escote, también vio unos shorts bastante pequeños los cuales seguramente no llegarían a cubrir completamente las imponentes nalgas de la jovencita, el viejo no quería llevar las cosas demasiado lejos la primera vez, no quería parecer demasiado pervertido. Pero el solo imaginarla con alguna de esas prendas lo hacía babear.
El viejo siguió buscando, ya tenía algunas prendas preseleccionadas, Le llamo la atención unas blusas ceñidas, notó que la tela blanca era un poco transparente a plena luz, sabía que tenía que llevar si o si esa prenda
Ya de noche en la casa de la jovencita, Jorge una vez más se había quedado dormido apenas había llegado del trabajo dejando a la pobre universitaria con ganas de un poco de sexo, ya en la cama la nena pensó en todo lo que había pasado en el día y lo que podría usar mañana, por un momento se le vino a la mente esas imágenes de su computadora donde tipos horribles disfrutan de cuerpos jóvenes como el suyo, a pesar de ellos se negaba a pensar que su buen vecino se prestara para esas cosas, a lo mucho pensaba que era un poco pervertido pero no lo culpaba ya que había pasado mucho tiempo desde que su esposa falleció, pero de ahí a que se sobrepasara con ella era imposible, de alguna manera estaba ansiosa de ver qué tipo de ropa le había comprado su viejo vecino.
Al día siguiente, Cielo Riveros se presentó de manera puntual como todos los días, llevaba una vez más sus leggins negros, pero ahora tenía un pequeño polo ceñido escotado de color rosado, como hoy no iba a trabajar en el jardín, pensó que podría usarla y ver la reacción de los tipos que pasaban por su lado hasta llegar a la casa del viejo. Era un cálido día y la joven se preguntaba qué tipo de ropa habría comprado el viejo para ella.
Apenas estuvo en la frentera, don Rómulo le abrió la puerta, el viejo la estaba esperando ansioso desde las primeras horas de la mañana, el anciano había separado los conjuntos que había escogido y los tenía en bolsitas sobre la mesa del comedor. Una vez que la jovencita estuvo dentro, el viejo se ocupó de preparar algo de té y de escuchar todo lo que había hecho la jovencita durante la tarde de ayer.
Habían pasado unos cuantos minutos, el viejo no prestaba atención a la historia de Cielo Riveros, solo quería llegar al momento donde ella se fuera a cambiar, apenas podía contenerse, así que le empezó a cambiar la conversación poco a poco hasta llegar a la parte de los regalos. Le dio la bolsa que contenía un pequeño short corto de mezclilla de cintura baja de color blanco junto a una blusa veraniega con un generoso escote, vio la marca y noto que era de una tienda reconocida por lo tanto no era nada barato lo que tenia en sus manos, se sintió algo culpable ya que sabía que su vecino no contaba con mucho efectivo y encima le había comprado ropa de marca, lo mínimo que podía hacer era modelársela y agradecerle el gesto.
– ¡Oh, que bonito, gracias don!
Ella vio el atuendo y lo sostuvo contra sí misma. Pensó que no sería tan revelador cuando lo usara, de hecho, estaba un poco decepcionada, ya que pensaba usarlo algún día para provocar otra vez a esos viejos ebrios del mercado, aun así, estaba muy entusiasmada con el atuendo.
La jovencita llevó la bolsa con ella al baño y se puso el atuendo nuevo. Le gustó cómo se veía y notó como ese escote resaltaba sus pechos, luego siguió con el pequeño y bastante ajustado short el cual no le llamo mucho la atención al principio, pero a la hora de ponérsela noto que era mucho más pequeño y llamativo de lo que había pensado, se dio varias vueltas en el espejo del baño antes de salir, la primera impresión que tuvo de la ropa la había parecido normal, pero una vez puesta ,se veía realmente espectacular en ella, le sorprendía lo bien ajustado que le quedaba y es que lo que no sabía es que el viejo había recibido ayuda de la recepcionista de la tienda para escoger la mejor prenda de acuerdo a las medidas anotadas por ella, solo había un detalle y es que sentía que sus zapatillas no combinaban con la ropa, luego de meditarlo por un momento decidió quitárselas así como sus medias y salir así, le gustaba más salir descalza que salir con unas zapatillas que no combinaran con la bonita ropa que le había comprado su viejo vecino.
El vejete esperó impacientemente en su sofá, apenas capaz de contenerse, Empezaba a imaginarse la escena de la universitaria cambiándose, finalmente oyó la puerta del baño abrirse y la cabeza de Cielo Riveros se asomó por la esquina.
-Sr. Rómulo …. No estoy muy segura de esto … es solo que yo mmm … ya sabe.
–tranquila niña, está bien, estoy muy seguro de que te ves hermosa, me tome el tiempo para asegurarme de que fuera de la talla que me anotaste en el papel, pero si aun así no te queda me dijeron que podían cambiármelo, pero no creo que sea el caso, estoy seguro de que le atine y que te ves genial.
-Bueno, está bien, supongo … la joven universitaria pensó que tal vez todo esto no era una buena idea, pero, aun así, Don Rómulo era un tipo tan gentil con ella y realmente parecía tan inofensivo que, si alguien debería verla usando esos pequeños shorts aparte de su novio, debería ser su viejo vecino, así que salió del baño y entro a la sala
El horrible viejo vio a la jovencita salir tímidamente del baño vistiendo el atuendo. El pervertido no podía creer lo que veía. El escote era más grande de lo que había previsto y le daba una buena vista de esos amamantables pechos sin que ella se agachara, lentamente bajó la vista y pudo ver esas bien torneadas piernas totalmente depiladas, el detalle de estar descalza le había gustado ya que resaltaba aún más sus largas piernas, el viejo se quedó embobado unos segundos admirando a la jovencita, fue entonces cuando se percató que se estaba creando un silencio incomodo y miró a Cielo Riveros, notó que ella tímidamente desvió la vista hacia abajo y con sus manos hacia atrás como si esperara su aprobación.
–¡oh por Dios!, ¡eres toda una hermosura!, …es, es… wow, ese atuendo te queda fantástico. Es perfecto.
-jiji gracias, le confieso que no estaba muy segura al principio, hace mucho que no me ponía un short tan pequeño y apretado.
–fue hecha para ti Cielo Riveros, vamos regálame una vueltita
La jovencita lo dudo un segundo, pero gracias a los ánimos del viejo, se dio la vuelta lentamente, como si lo estuviera modelando.
–Bueno, Señorita Cielo Riveros, se ve genial. Estoy seguro de que volverá loco a su novio cuando la vea usando esa ropa, será el chico más feliz del mundo
-Gracias, señor, realmente me gusta el conjunto que eligió.
–Bueno, no estés tan tensa niña, suéltate un poco, Camina de un extremo al otro. Intenta dar una vuelta o dos como si fuera la pasarela de modas a la que estas acostumbrada — sugirió el viejo queriendo que la jovencita gane mucha más confianza
Cielo Riveros sabía que el viejo exageraba ya que aún era una novata en el tema de desfiles y solo había participado en un par, pero aun así se sintió envalentonada por el halago y se volvió más segura al momento de modelarle. El viejo apenas apartó los ojos de ella en todo ese tiempo, no quería incomodarla mirándola fijamente , pero era imposible apartar la miraba de ese gran trasero cuando la chica le daba la espalda, pronto comenzó a aplaudir para darle ritmo a la caminata, ella reaccionó poniendo un poco de influencia en sus pasos , contorneaba sus caderas como si realmente estuviera desfilando en unos de esos concursos de belleza, Ella siguió ganando confianza deteniéndose un poco más cerca de él cada vez hasta que casi rozó su trasero contra el afortunado pervertido que se encontraba sentado en el sofá.
–Bueno, Cielo Riveros. Creo que con ese conjunto serás la envidia de todas las chicas.
Cielo Riveros le respondió con una leve sonrisa, un poco sonrojada por sus movimientos, pero dándole a entender que se estaba divirtiendo
–esto… Cielo Riveros. Conseguí un par de atuendos más para ti, quizás también te guste este de acá es un poco más de verano, así que puedes probarlo ahora o más tarde, pero creo que te hará lucir realmente sexy, toma la bolsa, depende de ti, pero si quieres probártelo, le harías un gran favor a este viejo viudo
Cielo Riveros tomó la bolsa y miró dentro para encontrar una microfalda de esas que con un leve movimiento no te aseguran que te vaya a cubrir el trasero por completo y una blusa bastante curiosa. Este era el tipo de ropa que realmente había pensado ayer, pero parecía demasiado atrevido para modelárselo, por fin entendió que el viejo no era tan inocente como pensaba, pero no podía culparlo hace mucho que su mujer había fallecido así que alegrarle un poco la vista no haría daño a nadie, además que poco a poco esta situación se estaba pareciendo a los videos que le gustaba ver, por un momento le dio un poco de vergüenza continuar pero luego de un rato decidió seguir con el juego. Una vez dentro del baño procedió a cambiarse, empezó con esa microfalda de color negro, le tomo algo de esfuerzo ponérsela y ajustarse bien el cierre, noto que a las justas y le cubría todo su imponente y bien trabajado trasero, pero al inclinarse solo un poco ya empezaba a mostrar más de la cuenta, luego procedió con la blusa que le había llamado la atención cuando lo vio en la bolsa y ahora que se lo había puesto noto que no se había equivocado, la tela era levemente transparente y para su mala suerte ese día llevaba un brasier negro de media copa el cual resaltaba bastante con esa blusa, miró de nuevo todo el conjunto, poso unas cuantas veces en el espejo contemplando la naturaleza reveladora de las prendas, por un momento se imaginó pasando con esa ropa cerca de los vagos que jugaban cartas o provocando otra vez al viejo heladero del triciclo, su mente comenzaba a volar aunque sabía que Jorge nunca le iba a permitir salir sola con ese tipo de atuendos tan “vulgares”, por lo que tendría que ingeniárselas para salirse con la suya.
Cuando la jovencita dejo de imaginarse cosas que no debería, se volvió a preguntar si debería modelar el atuendo, de pronto escuchó al horrible viejo preguntar si todo encajaba bien.
-Sí, señor Rómulo, bueno…eso creo.
–Vamos linda sal y lo comprobaremos con seguridad
El tono amable del viejo hizo que la jovencita encontrara el valor para salir del baño. «Supongo que no hay nada malo en modelarle un poco, Sin duda es más revelador que el otro atuendo, pero es solo el Sr. Rómulo, así que no puede ser tan malo que se gane un poco este viejito pervertido jiji». — Pensaba la sexy jovencita que no se daba cuenta de lo excitado que se encontraba el anciano en esos momentos solo de esperarla
-Ok, señor Rómulo, supongo que puede echar un vistazo
Ella abrió la puerta lentamente, nuevamente, con una leve vacilación, la universitaria cruzó la puerta y encontró al horrible viejo de pie esperándola, Ella notó como se le abrieron los ojos cuando salió y la vio con ese diminuto atuendo,
la vista era impresionante, el viejo tuvo que sentarse un momento, no podía creer su suerte mientras veía a Cielo Riveros salir del baño con el atuendo más sexy que podía imaginar. El conjunto resaltaba a la perfección las curvas de la nena, cuando entró en la sala, la blusa transparente mostró ese brasier de media copa que sostenía esos senos llenos de vida. Con cada paso de la sexy universitaria se podía notar el ligero balanceo de sus pechos y unas pequeñas protuberancias que sobresalían producto de todo lo que había estado pensando Cielo Riveros antes de salir del baño y que no se había percatado. Cuando ella se acercó más vio que los ojos del viejo se perdían en sus pechos es cuando se dio cuenta de que sus pezones se habían puesto duros y estos se notaban claramente a través de la prenda, por lo que cruzo sus brazos tratando de taparlos.
El viejo noto la expresión de la jovencita y pensó: «tengo que controlarme, si la sigo viendo de esa manera esta zorrita se pondrá incomoda y todo se ira a la mierda, ella no debe saber cuántas ganas tengo de cogérmela, tengo que aguantar…al menos hasta que agarre más confianza»
–Epaaaaaaaa señorita Cielo Riveros, eres increíble, es un placer para un anciano tener la oportunidad de apreciar este hermoso espectáculo
-Sr. Rómulo, realmente no estoy muy cómoda con esta blusa transparente … lo siento … no estoy segura de esto.
–Oh, está bien preciosa, solo quería ver cómo te quedaba y sin duda esas prendas están hechas para ti, vamos regálame otra modelada como la anterior
La universitaria dudo un poco, pero aun así se puso a modelar aun con sus brazos entrecruzados, la transparencia de la prenda superior la tenía algo atontada de la vergüenza y se había olvidado de la pequeña microfalda que al inclinarse un poco le regalaba un espectáculo indescriptible al asqueroso viejo de sus increíbles y apetecibles nalgas
El arrugado tipo no estaba preparado para tal acontecimiento, pero vio lo suficiente para darse cuenta de que acababa de ver el culo más hermoso de toda su penosa vida y estaba solo a unos pocos metros de sus ojos y no era para menos, ya que el trasero de la jovencita era su mejor atributo.
— Cielo Riveros, se te ven genial
Sin saber si don Rómulo se refería al atuendo o a alguna parte de su cuerpo, se dio la vuelta para mirarlo, la sexy jovencita se quedó quieta mientras el viejo examinaba su cuerpo. Poco a poco se empezaba a relajar, “lo peor ya había pasado” pensaba ella mientras veía como el viejo la examinaba sentado en el sofá, sin duda don Rómulo estaba disfrutando mucho de esto y bueno, ella también estaba empezando a gustarle el morbo que estaba ocasionando.
“Esto no es tan malo”. “de alguna manera estoy ayudando a una persona solitaria” pensaba ella, la jovencita estaba feliz de poder darle un poco de alegría a un viejo solitario.
–Intenta caminar de nuevo como si fuera un desfile de modas, pero ahora sin las manos entrecruzadas
La jovencita con más confianza de tener la situación controlada obedeció e hizo la misma caminata por el pasillo de la sala, dejando que sus pechos se movieran libremente con cada contorneo que ella hacía, girando al final y regresando.
El pervertido aprovechó al máximo esto y miró sus perfectas nalgas y el bamboleo de esos juveniles pechos que rebotaban con cada paso mientras ella se acercaba.
La joven ya más desinhibida escuchó nuevamente al viejo comenzar a aplaudir lentamente y después de un viaje por el pasillo, tomo el ritmo de los aplausos y volvió a mover sus caderas al ritmo de los aplausos.
Pronto la situación le hizo acordar a uno de los videos que había visto en su computadora donde una jovencita le regalaba un striptease a un arrugado y asqueroso tipo, la situación le estaba empezando a calentar.
«Uno, dos, tres y cuatro, Uno, dos, tres y …» hablaba el horrible viejo mientras los aplausos eran de lo más sonoro para que Cielo Riveros siguiera el ritmo. La jovencita continuó el acto del desfile y cada vez se acercaba al viejo que se encontraba parado, Luego comenzó a rozarse intencionalmente contra él mientras giraba y como su trasero solo estaba cubierto por esa fina tela y su pequeña ropa interior de color negro, el vejete pudo sentir la suavidad de esas carnes cuando se acercaba.
El suertudo tipo vio como la universitaria se le acercaba de nuevo levantando la mano, Cuando se giró, esa juguetona mano rozó todo el ancho de esa arrugada mejilla.
Un par de pasos más y la nena se detuvo, se giró para mirar al señor Rómulo ,parecía estar esperando alguna instrucción, el viejo le pidió un desfile más y ella asintió con una sonrisa y un leve movimiento afirmativo de su cabeza, con cada viaje que hacía, parecía relajarse y disfrutar más de su exposición, Ni siquiera le importó tanto que parte de su trasero era visible cuando hacia el giro, Podía ver el efecto que estaba teniendo en el viejo pervertido y le gustaba tener en esa situación a aquel anciano que nunca podría obtener en ningún otro lado el espectáculo que le estaba regalando ella, luego de un par de modeladas estaba frente al viejo otra vez, un poco fatigada por su desfile por el pasillo.
Todo lo que había pasado el viejo hasta ahora era como un sueño, veía a Cielo Riveros mucho más segura que antes, sentía que tal vez la jovencita podría estar dispuesta a mostrar más si se lo pedía de la forma correcta
–Sabes pequeña, todo esto ha sido hermoso, me has regalado un rico espectáculo, han pasado tantos años desde que vi un cuerpo tan perfecto y femenino como el tuyo… ¿Hay alguna manera de que te sientas cómoda mostrando …tal vez… ¿un poco más? Prometo no hacer nada, es que tu cuerpo es tan… tan perfecto.
La atrevida proposición del anciano sorprendió a Cielo Riveros, sabía que lo correcto hubiera sido negarse y salir de ahí, pero en ese momento recordó aquellos videos pornográficos donde muchas veces empezaban de esa forma y luego terminaban abruptamente en la mejor parte dejando con ganas de más a la pobre jovencita. Quedó congelada en el lugar unos segundos pensativa. ¿Qué tan lejos podría llegar en esta situación?, Su situación era muy parecida a la de algunos videos que a ella le gustaba ver, ¿podría continuar?, Realmente esto había comenzado como un pequeño favor al probarse los atuendos que compró el “amable” viejo, pero esto ya era un poco diferente
-Ummmh, señor, ¿realmente quiere ver más? ¿Me refiero a mí en ropa interior? ummm, eso ya es un poco más difícil, ¿no le parece?»
–No, niña, está bien, lo siento, pregunté porque creo que cualquier hombre querría verte un poquito más descubierta si tuviera la oportunidad, eres tan hermosa… cualquier hombre caería a tus pies.
El viejo ahora sentado en el antiguo sillón de la sala, se preocupó un poco por la forma como se mandó con su proposición, comenzó a tartamudear en su respuesta, además tenía otro problema y es que su erección estaba en su punto más alto debido a todo el espectáculo recibido, afortunadamente la nena no se había dado cuenta ya que el hombre se sentó, disimulando su enorme erección.
–Si… si pudieras hacerme este favor, estaría eternamente agradecido contigo Cielo Riveros, imagina que fuera como si estuvieras probándote un bikini antes de ir a la playa, es casi lo mismo, tal vez solo podría ser una prenda… ¿Tal vez solo tu parte superior?»
Cielo Riveros se encontraba pensativa, posar en bikini ya lo había hecho en alguna oportunidad para un concurso de belleza en la playa y para su novio, pero nunca para otra persona en particular, además sabía que los bikinis que había usado era de tamaño normal, en cambio su ropa interior era bastante más pequeña tanto en la parte superior como inferior, a pesar de eso su morbo era mas, pronto empezó a encontrar más pros que contras al pedido del viejo, por su cabeza pensaba y sentía lastima de recordar de que tal vez esta sería la última vez que podría ver a una jovencita en ropa interior,
-Bueno, está bien…supongo
Al viejo se le dibujo una sonrisa de oír esas mágicas palabras, dicho esto, la nena puso sus manos arriba y comenzó a quitarse aquella blusa transparente que ponía loco al viejo, de pronto esos ojos lagañosos se abrieron como platos cuando vio ese perfecto par de senos caer al momento de que la nena se sacara la blusa, era increíble el bote que daban, se les notaban majestuosas, firmes y listas para ser chupados.
A pesar de su duda inicial, pronto se dio cuenta de que estaba disfrutando la atención que él vejete le estaba dando, Ella observó esos ojos que miraban fijamente su pecho.
–Dios mío… OH dios mío
jadeó el viejo, viendo como esta joven diosa había cumplido con su pedido y ahora vio esas esplendidas montañas de carne adornadas con ese pequeño brasier en su propia sala de estar. Ella permaneció inmóvil, sintió que sus pezones una vez más se tensaban al saber que él los miraba fijamente. Nadie dijo nada por unos segundos. La nena se quedó quieta mientras el viejo verde la miraba sin pestañear, ahora sin esa blusa, pudo notar las pequeñas pecas que adornaban la parte superior de los pechos, le dio un pequeño piropo referido a esas lindas pecas sorprendiendo a la jovencita lo observador que era el anciano y recordaba como su novio jamás le había dicho algo de sus pecas
la joven universitaria se movió ligeramente y sus senos temblaron. Don Rómulo finalmente rompió su mirada y miró a su musa que buscaba la reacción de él.
–¡guau!, Dios mío, me he quedado sin palabras, son magníficos… digo, ummm, no puedo creer lo perfectos que son.
– veo que realmente le gusta la vista, señor pervertido jiji
La joven un poco más calmada y caliente por la situación, tomó cada pecho en su mano, levantándolos mientras el viejo lo seguía con la mirada, luego los dejó caer para que la fuerza de la gravedad hiciera su trabajo y el suertudo tipo pueda ver el bamboleo y la firmeza de esos juveniles pechos que volvían a su lugar luego de un par de rebotes.
-ufff, sí que son perfectas Cielo Riveros, cualquier hombre moriría por tenerlas en sus manos
A pesar de la tensa situación y de que el viejo cada vez se soltaba más en sus palabras, Cielo Riveros se acostumbraba rápidamente a la situación, por su parte al viejo ya en estos momentos poco le importaba esconder su erección, solo quería seguir viendo esas perfectas y antojables toronjas.
La situación se ponía cada vez más favorable para el viejo Rómulo ya que sin mucho esfuerzo había logrado que la joven universitaria y ama de casa se encuentre frente a él con una pequeña microfalda y con su brasier negro de media copa, viendo su suerte decidió estirarla un poco mas
–pequeña Cielo Riveros, realmente eres un ángel caído, estoy muy feliz con todo lo que has hecho por este pobre anciano solitario, pero …
-no me diga, ahora quiere que me quite la falda ¿verdad?
La respuesta sorprendió al arrugado tipo que solo asintió con la cabeza.
Cielo Riveros miró los ojos suplicantes del señor Rómulo. No estaba segura de poder llegar tan lejos, su firme trasero era lo que más anhelaban los hombres en ella, pero ya se encontraba envuelta en el momento, un pequeño impulso dentro de sí le insistió a que continuara, ya que con este morbo seguramente tendría mucho en que pensar en las frías noches en las que Jorge no la tocaba, así que sin más se bajó el cierre y empezó a quitarse lentamente aquella apretada microfalda, se le hizo algo difícil hacerlo ya que realmente se encontraba bastante ajustada y con cada movimiento que hacía no se daba cuenta que sus pechos se movían alegremente frente a los ojos de aquel viejo lujurioso.
Don Rómulo apenas podía creer su suerte, esta vez la chiquilla había dado el primer paso, sus ojos se abrieron cuando las finas manos de la nena se iban a los lados de su cintura y comenzó a bajar poco a poco la microfalda para luego darle la espalda e inclinarse levemente mostrándole la parte favorita de su cuerpo, la parte que la había hecho famosa en la universidad, su enorme y bien formado trasero que lo había trabajado por años en el gimnasio , una fina prenda interior de color negro que se asemejaba a una tanga completo el espectáculo
–Oh por Dio …
El viejo Rómulo jadeó porque apenas podía hablar.
– ¿Le gusta, señor Rómulo? — preguntó. Coquetamente Cielo Riveros,
-nunca había estado a si frente a otra persona que no sea mi novio, pero esto solo lo hago por usted ya que siempre ha sido buenito conmigo y será nuestro secreto
–sí si lo que tu digas preciosa será nuestro secreto, ufff eres toda una diosa, me estas volviendo loco nena, ese trasero es perfecto
-jiji gracias Don, Me gustó mucho ambos conjuntos, desgraciadamente no creo que los pueda usar en la calle, la gente afuera no es tan educada como usted además mi novio nunca me dejaría usarlos.
–pero que tonterías dices preciosa, todo te queda tan bien y sería una pena que no lo vuelvas a usar
-hummm bueno si usted se sigue portando bonito conmigo, tal vez y solo taaal vez pueda venir a visitarlo uno que otro día y volver a ponerme la ropa que me compro, pero solo eso he, lo de hoy es un regalo especial jiji
–siempre te tratare como una reina nenita y bueno ya que hoy es un día especial como tú lo has dicho… que tal ¿un abrazo?
– ¡uy! Señor Rómulo que atrevido se ha vuelto usted, no lo conocía así, pero creo que me negare a su petición ya que se puede mirar, pero no tocar jiji
–vamos Cielo Riveros solo por hoy que es un día especial, tú mismo lo dijiste
La nena pronto se dio cuenta que no debería hablar demás ya que cualquier cosa podría ser usada en su contra más adelante
-mmm bueno está bien, pero solo por hoy que es especial
Dicho esto abrió los brazos y espero que el viejo se parara del sillón para que se acerque a ella, el viejo Rómulo se paró como si fuera un resorte y prácticamente se abalanzo hacia ella para darle su mejor abrazo, la nena pudo sentir un olor raro y es que el viejo al estar solo no frecuentaba mucho la ducha hasta que era realmente necesario, pero lo que más le sorprendió es que sintió algo duro en su pierna derecha, era imposible no saber qué era eso.
–gracias por todo preciosa, este fue el mejor día de mi vida, tienes un cuerpo realmente exquisito, cualquier hombre mataría por estar en mi lugar
La nena correspondió el abrazo unos momentos, pero esa cosa dura que sentía en su pierna la ponía nerviosa así que después de unos segundos ella misma rompió el abrazo y retrocedió.
-Ok señor Rómulo creo que ya mucho abracito
–Bueno pequeña Cielo Riveros, realmente me has hecho muy feliz, pero como todo hombre al ver tremendo monumento de mujer que estas hecha siempre quiere más así que … ¿hay alguna forma de que me dejes …
– ¡Señor Rómulo!,
la sexy nena se río luego del llamado de atención. Le sorprendía como el viejo conchudo quería aún mas
– ¿Qué más podría pedirme?, Quiero decir, estoy en su sala solo en ropa interior y le he modelado todas las veces que ha querido, ¿qué más podría pedirme? – dijo en un tono coqueto, pero algo sorprendida
El viejo noto el tono de voz con el que hablo su musa y sabía que tenía luz verde para seguir y lanzarse con todo, era ahora o nunca
— Cielo Riveros, si no te has dado cuenta, tengo la erección más grande que he tenido en muchos años y es gracias a ti y te lo agradezco, ha pasado mucho tiempo desde que se me ponía así y muchos más años desde que alguien me hiciera sentir bien y creo que tu podrías hacer ese último trabajito para calmar a mi Rómulo Jr. jeje
– ¡Señor Rómulo! ¿me está pidiendo que los masturbe? ¡En serio!
El tono de la nena ahora si cambio de coqueto a serio y es que Cielo Riveros no pensó que el viejo se atrevería a tanto, a lo mucho pensaba que le pediría que le modele una vez más, pero masturbarlo ya era pasarse de los límites que ella había creado.
–por favor bombón no te molestes, pero es algo que no he sentido en mucho tiempo y me gustaría volver a experimentarlo una vez más antes de que me vaya de este mundo
– Usted es un exagerado, no está en las últimas como para decirme eso, además usted mismo puede hacerse eso y sentirse bien con todo lo que le he enseñado hoy.
–no es lo mismo, no se siente tan bien como que te lo haga otra persona, por eso te lo pido, solo una única vez y estaré tranquilo
El viejo intento poner su cara más patética para tratar de llegar al corazón de la joven
-Lamento que no haya podido sentir esa sensación en mucho tiempo, sin embargo, eso es realmente demasiado lejos para mí … lo siento.
Ante la negativa de la nena el viejo se desilusiono totalmente, hasta acá llegaba su suerte, pero pensó que debería seguir el impulso que tenía ahora, así que tiró de su cinturón y dejó caer sus viejos pantalones. Cielo Riveros no se dio cuenta de lo que había pasado, estaba buscando sus prendas con las que vino para vestirse nuevamente y salir ya que pensaba que esto se le estaba yendo de las manos, ni siquiera se dio cuenta de lo que había sucedido cuando el Sr. Rómulo de repente sacó su verga totalmente erecta de su calzoncillo. Ella se congeló en su sitio cuando el Sr. Rómulo se empezaba a acercar a ella con aquella gran herramienta apuntándola.
-oiga señor, no se comporte como un ordinario, por favor guarde su cosa … yo ya me tengo que ir, se puede quedar con sus prendas ya no las quiero
A pesar de ponerse firme, el viejo la empezó a ignorar, en su mente solo estaba sentir esas jóvenes carnes en sus arrugadas manos, la jovencita no sabía cómo reaccionar, el viejo de pronto se acercó a ella y la abrazo una vez más, ahora si podía sentir con total lujo de detalle aquella dura y venosa herramienta puntear su pierna desnuda, el viejo la empujo hasta la pared para tener en donde apoyarse y dejarle menos salidas de escape a ella
–vamos culoncita, solo este último favorcito, mira como la tengo, esto no bajara nunca si tu manita no me ayuda
Cielo Riveros no podía moverse, una sola mirada basto para ver que ese cobrizo pene tenía dimensiones más favorables que la de su novio, sus manos permanecían inmóviles, el viejo seguía punteando la pierna derecha de la jovencita, al ver que la nena no hacía ni decía nada, el viejo tomo la mano de ella y trato de ponérselo en su verga, cosa que se negó a hacer la dulce universitaria que detuvo su mano a centímetros de esa oscura herramienta.
–vamos bebita solo un poquito, haz que me corra y todo esto acabara, no querrás que los demás vecinos se enteren de todo lo que ha pasado en esta sala ¿verdad?, hazlo solo por esta vez que es especial
Ahora la estaban chantajeando, la nena se arrepentía de haber dejado que las cosas llegaran hasta este punto por ponerse juguetona y creer que tenía el control de la situación, sabía que no le quedaba de otra, el viejo a pesar de su edad aún conservaba su fuerza para contrarrestarla y saber lo que este maldito anciano diría a los vecinos le empezaba a preocupar, sus opciones se acababan, así que sin ninguna otra alternativa empezó a bajar su mano hasta la altura de la verga del viejo que estaba rodeado por una abundante mata de pelo como si no se hubiera afeitado en años
Tímidamente su manito sintió los hinchados testículos del viejo, aún tenía miedo de tocar la verga así que empezó sintiendo esos testículos que se encontraban bastante sensibles ya que volvían a recibir la caricia de una mujer en mucho tiempo.
–uffff ohhh esooo sigueee masajea mis huevos, vamos sigue asi uffff
La jovencita comenzó a jugar suavemente con aquellos testículos dándoles suaves masajes y apretándolos suavemente al punto que hacían jadear al horrible viejo, a pesar del asco, la nena sentía curiosidad ya que incluso los testículos del viejo eran más grandes que los de su novio, al viejo le gustaba la sensación de tener a una joven mano agarrándole las bolas, pero quería de una vez que la jovencita le diera una buena masturbada , así que guio su mano hasta la cabezota de su verga y dejo ahí su mano para que la universitaria empiece a tocarlo
Los dedos de la joven por fin estaban en esa apestosa y maloliente verga, con mucho cuidado empezó a dar unos leves círculos con su dedo pulgar por aquella cabeza que ya botada algo de líquido preseminal, los movimientos fueron suaves y poco a poco empezó a bajar por el tronco de ese venoso mástil de carne, sentía como palpitaba, trataba de recordar el miembro de su novio, pero la diferencia era notable, ya que si bien el largo era parecido, lo que no entraba en discusión era el grosor que le ganaba de encuentro a la de su novio
Poco a poco empezó a subir y bajar su mano por aquella barra de carne, mientras el viejo solo jadeaba como un , después de muchos años una mujer lo estaba masturbando, se sentía tan bien que empezó el mismo a mover las caderas como si se estuviera follando la mano de la joven
El movimiento poco a poco empezó a aumentar, la nena sabía que entre más temprano acabara con esto, más rápido se podría ir a casa, así que movío su mano tal y como le gustaba a su novio, pero a pesar de que ya había pasado unos cuantos minutos el viejo no eyaculaba, a la nena le parecía raro ya que siempre movía de esa manera y a esa velocidad su mano y su novio nunca aguantaba más allá de un par de minutos
-viejo asqueroso ya … ¿ya está por acabar?
–hummmff nooo culoncita, tus manos son divinas, pero aún estoy lejos de eso uffff creo…creo que necesito un poco más de estimulo
– ¿más estimulo?
–sí señorita calienta vergas, tal vez si te toco un poquito ese cuerpazo que te manejas, pueda acabar más rápido ufff
La joven mujer no podía creer lo que escuchaba, ahora el viejo quería que ella se dejara manosear, la idea le repugnaba, el amable anciano que conocía había muerto para ella, este viejo era un total desconocido que la estaba empezando a tratar como un pedazo de carne por su forma como se estaba expresando, pero a pesar de todo la jovencita estaba empezando a sentir cositas extrañas.
La situación en la que estaba, estar sometida estando solo en ropa interior dándole la paja de su vida a un viejo verde ordinario y ver que ahora no era ella la que tenía el control de la situación sino que era el viejo horrible el que le estaba empezando a controlar a su antojo, pensar en eso , en toda esa situación le estaba empezando a calentar, nunca antes había sido sometida de esa manera, era un experiencia nueva para ella y poco a poco se dejaba llevar
-ufff, señor Rómulo… sí … si cree que eso le ayudara, supongo que está bien que me toque… pero solo un poquito y solo será para ayudarlo a que se venga
— pequeña zorrita ufff que conste he, me estas dando permiso para agarrarte ese culazo que te manejas
La nena mordiéndose el labio inferior miro el suelo y movió su cabeza de forma afirmativa, el horrible anciano con el permiso inesperado otorgado, no perdió el tiempo y extendió sus callosas manos para ir directo al gran trasero de la nena, el cual solo estaba protegido por la minúscula prenda de color negro que tenía la jovencita
por fin sus manos callosas de apoderaron de ese par de monumentales y firmes nalgas que siempre hay soñado tener desde que la vio por primera vez
–pero que rico culo te manejas Cielo Riveros, nunca había tocado un trasero tan firme y grande como el tuyo, es tal cual como siempre me lo imaginaba
Esa última parte retumbo hondo en la mente de la universitaria, el viejo vecino que siempre fue amable, estaba loco por su trasero y ella nunca lo había sospechado, siempre lo vio como un viejo solitario, pero buena persona, pero ahora en estos momentos le estaba dando la manoseada de su vida a su trasero, invadida por la curiosidad solo atino a preguntar
– ¿desde cuándo?
–¿ahhh?
El viejo recorría con sus manos toda la parte baja de la nena, sentía desde los suaves muslos hasta la firmeza de ese imponente trasero, sentía como esa pequeña ropa interior poco a poco se metía entre sus enormes nalgas por tan intenso manoseo, le faltaba manos para deleitarse con tan imponente trasero que se cargaba la jovencita, apenas podía escuchar la débil voz de Cielo Riveros que hacía esfuerzo para dejar de respirar pesado y tratar de vocalizar lo que le iba a decir
– Señor Rómulo, dígame ufff… dígame ¿desde cuándo siente esa atracción por mí?
–desde la primera vez que te mudaste con ese petulante y engreído de tu novio, aún recuerdo ese jean apretadito que te pusiste, sentía un fuerte impulso de darte unas fuertes nalgadas
De pronto, dos fuertes nalgadas retumbaron por toda la sala haciendo que la jovencita se queje y deje de masturbar al viejo
– ¡ayyyyyyy! Nooooooo no haga eso
Cielo Riveros adolorida y algo asustada llevo sus manos a su trasero y trato de alejarse, pero debido a que el viejo la tenía contra la pared, no logro su propósito
–siempre quise hacer eso, desde el primer día que te vi quise agarrarte a nalgadas
El viejo Rómulo se apegó nuevamente a la joven y volvió a poner sus arrugadas manos en las firmes nalgas de la chica
-Don esto fue suficiente, permítame que me vaya, le prometo que no le diré a nadie lo que paso hoy, puede quedarse con la ropa, ¡esto fue un error!
–no mamita rica, no fue ningún error, te estoy siendo sincero, te estoy expresando mis sentimientos, tú sabes que siempre me he portado bien contigo a pesar de estar con ese hijito de mama de tu novio.
-pe…pero ¿porque dice eso?, si usted siempre se llevó bien con el
–bahh, fue pura actuación, solo cuando estabas tú aparentaba llevarme bien con ese inútil, nunca me agrado ese tipo, desde que se mudó siempre fue un cretino insoportable con aires de superioridad disfrazado de bondad… pero ahora se un secreto suyo y es que por lo que veo el tipo es un inútil en la cama
– ¡eso no es verdad! Por favor no se refiera así de el
— yo sé que es así culoncita, una hembra bien pisada nunca estaría en manoseos con otro hombre si no fuera porque esta insatisfecha sexualmente, pero descuida yo si soy un verdadero macho que te hará sentir cosas que el inútil de tu novio nunca podrá hacerlo
– ¡cállese! él lo hace bien… solo que últimamente ha estado ocupado en su trabajo… eso es todo
–uy pobrecita… el tarado ese trabajando como burro por unas monedas más, mientras que su yegua se queda solita en casa y frustrada sexualmente jajaja te digo algo culoncita, ¿sabes por qué mi mujer nunca me hecho de la casa a pesar de que nunca hacia nada?… es bastante sencillo, ¡la tenía bien cogida¡ , es por eso que siempre me mantenía a pesar de que le era infiel con sus amigas o me gastaba todo su dinero que ganaba en cerveza o putas, a ella poco le importaba, lo único que quería era terminar bien follada al finalizar el día y yo siempre le cumplía de la mejor manera, así que déjate llevar nenita a pesar de tener casi 63 años sigo manteniendo mi virilidad y pronto sabrás lo que es gozar como una verdadera perra, pronto me rogaras por verga , ya verás , así que ahora olvídate de todo y deja que mi verga haga todo el trabajo jejeje
Dicho esto, el asqueroso anciano volvió a agarrar la mano de la joven y se la llevo nuevamente a su miembro, Cielo Riveros intentaba sacar su mano, pero el viejo se mantenía firme y no la iba a soltar hasta que vuelva a su labor masturbatoria
–vamos perra, ¡termina tu trabajo!
-no señor Rómulo, yo…yooooo… est…esto es un error, amo a mi novio, no puedo hacerle…no puedo hacerle esto
El viejo noto que la nena aún no estaba totalmente entregada y se había pasado con todo lo que había dicho por lo que trato de apaciguar las aguas
–no seas así nenita, mira lo rico que lo estamos pasando, vamos discúlpame por ponerme así de idiota, compréndeme que hace muchos años que no tenía una experiencia como esta y verte con tan poca ropita me descontrolo un poco
El viejo trato de usar otra vez palabras suaves, pero era demasiado tarde, ya había revelado su verdadera cara
Cielo Riveros ya no quería creerle nada a ese anciano machista, quería irse de ese lugar pero su cuerpo no le hacía caso, había pasado un buen rato desde que el asqueroso viejo había empezado a manosear su trasero, por más que quisiera, no podía negar que el viejo sabía muy bien cómo tratar y manosear un trasero con la rudeza exacta que a ella le gustaba y ahora con una mano poco a poco le empezaban a tallar su zona intima con dos de sus dedos aun por encima de su pequeña ropa interior, la sensación fuerte con la que era sometida su lugar más preciado le estaba empezando a gustar, y solo se retorcía ya que los manoseos y las palabras de grueso calibre que estaba usando el vejete la estaban poniendo bastante excitada
-yo…yo lo entiendo y acepto sus disculpas, por favor terminare de hacer esto, pero será lo último que haga ¿está bien?
El viejo asintió con la cabeza, sabía que poco a poco la escultural jovencita estaba cediendo y pronto la tendría ensartada llenándole todos sus agujeros con su leche.
–jeje gracias por entender ricura, gracias por entender a este solitario viejo
Cielo Riveros intuía que el viejo antes del altercado ya estaba pronto a llegar a su límite por lo que que volver a llevarlo a ese estado no le iba a llevar mucho tiempo, así que luego de volver a masajear un poco las bolas del viejo, se puso a mover su mano mucho más rápido haciendo jadear al viejo como un , producto de eso el viejo dejo de acariciar su zona íntima y volvió a sujetarle fuerte las nalgas.
La jovencita observo como el repugnante aliento del viejo se volvía más rápido ,sabía que era la señal inequívoca de que faltaba poco para que se venga, cada vez que su mano llegaba a la parte superior, con su dedo pulgar masajeaba la cabeza para estimularla cada vez más, el viejo por su parte trataba de aguantar, pero que una hermosa mujer te hiciera eso mientras le agarras el trasero a tu antojo era demasiado para él, poco a poco empezaba a perder la cabeza, lo apretones y las nalgueadas cada vez eran más fuertes , Cielo Riveros lo dejaba hacer ya que sabía que esto pronto iba a acabar .Don Rómulo jadeante levanto su rostro para mirarla a la cara
–Eres tan encantadora, tan jodidamente encantadora.
Sus ojos se posaron en el siguiente premio
–Oooh, esas grandes y ricas tetas — le susurró al oído– ¿qué tan grandes son? Mmmm ¿De qué tamaño es tu sostén?
Don Rómulo volvía a sonar como el viejo y sucio pervertido que realmente era., Cielo Riveros no le hizo caso y evitaba mirarlo, seguía concentrada en su labor, le impresionaba como con la velocidad a la que lo estaba masturbando aún no lograba que se corriera , peor aún , la que estaba volviendo a perder la cabeza era ella debido al fuerte y estimulante manoseo al que era sometido su trasero, comprendió entonces que el viejo pervertido necesitaba un último estimulo.
-Tu… viejo mañoso –dijo con un temblor en su voz cuando comenzó a perderse en el momento
-Oooooh, tu viejo mañoso, amas mis grandes tetas, ¿no?, Eres un viejo sucio, ¡apuesto a que nunca pensaste que las tendrías tan cerca a tu cara, mmmmm! ¡Apuesto a que piensas en ellas todo el tiempo!
–Oh, sí, sí, sí — dijo el vejete cuando la jovencita empezó a mover sus pechos más descaradamente enfrente de sus ojos
– ahhh siempre piensas en mi colita y en mis tetas … ¿eh?
–Sí, sí, sí, todo el tiempo, Ooooh, esas preciosas tetas, siempre las quise tener en mis manos.
-dime viejo maldito…que te gusta más ¿mis tetitas o mi colita?
–uff me gusta todo; tienes un culo muy rico, pero tus tetas también son magníficas, son tan grandes y suaves…ufff
-ya me has manoseado mucho mi trasero, mmmfff porque no te encargas ahora de mis niñas.
–uffff claro que sí, esas ubres merecen ser ordeñadas
-mmmm ahhhh así que ubres ¿no?, y si son ubres ¿no te gustaría chuparlas?
–mmmfff claro que sí, muero por succionarte tus ricas tetas y morderte esos hinchados pezones hasta sacarte leche
-ahhhh mmmmff ¿te tu gusta la lechita? ¿Siii?…. uff pues para tu mala suerte aun no puedo hacer eso, ahhh pero igual chúpamelas para ver si sale algo, son todas tuyas maldito viejo con suerte, de momento yo tratare de sacarte tu lechita de tu verga también
El viejo ya invadido por la lujuria dejo caer su arrugado rostro justo en medio de ambos senos, haciendo que Cielo Riveros se muerda el labio inferior del placer, realmente lo estaba disfrutando, sentía como ese viejo lujurioso metía su rostro lo más adentro que podía, Cielo Riveros sentía como esa babosa lengua recorría sus blancas y suaves carnes, sentía ese mal afeitado rostro hacer cosquillas por todo su pecho el cual solo lo protegía ese pequeño brasier de media copa
-oh sí … que rico…ahhh… siiiiiiii — Gemía suavemente en la oreja del viejo
Por más que el viejo hundía su cara no podía bajar el brasier de Cielo Riveros, así que dejo un rato el manoseo al trasero de esta y con un fuerte tirón rompió el brasier negro de media copa que tenía la nena haciendo que esta gima más fuerte por la rudeza de como se lo habían quitado
-ahhhhh siiiiii papiiii
Por fin fueron liberadas esas majestosas montañas de carne adornadas con un pezón de color café claro las cuales estaban listas para ser succionadas de la manera más salvaje posible, el viejo sentía que quería llorar por tan hermoso espectáculo, esos pechos que por tanto tiempo había soñado por fin estaban al alcance de su maloliente boca así que sin pensarlo más, se apodero del seno derecho de la joven succionando lo más fuerte que pudo
-ahhhhh ayyyyy no lo haga tan fuerte que me la va a arrancar uyyyyy
–tetas ufff tetas mfffff que ricas ubres tienes, no me cansare de chuparlas hasta que me den leche
El horrible viejo se sentía en el cielo, chupaba, mordisqueaba, le lamia el pezón y todo el pecho derecho mientras que con su otra mano amasaba con fuerza el otro, mientras la nena le daba una fuerte masturbada, nunca se imaginó estar en esta situación con una joven tan bella como Cielo Riveros
-O… Oh… Ohhhhhhhhhhh…! A… Ah… Ahhhhhhhhhh…! Mmmmmmmm…! don… Romulo… q… que… ri… coooooo…siga asi…ufff… aaaahmmm, si que le gustan, ¿esta rico?
–uffff están sabrosas perrita
-pues no se olvide de mi pecho izquierdo, también se merece un poco de su amor
El viejo no se hizo de rogar y pronto su apestosa boca se apodero del seno izquierdo para darle el mismo trato rudo que sufrió el seno derecho, por lo tanto, la nena seguía masturbándolo, se estaba empezando a cansar y no podía lograr que el viejo se viniera, ni siquiera con el enorme incentivo que le estaba dando, de pronto su ya mojada vagina volvía a sentir unos dedos juguetones que intentaban abrirse paso de su pequeña ropa interior y es que el viejo aún seguía chupando y perdiéndose en esos blancos montículos de carne, pero con la otra mano volvió a tallar el sexo bastante lubricado de la nena, por un momento quiso cerrar sus piernas, pero era inútil, el viejo le ganaba en fuerza y además ella realmente lo estaba disfrutando por lo que no ofreció mucha resistencia y dejo que esos arrugados dedos jugueteen con su zona más íntima, zona que solo había tocado su novio
Pronto lo dedos hábiles del lujurioso anciano movieron hacia un lado la pequeña ropa interior de Cielo Riveros y sin previo aviso introdujo uno de sus dedos y de una manera muy lenta comenzó a abrirse paso haciendo gemir a una desinhibida jovencita que se estaba dejando llevar por el momento.
–Estas bien apretadita — decía el viejo, para luego llevarse sus dedos a su boca y lamerlos
-ahhhh ufff sea gentil ahí abajo don ahhhh
–slurrp me gusta como tu manito juega con mi verga, yo también hare lo mismo con ese huequito rico que tienes, ufff mira lo mojadita que estas y eso que solo he metido un dedo, imagínate cuando te meta por completo mi verga, te hare gozar como la yegua que eres y pronto me rogaras por más , por cierto yo no soy de esas tonterías de condón he, a mí me gusta meterlo calato y si te hago una guagua tendrás que tomar la responsabilidad y venirte a vivir conmigo como mi mujer – le decía todo esto mientras seguía chupando los juveniles pechos de la nena
Cielo Riveros sabía que a este paso era inevitable que el viejo le metiera su maloliente verga y probablemente la embarazara ya que estaba en días fértiles, lo peor es que aún no lograba su cometido su hacerlo correr, por primera vez sus manos le habían fallado, así que con la cabeza totalmente nublada por la situación pensó que la mejor solución era si le daba una mamada. Tomada la decisión Cielo Riveros se dispuso a inclinarse de cuclillas para regalarle al viejo la mejor de las mamadas, pero este la detuvo
–me leíste la mente culoncita, justo te iba a pedir que me chuparas la verga mmm, pero tengo una mejor idea, ven
Sabiendo que Cielo Riveros estaba totalmente nublada producto de las nuevas sensaciones a la que su cuerpo era sometido, el viejo aprovecho el momento y la jaloneo hasta el sofá donde la jovencita le había regalado las mejores modeladas de su vida. Tumbo primero a Cielo Riveros, la jovencita pensó que el viejo se tiraría encima de ella para besarla y automáticamente cerro sus labios y ojos, pero grande fue su sorpresa cuando los abrió y vio la enorme verga del viejo muy cerca de su rostro, mientras que la arrugada cara de este se acercaba a su zona intima.
El viejo bajo hasta las rodillas la pequeña ropa interior que le quedaba a la nena, estaba sorprendido del espectáculo que estaba viendo y es que la zona intima de Cielo Riveros estaba totalmente depilado, ya lo había sentido con sus dedos, pero verlo tan cerca era un espectáculo totalmente distinto.
Luego de apreciar el espectáculo, como si su vida dependiera de ello, se hecho a pasar su cara y lamer todo el sexo de la jovencita, haciendo que esta se retuerza de placer
-ufff ahhhh ahhhh doooon Romu….loooo no haga es….ahhhhhhhhh
La leves quejas de Cielo Riveros eran ignoradas por el vejete que se daba un tremendo banquete, mientras ella levemente se dejaba llevar por la hábil lengua del viejo y recordaba que hace mucho que no hacía un 69 con su novio, el imponente miembro del anciano ya se encontraba golpeando uno de sus cachetes como tocando la puerta para que la sexy universitaria abriera la boca y se comiera tremenda pieza de carne , a lo cual ella lo acepto ya que estaba sintiendo muy rico en su parte de abajo así que lo mínimo que podía hacer era devolverle el favor, aunque aún lo hacía tímidamente
-Siiiiii!! Ricooo!! Ahhhhh!! Comamelaaa!! Ahhhh!! Asiiii!! Meta su lengua mas adentro Donnnn, mas fuerteee!!
— que rica conchita que te gastas putita…srrrpppsss….tan suavecitaaaaa… Srpsssschtss…tan rosaditaaa…srrrpsssss — le decía sin poder parar de lamerle toda su vagina
Cielo Riveros por su parte empezó con unos pequeños besitos a la cabeza y a los testículos, pronto empezó a aumentar el ritmo y los besos se convirtieron en lamidas como si de una paleta se tratase, motivada por las pequeñas y placenteras mordidas en sus zonas más sensibles y es que para hacer un buen sexo oral a una mujer es todo un arte, para su buena suerte la vejete tenía bastante experiencia y sabía que lugares lamer, meter lengua o darles suaves mordiscos
la joven sentía tanto placer que abrió su boca y el miembro del viejo se abrió paso haciendo que le dé arcadas por lo repentino que fue, pero luego se recompuso y motivada por lo bien que la hacía sentir el viejo allí abajo empezó a mamarle la verga lo mejor que pudo.
A estas alturas Cielo Riveros ya había comenzado a menear sus caderas producto de las ricas sensaciones que estaba sintiendo, el viejo sofá en el que estaban acostados rechinaba por cada mínimo movimiento que ellos hacían
–MMMmmm…OOHhhh…nfsssss!… nfsssss!!… nfssss!!! — eran los gemidos, más la sonora respiración de Cielo Riveros por lo bien que era tratada allí abajo.
–Te gusta verdad pendejaaaaa!! — le consultaba el viejo entre jadeos
–Siiiiiii…!!, le confirmaba la caliente universitaria
-¿quien te lo chupa mas rico ha? ¿Yo o tu noviecito?
–ahhhh ahhhh ufff usteeeed…usted es mas puerco y eso…eso me encanta ufff
La felación mutua, mientras el viejo pasaba su lengua hasta llegar a los alrededores de su virginal ano, la jovencita continuaba y le encantaba estar con la boca llena de esa gruesa verga, las abundantes cantidades de salivas y babas que caían mescladas con otros tipos de líquidos que provenían desde el interior de la enorme verga del hombre, llegaban hasta sus pechos donde ella misma se encargaba de desparramárselas con sus dos manos por todas sus tetas y vientre, Ahora ya succionaba y chupaba la enorme verga como desesperada, la ensalivaba y se la pasaba ella misma por toda su cara, todo lo que se había estado reprimiendo por semanas lo estaba soltando en esos momentos.
Habían pasado varios minutos, Cielo Riveros ya se había olvidado de su misión principal que era hacer eyacular al viejo, de momento solo se dejaba llevar y disfrutar las ricas sensaciones que estaba sintiendo, pero al cabo de un par de minutos más, sintió como su boquita era bombardeada por 3 poderosos chorros de semen que llenaban completamente su boquita, el viejo solo jadeaba sin gestionar ninguna palabra, como si fuera un . Tanto semen había llenado por completo la boquita de la universitaria, se negaba a tragárselos y con un movimiento y un gesto hizo que el viejo satisfecho se moviera y la dejara libre para dirigirse al baño a botar la semilla del anciano que estaba esparcida por toda su boca y cara.
Ya en el baño, la calentura del momento había pasado, Cielo Riveros no solo se había dejado llevar y manosear por aquel acabado anciano, sino que también se la había chupado, su mente era un desastre, se sentía la peor mujer del mundo por dejarse llevar por su calentura hasta tal extremo, pero su vagina lubricada era la señal de que ella no había sido obligada sino que también era participe de este error producto de la calentura del momento, sabía que tenía que largarse de ese lugar antes de que no hubiera vuelta atrás , para su buena suerte sus leggins, zapatillas y su polo aún seguían en el baño, lo único que le faltaba era su ropa interior, desgraciadamente su brasier había sido roto por la calentura del viejo y su pequeña braga estaba totalmente mojada, no tenía tiempo para pensarlo así que se cambió rápido sin la ropa interior ,no le quedaba de otra
Por su parte el vejete se sentía en el cielo acababa de recibir la mejor mamada de su vida y esperaba continuar con la segunda parte que era hacerla suya completamente.
–oye mujer ¿lista para el segundo round?, ahora si sentirás la verga de un verdadero macho
Pero grande fue su sorpresa cuando vio a Cielo Riveros totalmente vestida
–oye oye ¿a dónde crees que vas? — le decía mientras se ponía enfrente de ella con su verga totalmente erecta nuevamente
-por favor déjeme pasar
–no te puedes ir culona, ¿no ves que la estamos pasando rico?
-déjeme pasar o gritare y todo el vecindario escuchara – amenazo la joven totalmente decidida
–¡hazlo! ¡grita! que escuchen todos, que sepan que la estoy pasando rico con la mujer más rica de toda la ciudad jajaja
-usted es un idiota nunca debí darle tanta confianza
Dicho esto, la nena se movió rápido hacia la puerta y se alejó para desgracia del viejo que no la podía seguir ya que no veía donde había tirado sus pantalones, solo pudo gritarle ofuscado
–¡sabes que esta no será la última vez que nos veamos, mujer que prueba mi verga siempre querrá repetir! ¡sé que volverás culona!
La infiel universitaria no quiso voltear a responderle, solo esperaba que sus vecinos no hubiesen escuchado, se dirigió a paso firme hacia su casa, sin percatarse del espectáculo que estaba regalando a todo hombre que se le cruzaba y es que ese polito ceñido sin brasier era una tentación para cualquier hombre ya que con cada paso se podía ver el movimiento libre de esas perfectas montañas de carne, asimismo podían ver claramente los marcados pezones de la nena, además que sin su prenda intima inferior su leggin se le metía y era inútil tratar de disimularlo
Justo en ese momento, por cosas del destino, el viejo heladero se encontraba rumbo a la plaza en la misma dirección que la jovencita como todos los días de su rutinaria y aburrida vida y cuando la sensual jovencita lo paso, era imposible no fijarse en ese imponente trasero con ese leggin apretado el cual era imposible olvidar, era la misma jovencita que hace unos días estaba en la plaza, el tamaño y el enorme trasero concordaban con lo que recordaba este horrible viejo, que sin que se diera cuenta la nena, se dedicó a seguirla desde una distancia prudente
Por su parte el viejo Rómulo si bien estaba frustrado por que se le escapo su presa que estaba ya casi entregada, sabía que pronto vería nuevamente a la nena, ya que pensaba en darle una pequeña visita pronto, sabía que tenía que pensar en la mejor manera de tener nuevamente a ese monumento de mujer en sus manos mientras veía en el suelo el brasier roto de la jovencita, lo recogió y le dio una tremenda olfateada recordando como se había merendado esos enormes globos de carne blancos, mientras lo hacía pensaba en la mejor manera de sorprenderla y hacerla suya…
Luego del largo trayecto, Cielo Riveros regreso a su casa, en todo el camino nunca miro atrás, entro y cerro con fuerza la puerta, una vez adentro se apoyó en esta y se puso a recapacitar todo lo que había ocurrido , estaba molesta consigo misma, se arrepentía de haber sido tan permisiva con aquel horrible viejo, un simple juego “picaron” como ella tenía en mente se había convertido en una completa infidelidad, pensó entonces en Jorge su novio, el pobre en estos momentos seguramente se debía estar matando en él trabajo y ella no tuvo mejor idea que meterse en la casa de su vecino, darse unas buenas manoseadas y algo más.
Apenas pensó en Don Rómulo, se le vino a la mente esa tremenda herramienta que poseía, recordó como la hábil lengua de este se metió en todo su sexo y con solo una pasada llego a rincones donde su novio jamás había llegado, recordaba también lo bien que este había tratado sus senos con esa forma tan ruda y esa poca delicadeza para meterle toda la verga en su boca sin previo aviso, aún tenía en su mente como 3 potentes chorros de semen llenaron su boca, algo que ni siquiera su novio tenia permitido hacer ya que le parecía asqueroso, pero lo peor para ella es que aun tenia en su cabeza como estuvo a punto de decirle a Don Rómulo que le meta la verga y la hiciera suya en aquel viejo sofá, todos esos recuerdos la hacían renegar pero a la vez inconscientemente la volvían a poner caliente, no se había dado cuenta que ya se estaba volviendo a tocar, sin duda su cuerpo aún no se había calmado del todo dada la nueva y rica experiencia que había pasado, lo único que le quedo fue darse un largo baño para relajarse, pero aun así la calentura de su cuerpo tardo bastante en pasar.
Esa misma noche , Cielo Riveros esperaba a su novio, no había hecho la cena ni ninguna otra cosa desde que regreso a la casa, no le importaba nada , solo estaba en su sala esperándolo con una sexy camiseta transparente de color rojo con una pequeña tanga del mismo color, Cielo Riveros esa noche estaba que echaba fuego, deseaba olvidarse de la experiencia que había tenido en la mañana, quería demostrarle al horrible viejo de su vecino que se equivocaba y que su novio también era un macho semental, eran casi las 9 p.m. cuando Jorge entro a la casa, agotado como todas las noches, sus ojos carentes de vida por el cansancio comenzaron a brillar al ver a su amor en esas diminutas prendas esperándolo, sintió el impulso de lanzarse sobre ella, pero su cansancio era evidente.
– hola bebé, mi amor — ¬ Cielo Riveros enseguida recibió a Jorge con varios besos, sorprendiéndolo por lo animada y sexy que se veía hoy su bella novia.
— hola cielo, te ves esplendida hoy
– ¿te gusta?, ¿algo más que me quieras decir? — La sexy jovencita se dio una vuelta lentamente con la esperanza de levantarle el animo a su cansadísimo amor, además quería que este le empiece a hablar sucio y que de la calentura se comporte un poco más rudo.
— cielo tú sabes cómo me vuelve loco tu cuerpo y ese conjuntito me trae muchos recuerdos ya que fue una de las primeras lencerías que te compre, pero hoy ha sido un día bastante agotador y…
Cielo Riveros no dejo que termine de hablar, necesitaba que alguien le apague todo ese fuego y con un largo beso lo llevo a la sala y se hecho encima de él.
— Cielo Riveros, ya hablamos de esto, sabes que si vengo del trabajo no podre rendir muy bien, mejor lo dejamos para el día que me toque descansar.
– shhhh deja que mami haga todo el trabajo tu solo relájate bebé.
— jeje hoy estas bastante juguetona, ¿acaso hoy es alguna fecha especial que me estoy olvidando?
Cielo Riveros sabía que su comportamiento no era el habitual, pero no le importaba nada, solo quería tener algo de sexo y olvidarse de este día para siempre.
– tranqui amorcito, hoy no es ninguna fecha especial, solo que hace varios días que no lo hacemos y realmente te necesito, te necesito dentro mío o ¿es que tu trabajo es más importante que yo?
A Jorge no le gustaban las comparaciones, pero tenía que admitir que había descuidado un poco a su mujer por culpa del trabajo, así que a pesar de su cansancio intento dar lo mejor de sí, Cielo Riveros por su parte, empezó a quitarse aquella camiseta de una forma lenta y sexy para que esas bellas toronjas estén a merced de su novio, cosa que el excitado joven no desaprovecho y se abalanzó sobre ella.
– ahhh eso mi amor, chúpalas, chúpalas mucho
–ufff me encantan tus pechos amor.
-ahhh siii sigue así, ¿recuerdas hace años cuando me las tocaste en un cine?, fue la primera vez que alguien se atrevía ha hacerme eso y me gusto, me encanto como me las apretabas y luego te atreviste a bajar mi blusa para meterte una a la boca, me las chupabas muy rico, y de rato en rato hacías mucho ruido, aun cuando estaba toda esa gente, te confieso que me gustaba ese morbo de ser descubiertos.
La joven esperaba que haciéndole recordar aquellos calientes momentos, su novio se animara aún más, con bastante habilidad metió su mano dentro del pantalón de Jorge y se dispuso a masturbarlo, para su desgracia esa vez la sintió menos gruesa de lo que recordaba normalmente.
— ufff claro que me acuerdo, aun no éramos novios cuando paso eso, ese día te comportabas tan linda e inocente, pero a la vez llevabas ese tremendo escote que era difícil verte a la cara.
– uy ¿enserio bebé? no me había dado cuenta de eso, ¿te gustaba mucho esa blusita?
— claro que sí, me gustaría repetir aquel momento alguna otra vez — le dijo Jorge y de nuevo se volvió a apoderar de uno de los pechos.
– ¿sabes? tengo una blusa bastante parecida a la de esa vez, si gustas podemos salir uno de estos días al cine y hacer eso que tú quieres…oye y si ¿alguien nos llega a mirar?
— pues que se ganen con el espectáculo, al final solo eso pueden hacer, mientras que yo si puedo hacer lo que quiera con ellos.
– uy bebe que travieso, ¿ósea que no te importaría si otro me mira los pechos? ¿Así sea un viejo verde?
— no me importa cielo, incluso le haríamos un favor si un tipo así te logra ver, es más la próxima vez que salgamos quiero verte con esa blusita que me dices y ponte alguna una falda pequeña para que todos vean lo bella y coqueta que es mi mujer.
-oooh … si tú quieres eso, pues lo haremos nene.
A Cielo Riveros le gustaba como se estaba poniendo Jorge, la sola idea de salir con su novio usando algo provocativo y que todos la devoren con la mirada le estaba empezando a gustar e inconscientemente aumento las masturbadas a este.
–uffffffffffffffffff Cielo Riveros más despacito con caaaaalma.
– tan solo imaginar que me estas comiendo los pechos en el cine me pone muy caliente nene.
La imaginación de Cielo Riveros empezaba a volar, por un momento se imaginó estar en un cine porno de mala muerte junto a su novio el cual se apoderaba de uno de sus pechos a vista de varios tipos de mal vivir que se morían por ser los siguientes, imaginar aquella escena la ponía más animada, así que pego más su seno izquierdo a la cara de Jorge para que se la chupara con más fuerza pero su forma de hacerlo tan suave de este, no prendía del todo a Cielo Riveros, ella quería que la tratasen más rudo así que se dedicó a masturbarlo con más ganas para animarlo a que se ponga más osado.
-vamos bebe, hazlo más fuerte, si eres bueno, hoy te dejo que acabes en mi boquita, ¿te parece? — le dijo coquetamente en su oído
Las palabras de Cielo Riveros fueron demasiado para Jorge que al saber que podría por fin vaciarse en la boca de su amada hizo que perdiera el control de la situación y empezó a correrse para decepción de Cielo Riveros.
— ufff perdón cielo, cuando escuché eso de correrme en tu boca no pude contenerme
-descuida amor, descansa, mañana lo intentaremos de nuevo – dijo la frustrada Cielo Riveros que no le quedo de otra que esperar a que se duerma Jorge e ir al baño para autosatisfacerse un par de veces.
Pasaron un par de días de aquella experiencia con su vecino, Eran ya las 7 am, el timbre sonaba insistentemente, por un momento Cielo Riveros que aún estaba acostada sin tener noción exacta de la hora pensó que se trataba de su novio que se había olvidado algo y no tenia las llaves a la mano.
Se levanto rápido de la cama y se dirigió a la puerta principal, como recién se había levantado, solo tenia puesto su sexy ropa de dormir la cual consistía en un pequeño short de algodón y un polo cortito bastante holgado ambos de color blanco.
– amor que te has olvidad…
A la sexy jovencita se le abrió los ojos al ver a Don Rómulo parado en la puerta, este vestía un terno, como si de una ocasión importante se tratase, aquel horrible sujeto tuvo la desfachatez de esperar a que Jorge saliera de la casa, para por fin acercarse y tocar el timbre insistentemente, la joven se quedó petrificada sin poder decir una palabra
— vaya, pero que rica se ve hoy señorita Cielo Riveros ¿me extraño? — dijo el viejo con total frescura mientras recorría con la vista el escultural cuerpo de la joven perdiéndose en el escote que se formaba producto de lo holgado que era el polo de algodón.
– uuusted… ¿qué hace acá? — Tartamudeo un poco la preocupada joven
— ¿pero qué clase pregunta es esa?, Obviamente he venido a visitar a mi nalgona favorita, aprovechando que el cornudito ese ya se fue a su trabajo.
– por favor no diga nada más, usted es un sinvergüenza y está muerto para mí, así que váyase
La nena sin esperar la respuesta del viejo, procedió a cerrar la puerta, pero Don Rómulo rápidamente puso el pie para que la joven no pudiera cerrarla
— uy pero que feas formas de tratar son esas, pensé que después de aquel día nos habíamos vuelto un poco más íntimos.
– yo no sé a qué se refiere, saque su pie y déjeme en paz o llamare a la policía.
— jaja sé que no lo harás, te morirías de vergüenza si haces eso, te conozco, he visto y he analizado tu comportamiento todos estos meses desde que te mudaste, así que… ¿por qué no me dejas pasar y charlamos un ratito?
La universitaria estaba sorprendida por las declaraciones, para su mala suerte el viejo tenia razón, le daba vergüenza hacer un escándalo a media calle, sabía que no podía hacerlo, mucho menos llamar a la policía y explicarles el incidente, además le daba miedo que algún vecino pase y los vea forcejeando la puerta dándoles a entender ideas equivocadas y yendo con el chisme por toda la urbanización, lentamente dejo de forcejear en la puerta y el viejo entro a la casa de una manera calmada.
— así que este será nuestro nuevo nidito de amor o ¿prefieres que nos sigamos viendo en mi casa?, No es tan acogedora como la tuya, pero si le das una buena limpieza yo creo que puede quedar decente.
– por favor ya no siga, ya obtuvo mucho más de lo que quería ese día.
— jaja ósea ahora si se te refresco la memoria, pero te equivocas mamasota, te fuiste corriendo antes de tiempo y me dejaste bastante caliente todos estos días, ni siquiera el prostíbulo al que fui me calmo mi hambre de sexo, todos estos días solo he pensado en ti y en tu rico culo.
-por favor ya olvídese de eso…le puedo dar dinero para que vaya a un mejor prostíbulo si gusta.
El viejo soltó una carcajada y sin que nadie lo invite se sentó en uno de los grandes sofás de la feliz pareja
— ¿pero para que haría eso? Si te tengo a ti, ese tremendo culo que posees no tiene comparación…y dime preciosa ¿cómo la has pasado estos días? ¿extrañaste mi verga?, ese día la succionabas como toda una perrita, me dejaste seco por unos minutos, ahora tengo una gran carga guardada solo para ti preciosa, o ¿preferirías que ahora me corra dentro tuyo?
La nena no podría creer todas las cosas que le estaba diciendo el viejo, hasta hace unos pocos días, el viejo la trataba como a una nieta y ahora solo la miraba como un pedazo de carne, estaba indignada por el brusco cambio de su vecino, pero a la vez sabia que ese comportamiento estaba dentro de sus fantasías más sucias, la nena resignada intento tratar de calmar las cosas antes de que esto se le fuera de las manos nuevamente.
-Don Rómulo…por favor dejemos ese momento atrás, no sé qué me paso, admito que yo también tengo parte de la culpa así que no le hare problema, mejor olvidemos todo eso y volvamos a ser amigos. — dijo la sexy jovencita tratando de persuadirlo de una forma amable para que se fuera y la deje en paz,
— es imposible olvidar ese culo y esas ricas tetas que te manejas, sobre todo cuando ya pude saborearlas a mi gusto, te ofrezco un mejor trato, ¿por qué no te dejas llevar y nos ponemos a coger todas las veces que el inútil de tu noviecito este afuera trabajando?, si no quieres que nadie sospeche que vengo seguido a tu casa, podríamos ir a un hostal un par de veces, obvio tú lo pagarías ya que mi economía no es tan buena estos días.
– Oiga no meta a Jorge en estas cosas.
— Jorge, Jorge, Jorge…ese inútil no te merece mamasota, de que le sirve tener todo el dinero del mundo si no puede satisfacer a su hembra, ese día ya me lo confesaste, tu noviecito es un inútil en la cama.
– ¡yo no dije eso!
— sí lo hiciste, dijiste que te gustaban las personas que se comportaran sucio contigo…y como no comportarse así contigo si tienes tremendo cuerpazo.
-ya le dije que Jorge lo hace bien, solo que por el trabajo siempre viene exhausto, ¡nunca dije que fuera un inútil!
–ya, ya tranquila yegüita, estamos algo tensos, por que mejor no te preparas un cafecito para calmar esos nervios y de paso te haces algo para tragar ya que aun no he desayunado por venir temprano a visitarte.
Cielo Riveros estaba molesta, encima del mal rato que estaba pasando y de las burlas a su novio en su propia casa, ahora este anciano sinvergüenza le pedía que le llevara algo de comer, Cielo Riveros estaba a punto de mandarlo al diablo, pero sabia que tal vez podría calmar un poco la lujuria del viejo si ganaba algo de tiempo.
-quédese sentado, preparare algo de café y calentare algo de ayer, si gusta puede ver la televisión.
–ok culonsita, prepárate algo rico antes de empezar con la acción, sé que el inútil ese llega de noche, así que tenemos mucho tiempo para pasarla bien jeje
La nena ya no dijo nada, sabía que era inútil defender a su novio en estos momentos, así que simplemente se fue a la cocina, el viejo no perdía detalle de ese gran trasero que se movía en dirección a la cocina, se puso cómodo en el sofá y prendió un rato la tele como si estuviera en su propia casa.
por su parte Cielo Riveros no sabía cómo deshacerse del viejo lujurioso, sabia que si lo hacia por la fuerza o empezaba a gritar se armaría todo un escandalo en el vecindario, lo único que tenía claro es que no debía hacerlo enojar, esperaba que el recalentado del día de ayer sea del agrado de Don Rómulo.
Había pasado solo unos minutos desde que la jovencita se metió en la cocina para prepararle algo de comer a Don Rómulo, estaba tan concentrada con el sartén calentando la comida cuando sintió que la abrazaban por detrás.
– o…oiga ¿qué hace?
— lo siento ricura, no me aguanto, tienes un cuerpazo exquisito
– suélteme por favor estoy a medio calentar la comida, me voy a quemar
— deja eso, puedo comerlo despues, ahora lo que no quiero es seguir perdiendo el tiempo contigo, quiero continuar donde lo dejamos y hacerte mía de una vez. — dijo el calenturiento anciano poniendo todo su bulto de forma descarada entre las grandes nalgas de la jovencita.
– Señor Rómulo por favor no haga esto.
— tienes un rico culo mamacita, seguramente te deben decir muchas groserías en la calle y no los culpo, cualquier hombre moriría por poner su verga entre esas dos nalgotas.
Las embestidas estaban empezando a tomar más fuerza, Cielo Riveros desconcertada y aun con el sartén en una mano no sabia que hacer, pero el solo sentir esa verga en su trasero le hizo recordar todo lo que había pasado aquel día en la casa del viejo, no podía negar que su cuerpo aún seguía caliente desde ese día.
— dime preciosa, ¿de verdad no has extrañado esta verga que tanto manoseaste ese día?, ¿no recuerdas como la chupabas con tanta devoción y como te llene la boquita de todo mi semen?
– yoooo…
Don Rómulo aprovecho la pasividad de la jovencita tomándola de la mano y llevándola a su hinchado bulto, Cielo Riveros quiso resistirse, pero era inútil, los recuerdos de ese día estaban en su cabeza y su manito instintivamente quería recordar aquella sensación, así que se dejo de ofrecer resistencia.
–ufff recuérdala mamacita, recuerda lo rico que me pajeaste ese día, deja ese sartén a un lado y déjate llevar por la verga de un verdadero macho
Cielo Riveros Cielo Riveros
dejo a un lado el sartén, luego de tener su otra mano presionada al bulto del vejete, no resistió darle un apretón un par de veces, recordando así que las dimensiones no habían sido solo un sueño, luego de corroborar su duda trato de quitar la mano y de zafarse de la garras de Don Rómulo, pero era inútil, el viejo la tenia bien agarrada por detrás y apenas su mano dejo de tocarle el bulto, el viejo otra vez procedió a embestir su trasero.
– doooon esto…esto está mal, déjeme por favor — decía la nena con una voz bastante bajita
Mientras la nena trataba de zafarse, el viejo empezó a pasar su arrugado rostro por el cuello de Cielo Riveros y empezar a olfatearlo, Don Rómulo sabía que esa sensación podría volver loca a Cielo Riveros, así que trato de recorrer todo el cuello
–no sabes como he extrañado estos días tu rico cuerpo mamacita, extrañe tener entre mis manos esos globos que tienes por tetas — dicho esto el viejo subió sus manos hasta los pechos de Cielo Riveros Cielo Riveros manoseándolos a su antojo aun por encima de su polo, pero al no tener brasier, el viejo podía sentir a todo detalle la suavidad de esas toronjas
Cielo Riveros perdía cada vez más sus fuerzas para intentar zafarse y empezaba a dejarse llevar, el viejo nuevamente la llevo hasta una pared, esto le había funcionado hace dos días, así que ahora sabía qué a Cielo Riveros le encantaba sentirse acorralada y pronto cedería como aquella vez en su casa.
— ufff pero que suavecitas las tienes, jamás me voy a cansar de agarrártelas, eres una perra en celo sin duda, siente como tu respiración cambia con solo agarrarte las tetas
– nooo don Romuloooo aahh
— puedes negarte todo lo que quieras, pero tus pezones no mienten, ahora que no llevas brasier puedo sentir como se están poniendo duritos aun por encima de ese polito…dime ¿quieres que te diga manoseando las tetas?
-ahhhh dooon nooooo haga esoooo
–no seas terca y dime la verdad o te jalare fuerte los pezones — dicho esto el viejo ubico ambos pezones y les dio un pequeño pellizco.
-ayyy ahhhh no lo haga así, hágalo más suave ahhhh
— entonces ¿si quieres que te manosee bien las tetas?
La nena movió afirmativamente su cabeza con algo de pena, aun le daba vergüenza todo lo que estaba haciendo, pero a pesar de ello no quería que las manoseadas bruscas a sus pechos parasen.
Con el permiso de Cielo Riveros, Don Rómulo empezó a apretarles los pechos con más entusiasmo, sus arrugadas manos apenas cubrían los bien formados senos de la jovencita, mientras al oído le decía los suaves y ricos que se sentían.
Cada apretón que sentía en sus senos, la ponían más caliente, sentir una vez más esas arrugadas manos en sus pechos la calentaban, le gustaba como aquel viejo las trataba con esa fuerza, como si fuera la ultima vez que los tendría en sus manos, de pronto sintió como esos hábiles dedos tocaban su plano abdomen y de pronto se metieron dentro de su polo con la intención de subir y apoderarse de aquellas toronjas, lo que hizo que automáticamente ella se cubra impidiéndole el paso.
— vamos déjame agarrarlas sin nada encima
-ahhhh noooo ahhhhhhhh
–dale nenita, se que quieres que te las siga agarrando, vamos quita tus manos — le dijo eso mientras suavemente volvía a recorrer su arrugado rostro por el cuello de Cielo Riveros haciendo que esta cediera.
-ahhhhhhhhh está bien peeero tratelas bonito porfaaaaa ahhh — dijo Cielo Riveros mordiéndose el labio inferior para no soltar un fuerte gemido
Don Rómulo empezó a frotar los pezones de Cielo Riveros con su dedo índice y pulgar, poco a poco alternaba entre apretarlos y jalarlos suavemente.
–¿te gusta como te las estoy agarrando?
– uyyyyy siiiii, pero hágalo suavecito que son sensibles
— tranquila tetona, ya veré yo como las trato, de ahora en adelante estas ricas toronjas me pertenecen ¿está claro?
– ahhhh dooon yo no…
— ¿está claro? — dijo jalándole nuevamente los pezones
– ayyyy está bien don, son suyaaaas, solo suyaaaas.
— mmm no te creo, mejor dímelo a la cara — dicho esto volteo a la jovencita y la puso frente a ella, la joven trato de desviar el rostro, pero con sus manos la puso otra vez frente a frente mostrándole de cerca su horrible rostro envejecido y maltratado por el clima y la mala vida.
– ahhhhh dooon espere, yo….
— habla tetona, estas ubres ¿ahora son mías? — le dijo agarrando firmemente ambos pechos
-ufff siiiii Don, son suyos, puede hacer lo que quiera con ellas.
–¿segura? y Si me dan ganas de apretarte estas toronjas en la calle ¿te dejaras?
-ahhhh si doncito dejare que me toque los pechos en la calle si se le antoja ufff siempre y cuando no haya gente.
— y te dejaras manosear solo con las personas que yo diga ¿está claro?
– ufff, pero don, yo solo quiero que usted me las toque ahhh
— ahora tus tetas me pertenecen, tu misma lo has dicho, así que yo decidiré si comparto estas ubres con otras personas ¿entiendes?
– ahhhhh mmmmmfff es…está bien Don, hare todo lo que usted diga.
— así se habla putita, ahora quiero que me amamantes con esas ricas ubres tuyas
Cielo Riveros procedió a hacerle caso, agarro la cabeza del vejete y quiso dirigirla hasta su seno derecho cuando este se frenó y le dijo
–noooo así no, quiero que me amamantes como debe ser, vamos al sofá y hazlo bien.
Cielo Riveros se mostró sorprendida por los nuevos requerimientos del viejo, recordaba como otras personas le había pedido permiso incluso para poder poner una mano sobre su hombro y este viejo venia con total descaro a hacer lo que se le de la gana y lo peor era que le iba a obedecer sin poner ninguna excusa.
Al final de cuentas no le quedaba de otra a la pobre universitaria, así salieron de la cocina y se dirigieron al sofá café el cual no tenía comparación al que había en la casa del viejo, se acomodó ella primero y luego puso la cabeza de Don Rómulo sobre sus piernas, el vejete podía sentir las suavidad de esa piel, tenía una excelente vista de aquellas jugosas toronjas, desde esa posición vio como la sexy jovencita empezaba a subir su polo donde asomó uno de sus hinchados pechos el cual fue tomada por la jovencita y con su misma mano la llevó a la bocota del viejo metiendo el ya duro pezón de color crema entre los resecos labios de este.
El asqueroso tipo se deleitó succionando con fuerza, le dijo a Cielo Riveros que se inclinara un poco para que tuviera acceso a ambos senos, una vez que los tuvo en su poder trato de meterse ambos pezones en la boca apretándolos fuertemente con ayuda de sus labios lo que hizo que Cielo Riveros diera un fuerte gemido ya que sus pechos estaban recibiendo la rudeza que ella había estado fantaseando estas últimas semanas.
–que ricas ubres tiene mamasota, pronto hare que te salgan leche de ambas tetas
-uffff siiiiii señor Rómulo chupe más fuerte ahhhhhh haga lo que quiera con ellas, ¡son suyas!
— ¿quieres que haga que tus tetotas se pongan a producir leche? — decía esto mientras otra vez se metía el seno derecho de Cielo Riveros en su asquerosa boca
– ahhhhhh mmmmf siiiii hagan que produzcan leche por favor y… y yo lo amamantare todas las veces que usted quiera
— así será entonces tetona, sabía que eras una putita calenturienta, mi verga esta a punto de explotar, sácamela y hazme una buena paja
Cielo Riveros miro aquel bulto que luchaba por liberarse, sabia que no tenia que hacer eso ya que seguramente no habría vuelta atrás, pero quería volver a sentir aquella gruesa herramienta, así que tímidamente llevo su mano hasta aquel lugar para empezar a bajar el cierre de ese sucio pantalón y a mover como pudo el calzoncillo de este.
Don Rómulo sin desprenderse del seno de la jovencita, perdía la paciencia ya que Cielo Riveros se tomaba su tiempo para liberar aquella verga del pantalón, así que en un movimiento brusco se bajó el mismo los pantalones hasta la altura de sus rodillas, liberando así su erecto miembro, aquel que no había dejado dormir a Cielo Riveros todos estos días.
La jovencita vio que era tal cual como la recordaba, ese grosor no tenía comparación a la verguita de su novio y sin que le dijera nada el viejo, se apodero de aquella barra caliente para sentir su volumen una vez más.
El viejo se sentía en el cielo, estaba siendo amantado por una escultural jovencita mientras esta le estaba agarrando la verga en el sofá donde seguramente siempre se sentaba la feliz pareja a ver alguna película o pasar el momento.
–vamos nena empieza a mover tu mano
Cielo Riveros obedeció y tímidamente empezó a subir y bajar su mano, mientras miraba como aquel miembro empezaba a soltar algo de líquido pre-seminal
-a…¿así?
–más fuerte culona, hazlo como lo hiciste ese día
Cielo Riveros entendió el mensaje así que procedió a mover su mano con más intensidad, haciendo que el viejo se retuerza del placer y succione con mas fuerza los pechos de la muchacha.
– ¿le gusta que se lo haga así?
–ohhhhh ya vas entendiendo, dale sigue moviendo así tu mano y ven para acá — dicho esto soltó el seno de la jovencita y trato de alcanzar los finos labios de la nena que enseguida volteo el rostro negándole su cometido haciendo que este se enfurezca
-noooo don eso no, no quiero besarlo
–¿pero de que mierdas me hablas pendeja?, Tuviste toda mi verga metida en tu boca el otro día y ¿ahora te acobardas por un pequeño beso?
-pero don…
–ahora serás tú la que buscaras mis labios, hazlo de una vez o dejare de chuparte las tetas y te dejare toda caliente
-noooooo don Rómulo no se ponga así
–pues entonces tráeme esos ricos labios tuyos, compórtate como la hembra calienta vergas que eres.
La nena no tenía otra alternativa, el viejo tenía razón, su calentura le estaba ganando de nuevo así que esta vez cedió mucho más rápido y la razón era simple, ya que la jovencita quería seguir pasándola bien y no quedarse con las ganas como el anterior día, sino estaría otra vez autosatisfaciéndose toda la noche.
Ya con la calentura al tope y dejando la vergüenza a un lado, la nena llevo su lindo rostro hasta los labios de este, pero justo cuando cerro los ojos para darle un tierno beso, el asqueroso sujeto movió su rostro, sorprendiendo a Cielo Riveros ya que le había rechazado el beso, algo que jamás le había pasado cuando ella tomaba la iniciativa.
-don no se mueva
–tú me rechazaste, lo más justo es que yo haga lo mismo — decía haciéndose la victima
-perdóneme, le prometo que no volveré a rechazarlo
–no se si creerte nalgona
-le digo la verdad — la nena volvió a acercar su rostro, pero el viejo nuevamente lo rechazo, hiriéndole en el orgullo ya que ahora había sido rechazada dos veces
-Don Rómulo no sea así, le prometo que no le volveré a rechazarle un beso, desde ahora mis labios serán suyos.
–¿estas segura ricura?
-si don, usted será libre de besarme cuanto guste…bueno siempre y cuando estemos a solas y….
Cielo Riveros no pudo terminar su frase, cuando el viejo asalto esos suaves labios para fundirse en un apasionado beso que fue permitido por la nena, el viejo aprovecho y le metió la lengua por todos los rincones haciendo que Cielo Riveros le correspondiera de igual manera, primero tímidamente, pero luego le siguió el ritmo hasta que el beso se pareció al de unos verdaderos amantes que no se veían en mucho tiempo.
–que ricos labios tienes chiquita
-usted también besa muy rico
Los besos siguieron por un par de minutos, Cielo Riveros sintió como esa babosa lengua recorría toda su boquita, la nena al hacer lo mismo sintió que el al viejo le faltaban algunos dientes y su aliento era horrible, de alguna manera eso la calentó más y permitió que el viejo le llenara de babas toda la cara para otra vez fundirse en un nuevo y apasionado beso donde el no dejaba de masajearle los pechos y ella no dejaba de masturbarlo, en un momento ella dejo de besarlo para solicitarle algo que iba a dejar atónito al viejo
-ahhh don haga…hagamos otra vez lo que hicimos el otro día
–¿a qué te refieres ricura?
-uff ya sabe… a eso donde estaba encima mío
a pesar de todo lo que habían pasado, a la nena le daba algo de vergüenza pedirle que volvieran a hacer el 69, por supuesto el anciano había captado la idea de lo que se refería Cielo Riveros en un instante, pero quería que la jovencita le sugiriera con todas las palabras para recién hacerle caso
–no me acuerdo a que te refieres.
-ayyy si sabe, a eso donde yo se lo chupaba y usted también me lo hacia — le dijo medio ofuscada y avergonzada
–haaaa eso mi culoncita se llama 69, ¿quieres que te empiece a lamer toda tu vaginita y tu culito?
-uffff si don, quiero sentir su lengua nuevamente…quiero sentirla dentro mío
–esta bien, pero antes haremos otra cosa, primero vamos a tu cuarto y me la empezaras a chupar, depende a cómo te comportes te recompensare con la mejor lamida en tu concha que te puedas imaginar
-Pe…pero don
–si te niegas, no tengo problemas en irme y ya veras tu como te quitas toda la calentura
sin duda el viejo se la estaba jugando, pero tenia fe en que la calentura de la nena era mas fuerte que su sentido común, Cielo Riveros pensó por unos cuantos segundos ya que ir hasta la recamara donde dormía y tenia sexo con su novio era demasiado descarado, pero sabia que si le daba la contra podría quedarse con toda la calentura por días y no podía quedarse así, su ya lubricado sexo quería seguir con la acción nublando su juicio, así que sin decir palabra movió su cabeza afirmativamente.
Al horrible Don Rómulo se le dibujo una sonrisa ya que todo estaba saliendo como el quería, ambos se pararon, el viejo se acomodó el pantalón y siguió a la jovencita por las escaleras, recordó como días atrás solo podía limitarse a mirar ese tremendo par de nalgas, pero ahora era libre de tocarlas a su gusto y así lo hizo durante todo el camino hasta el cuarto, metiéndole mano y abrazándola por detrás, todo con el consentimiento de la caliente jovencita que solo se dejaba hacer.
Al llegar a la habitación el viejo pudo notar que era un lugar bastante grande para ser solo un dormitorio, todo el cuarto era de color crema, estaba adornado con fotos de lugares que había visitado la feliz pareja todos estos años, así como peluches románticos que estaban encima de la enorme cama que tranquilamente superaba las dos plazas, el aroma a pétalos de rosa era un toque que siempre le gustaba echar a Cielo Riveros después de levantarse.
–vaya sin duda ustedes están nadando en dinero — dijo el despreciable sujeto mientras entraba junto a Cielo Riveros manoseándole fuertemente todo su trasero
Al entrar lo primero que hizo el viejo fue atraer a su musa hacia su fofo cuerpo y volver a sentir esos suaves labios, mientras sus manos manoseaban fuertemente las nalgas de la nena, por su parte Cielo Riveros solo cerraba sus ojos y se dejaba llevar.
Mientras el viejo seguía besuqueándola a su antojo, volvió a dar un vistazo rápido por todo el cuarto y vio que los roperos eran separados por lo que soltó por un momento a la jovencita y se dirigió al gran ropero de color rosa, apenas abrió las puertas principales, vio una enorme cantidad de ropa, a pesar de eso, al viejo le tomo solo unos segundos encontrar alguna lencería o conjunto sexy y este era aquel conjunto que había usado Cielo Riveros el día de ayer para su novio.
–vaya vaya el cornudo de tu novio es un suertudo, verte con estos trapitos sin duda es mucho premio para él, cambio de planes nalgona, antes de hacer el famoso 69 que tanto quieres, primero quiero verte modelándome usando esto, ya sabes como el otro día con la ropa que yo te compre, pero ahora quiero que lo modeles y me bailes de la forma más erótica que se te pase por la mente.
Cielo Riveros miraba aquella lencería de color que hasta hace unas horas se había puesto solo para animar a su novio, pero ahora lo tenia que usar para aquel horrible vejete, estuvo a punto de negarse, pero el viejo la anticipo y agarrándole uno de sus suaves pechos le dijo:
–ni se te ocurra darme la contra nenita, ya te he dicho que tu eres mi hembra, así que compórtate como tal poniéndote lo que te digo de una vez, ¡VAMOS ES UNA ORDEN!, te daré solo 1 minuto para que te cambies, así que no me hagas esperar
— termino de decir el viejo volteándola y dándole una sonora nalgada para que se dirija al baño del dormitorio sin poder argumentar nada.
La sexy jovencita ya se encontraba en el baño, en su cabeza solo retumbaba la palabra “es una orden”, de alguna manera le gustaba sentirse sumisa y humillada por aquel desagradable sujeto que seguramente nunca en su vida había estado con una mujer como ella, por otro lado sabía que no podía abandonar el lugar como la última vez ya que ahora se encontraban en su casa, no podía correr hacia otro lado en caso cambiara de opinión a ultimo momento, aunque eso difícilmente iba a suceder ya que había estado caliente por lo que paso hace dos días y este era el momento de calmar su calentura, sin duda no lo iba a dejar pasar, además que la idea de modelar su lencería roja le estaba empezando a gustar.
Ya con sus ideas un poco más claras, empezó a quitarse su polito, así como su ya mojado short y procedió a ponerse aquella camiseta transparente con esa minúscula tanga de color rojo intenso.
Pasado el minuto Cielo Riveros salió, al viejo se le caía la baba al ver a tan hermosa jovencita usando esa pequeña y semitransparente camiseta haciendo que se note ligeramente aquellos hinchados pezones, así como también esa pequeñísima tanga que resaltaba mucho más sus blancas y bien torneadas piernas, así como su gran y firme trasero, sin dudas era todo un espectáculo verla en aquellas ropas a su musa.
Don Rómulo aun sorprendido por tan bello espectáculo, busco su celular y puso el tema Back In Black de AC/DC para que empiece el show.
Cielo Riveros tomo aire y empezó a contornear sus caderas, el viejo Rómulo se acomodó en la orilla del colchón, disfrutando del espectáculo.
La jovencita sabia que su mejor atributo era su trasero, por lo que decidió sacarle partido, dándole la espalda y empezando a moverse al ritmo de la música de la manera mas sensual y provocativa que pudo, se sentía deseada, malvada, juguetona y quería que el viejo disfrute del espectáculo, lo cual no era muy difícil ya que presenciar a tan hermosa jovencita con esa lencería, alborotaría hasta al mas reservado, pronto Cielo Riveros observo como Don Rómulo frotaba su miembro por encima de su pantalón, lo que hace unas horas le daría asco ahora se convertía en una motivación extra para seguir con sus sensuales movimientos.
Pronto estuvo al frente del arrugado y suertudo tipo, sabía que la tela de su camiseta no ocultaba nada por lo que decidió ella misma frotarse los senos enfrente del empalmado viejo que no perdía detalle, Cielo Riveros recordaba como aquel arrugado suertudo se estuvo deleitando con sus senos hace algunos minutos, eso le encendía y poco a poco se empezaba a frotar los pezones aun por encima de la camiseta transparente, el espectáculo era tan erótico que el viejo alargo una mano para apoderarse una vez mas de esos turgentes pechos, pero Cielo Riveros le dio una pequeña bofetada a esa mano traviesa.
-no, no, no, De momento puede ver, pero no tocar — dijo coquetamente la jovencita guiñándole un ojo
Don Rómulo retiro su mano, embobado por el baile que no quería que acabe nunca, Cielo Riveros por su parte disfrutaba del momento, siempre le había gustado tomar el control de la situación y ahora lo estaba logrando, sabia que con sus contorneos podía domar a aquel viejo león que estaba que se le caía las babas de tan erótico espectáculo
Una vez termino la música, Cielo Riveros aún seguía moviéndose, esperando posiblemente otra canción para cambiar la coreografía, pero Don Rómulo no aguantaba más y en un rápido movimiento atrajo a la jovencita hacia él, haciendo que se siente en sus piernas, una vez más sus arrugadas manos recorrían esa tersa y suave piel blanca recorriendo con gran vigor aquellas largas piernas, mientras le babeaba todo el cuelo en busca del lóbulo de su oreja haciendo que esta lance pequeños gemidos ya sin ninguna vergüenza
-ahhhh don Rómulo aun quería seguir bailando para usted
–ufff Cielo Riveros tienes un cuerpo muy rico, ya no podía aguantar las ganas de tenerte en mis manos
-mmmmfff ¿y le gusto el baile?
–me encanto preciosa, siento que podría ganar mucho dinero con ese cuerpito tuyo
-ay noooo que vergüenza me daría jiji
–recuerda que te dije que yo tendría la última palabra culona, así que shhhhh cállate y bésame como la hembra necesitada de verga que eres
Cielo Riveros se imagino por un momento bailando en un club de striptease de mala muerte, donde solo habían puros viejos horribles lanzándoles billetes y gritando las peores groserías, solo pensar que haría eso para alegrar a Don Rómulo la ponía a mil y con ese pensamiento en mente, se apodero de esos labios resecos para darle el más húmedo y fogoso beso que pudo dar, sorprendiendo al viejo por unos momentos, pero no tardo mucho en corresponder tan erótico beso
Las manoseadas y los besos duraron varios minutos, la nena sentada en las piernas del vejete, podía sentir como esas arrugadas manos recorrían sus piernas y luego subían hasta sus antojables pechos recibiendo un fuerte masaje, entre sus nalgas podía sentir esa enorme erección, Cielo Riveros empezó a mover sus caderas de forma circular, le gustaba sentir aquella gruesa verga aun dentro de los pantalones empujar su pequeña tanga.
–ahhh maldita nalgona, me encanta puntearte en la misma cama que duermes con el cornudito de tu novio todas las noches, Dime, ¿te gustaría estrenar esta cama con la verga de un verdadero hombre?
-uuyyyyy si Don me gusta
–de ahora en adelante serás mi perra en esta cama y me correré dentro tuyo todas las veces que quiera ¿está claro?
-ufff pero doo…
–ya te dije que no me tienes que contradecir maldita sea, de ahora en adelante yo voy a ser tu dueño y te cogeré todo el tiempo que quiera y en el lugar que se me antoje
-sí señor Rómulo, hágame suya en la cama donde duermo con mi novio, pero por favor use condón, aun no estoy lista para quedar embarazada
–esas estupideces no van conmigo, yo te lo hare al natural o no lo hare, tú decides, además de esa forma me asegurare que esas tetotas tuyas produzcan la rica leche que tanto deseo probarte, tú me prometiste que me ibas a amamantar todas las veces que quiera ¿verdad?
La nena simplemente asintió mirando fijamente a su macho, el viejo satisfecho por lo sumisa que se había puesto, le ordeno que se subiera a la cama y se pusiera en 4 , Cielo Riveros no objeto nada y solo obedeció, dando una vista tremenda de su enorme y bien trabajado trasero, entonces el viejo se bajó su pantalón y lo tiro a un lado, se subió a la cama y empezó a embestirla aun con su calzoncillo puesto, quería calentar a la nena hasta el punto donde ella misma fuera la que le rogase que le meta la verga.
Las embestidas eran cada vez más fuertes y la nena ya no contenía los gemidos, le encantaba sentirse punteada por aquel horrible y ordinario hombre, Don Rómulo no perdía el tiempo y a cada rato le lanzaba un sonoro palmazo en sus nalgotas, Cielo Riveros simplemente disfrutaba
La nena estaba tan a gusto que no se dio cuenta cuando el viejo se había bajado sus calzoncillos y ahora era solo la telita de su tanga era la que la protegía de una inminente penetración, el viejo por su parte solo jadeaba como cerdo, pasaba su verga por todo el trasero de la nena y hacia especial énfasis en sus zonas mas sensibles, su verga ya sentía el calorcito que emanaba la vagina de Cielo Riveros, sentía como esa zona que cada vez se ponía más mojaba se mezclaba con su liquido pre-seminal, el viejo se sentía en la gloria y sin importarle nada dio un leve empujón haciendo que Cielo Riveros cierre sus manos haciendo puños, esperando su tan ansiada penetración, pero la tela impedía que esa gruesa verga entrara dentro de ella por completo
El viejo Rómulo estuvo jugando con ella de esa manera por unos minutos, le encantaba empujar y ver hasta donde resistía el elástico de aquella tanga, con una mano recogió el cabello de Cielo Riveros y empezó a jalarlo con cada punteada que daba haciendo que los gemidos se escuchen por toda la habitación, la nena por su parte sentía que perdía la cordura cada vez que aquella gran cabeza se quería hacer espacio dentro de ella, pero su tanga le impedía el paso, ya no soportaba más, alargo su manito y sin decir una palabra intento mover a un lado su pequeña ropa interior para que por fin se consumiera el acto, pero se sorprendió cuando el viejo le agarro la mano negándole su deseo
–¿quieres que te la meta de una vez?
La sexy jovencita movió su cabeza de forma afirmativa, pero esto no era suficiente para el viejo, quería que la nena se humille más, quería que las palabras salgan de esa boquita y que lo gritase a los 4 vientos.
–dilo, quiero que me lo pidas como debe ser — le dijo mientras le jalaba su larga cabellera, haciendo que la jovencita pare mucho mas su trasero para seguir sintiendo las punteadas.
-siiiiii doooon hágamelo de una vez
–¡MAS FUERTE!
-hágalo don Rómulo conviértame en su mujer en la cama de mi novio ahhhhh se lo ruego — el viejo estaba satisfecho con aquellas palabras, sabía que tenía a Cielo Riveros en sus manos.
— pues si tanto anhelas que te meta la verga, primero dame una buena mamada, recuerda que eso fue lo primero que te pedí antes de subir a tu cuarto, métetela toda en tu boquita como lo hiciste aquella vez.
Cielo Riveros rápidamente se volteo, tumbo al viejo en la cama, justo en el lado donde siempre dormía su novio y procedió a meterse ese gran trozo de carne en su boquita, esta vez no fue tímida como hace un par de días, esta vez puso todo de su parte para que el viejo disfrute de la mejor mamada de verga de su vida.
Ya sin nada de vergüenza, empezó dándole grandes lamidas por todo el tronco de aquella gruesa y caliente verga como si de una paleta se tratase, se quedo por un momento en sus testículos donde le lleno de besos y caricias.
–eso putita, lame y chupa así, dales toda la atención que se merecen mis bolas, recuerda que ahí esta toda la lechita que te gusta, así que trátalos con cariño
Cielo Riveros le dio un especial tratamiento a esa zona, luego poco a poco subió hasta que su lengua pasaba por la punta de la verga, sentía ese olor del líquido preseminal inundar toda su boquita, con una mano tomo la gruesa verga del vejete y empezó a masturbarlo mientras lamia la punta, como si quisiera vaciarle todo el semen que tenía acumulado estos días.
Don Rómulo estaba encantado por el trato que estaba recibiendo su verga, ni las prostitutas le habían ofrecido un trato tan completo a su verga y esta jovencita se lo estaba haciendo gratis. Como aún se encontraba echado, estiro sus manos hasta la cabeza de la jovencita e hizo que esta se tragara de una sola vez casi toda su verga
Los movimientos se volvieron más rápidos, Don Rómulo estaba literalmente follando la boca de Cielo Riveros y esta simplemente se dejaba hacer, solo paraba en ciertas ocasiones cuando sentía que el viejo se pasaba un poco y hacía que se atragante, pero luego volvía a abrir sus labios para que este se la siguiera follando por la boca.
Cielo Riveros estaba sorprendida por el aguante que tenia el viejo, si fuera su novio Jorge, estaba segura que a estas alturas este se hubiera corrido un par de veces dejándola con ganas de más juegos previos, pero ahora tenia a un verdadero semental que estaba a la altura de su calentura, sin duda la experiencia del vejete la volvía loca, hasta hace unas pocas horas, aun sentía asco por aquel viejo, pero ahora se sentía agradecida por que aquel hombre era el indicado para apagar toda esa calentura que necesitaba calmar para volver a ser ella misma.
Luego de estar varios minutos dejándose follar la boca a gusto del viejo, Cielo Riveros dejo de hacerlo y se subió encima de el hasta la altura de su rostro, su linda boca ahora inundada por el aroma de la verga del viejo fue hasta su oreja y le dijo de forma suplicante:
-Señor Rómulo, ya no aguanto más, tome la responsabilidad por ponerme así de caliente, ¡POR FAVOR FOLLEME Y HÁGAME SU MUJER SE LO RUEGO!
Esas eran las palabras que el viejo había estado esperando desde que vio por primera vez a la jovencita, su plan de excitar a la nena había sido todo un éxito y ahora era ella la que le pedía tener sexo.
–muy bien culoncita, ahora si sentirás como es follar con un verdadero macho
-siiiii hágalo don, hágame suyaaaaaaa
Ya a estas altura al estar ambos cara a cara se fundieron en un ultimo beso antes del acto final, la gruesa verga del viejo ya estaba buscando instintivamente la entrada de la sensual jovencita, los roces eran cada vez mas intensos , Cielo Riveros jadeaba pesadamente y le seguía pidiendo que se la folle de una vez , el viejo alargo sus manos, poco a poco y con ayuda de los movimientos de la nena logro bajarle la mojada tanga hasta la altura de sus rodillas, luego de eso la misma Cielo Riveros termino de quitarse la mojada prenda y la tiro a un lado del cuarto, ahora si por fin la verga del viejo podía rozar sin ningún impedimento toda la mojada vagina de la nena la cual ya se estaba acomodando para aguantar aquella gruesa y venosa barra de carne.
El viejo ya sentía la mojada entrada de la nena, solo tenía que empujar y la sexy jovencita seria toda suya, pero para su desgracia justo en aquel momento sonó el timbre de la casa haciendo que la caliente Cielo Riveros diera un salto del susto y se alejara momentáneamente un poco del viejo. Don Rómulo algo disgustado por arruinar el momento solo le dijo:
–bahh deja que toquen noma culona, concéntrate en cumplir a tu macho
-e…este tiene razón don Rómulo, perdón
La nena junto sus finos labios a los del viejo para seguir en su juego, mientras su mojada entrada estaba a la espera de ser penetrada, cuando una voz la saco totalmente de sus casillas y es que esa potente y chillona voz solo le pertenecía a una persona.
—DAAAAANIIIIIIIIIIII abre la puerta
Era la odiosa y sobreprotectora madre de Jorge.
– ¡oh por dios!, esa voz es de la madre de mi novio
–pero que caraj…Deja que siga gritando esa vieja de mierda y continuemos con lo nuestro
-noooo don usted no entiende, ella es muy insistente y no parara hasta que le abra la puerta
–vete a la mierda, esa vieja de voz chillona no malograra este momento tan rico que estamos teniendo, simplemente no estas, has salido a alguna parte a comprar o que se yo, ya te inventaras algo
-o…ojalá tenga razón y se vaya pronto
–claro que tengo razón culona, veraz que pronto dejaras de pensar en esa vieja y solo te dedicaras a mi verga
Cielo Riveros quiso hacer caso al viejo, pero sus odios ahora estaban bastante atentos a lo que pasaba afuera de su casa, por su parte el viejo volvía a besarla para que otra vez entre en el estado que el quería, luego de unos 5 a 6 gritos, por fin la chillona voz se dejó de escuchar
— ¿ves? Te dije que se iba a cansar y se iba a ir
– ti…tiene razón, perdón por preocuparlo don, ahora si podemos volver a lo nuestr…
La suegra cansada de gritar pensó en irse, pero había comprado tantas cosas (y es que pronto se acercaba una fecha especial), que decidió dejarlas en el interior de la casa, preparar algo de cenar a su hijo cuando venga y luego marcharse, por lo que decidió buscar la llave de emergencia, algo que Cielo Riveros pensaba que solo ella y Jorge conocían.
La jovencita había cantado victoria muy temprano, ella no sabia que Jorge le había indicado a su madre donde se encontraba la llave de emergencia para que ella entre a la casa en caso su novia no este, así que la suegra se dirigió al jardín y diviso la piedra con un punto blanco el cual al darle la vuelta encontró la llave para entrar a la casa, el sonido de llave abriendo la puerta llego a los odios de Cielo Riveros que horrorizada, ahora si se alejó del viejo.
– ¡oh por Dios!, ¡está entrando!, tiene llave, está abriendo la puerta, Jorge le ha debido decir donde escondo la llave de emergencia — decía horrorizada la jovencita que no sabía que hacer
El viejo por su parte estaba bastante molesto, una vez mas se le iba la oportunidad de poseer a tan tremendo manjar
–shhh solo quédate callada, cogeremos en silencio hasta que la vieja esa se vaya
-nooooo usted no la conoce, esa mujer tiene buen odio y no dudara en subir si es que escucha algo raro.
Al cabo de unos segundos la suegra ya estaba dentro de la casa, dejo las cosas a un lado y llamo una última vez a Cielo Riveros. La nena asustada le pidió por favor al viejo que se mantuviera callado, que ella se encargaría de todo, así que arreglando un poco la garganta grito desde su cuarto.
–se…señora Ana, buenos días, ahorita estoy en la ducha, en unos minutos bajo
—hasta que por fin me respondes, estaba grita y grita afuera y no me decías nada
–perdón, no escuche nada desde el cuarto.
—-bueno, bueno, termina rápido de bañarte, te necesito en la cocina para preparar las cosas para el cumpleaños de Jorge, mañana toda la familia vendrá a esta casa y necesito que todo este impecable para dar buena presencia
-deme un par de minutos ya bajo
Cielo Riveros estaba hecha un mar de nervios, su relación con ella no era muy buena, ya que aquella mujer sobreprotegía mucho a su novio a pesar de que este tenía más de 30 años, por mas que trato de llevar la fiesta en paz, aquella gorda y vieja mujer siempre encontraba algo para criticarla e incomodarla, hasta el momento aun no lograba que la acepte como un miembro de la familia a pesar de todo el tiempo que estaba viviendo con Jorge.
-señor Rómulo por favor tengo que ir abajo
–vete a la mierda culona, no dejare que te me escapes otra vez
-Doooon por favor se lo ruego si mi suegra nos descubre…
–pues que nos descubra, mejor para mí, así por fin te separas de ese inútil y te vienes a vivir conmigo, además hasta donde se tienes mas de dos años de convivencia, así que por ley le podemos sacar un buen dinero a ese idiota y vivir bien hasta que encuentres trabajo
-por favor don no diga eso, ayúdeme, le prometo que después hare todo lo que me pida
–¿todo lo que te pida? ¿Estas segura de lo que me estás diciendo culona?
-si doncito, hare todo lo que me pida, pero ahora necesito que este en absoluto silencio hasta que pueda deshacerme de la señora Ana.
–no lo sé, luego te pondrás especial nuevamente y te harás la desentendida
-se lo prometo don, le doy mi palabra
Don Rómulo miro a Cielo Riveros, sabia que esta vez la nena iba en serio, algo que era conveniente para él ya que podría aprovechar la situación.
–esta bien zorrita, tomare tu palabra, me harás un par de favorcitos luego de que me despaches a esa vieja ¿está claro?
-si don, yo le doy mi palabra
–bueno entonces, dicho esto, creo que es momento de que te des una ducha, vamos juntitos, te ayudare a bañarte jeje
-e…esta bien don, pero solo será un baño rápido, la señora Ana se irrita muy rápido si no le hacen caso
–descuida, veras que será algo rapidito
Cielo Riveros rápidamente entro al baño acompañado de su fofo y viejo amante, prendió rápido la ducha y empezó a enjabonarse, ver esa piel blanca llenándose de jabón era todo un espectáculo para el viejo, tenía claro que podía poseerla y follársela en ese lugar por unos momentos, pero sabía que no sería la mejor opción ya que ahora que confirmo que la jovencita está bastante necesitada de sexo y se moría por su verga además con los favores que le había prometido, se aseguraría pronto de poseerla como debería ser hasta el punto que ella se enamore de su falo, tal y como lo había venido pensando estos días antes del reencuentro.
–tranquila señorita Cielo Riveros yo te ayudo con eso — dijo el viejo aun empalmado, quitándose la ropa para meterse a la ducha y con total desfachatez se puso a enjabonar los suaves pechos de la nena
-por favor don, deje eso, me tengo que apurar
–tranquila, aún hay tiempo, pronto ya no te volverá a molestar esa vieja ya que tú serás mía culona, así que ve olvidándote de caerle bien a esa bruja.
El manoseo en los sensibles pechos de Cielo Riveros estaban surgiendo efecto nuevamente en ella, pronto ella estaba nuevamente parando su trasero buscando aquella gruesa herramienta que tanto deseaba tener dentro suyo.
-don creo que mis pechos ya están bastante limpios
–dices eso, pero tu cuerpo no miente, tu culo esta que busca mi verga — le dijo mientras su gruesa herramienta empezaba a puntearla cerca de su jugosa entrada, Cielo Riveros quería seguir disfrutando el momento cuando otra vez la voz chillona la saco de sus fantasías.
— Cielo Riveros IIIII ¿muchacha tanto te demoras?, ¡Necesito que me ayudes!
– ¡ya voooy! ¡Deme unos minutos porfis!
La nena una vez mas dejo las cosas que tenia en mente y se apuro a terminar de bañarse, por otro lado, el viejo quiso probar uno de los favores que le prometió la sexy jovencita.
–arrodíllate pendeja, quiero que me la chupes antes de que te vayas
– ¿quéeeee? Noooo don ahora no, si quiere cuando la señora Ana se vay….
–que te arrodilles o hablare mas fuerte para que me escuche esa vieja de mierda
A Cielo Riveros no le quedo otra que obedecer a Don Rómulo para que este no se irritara.
–ahora chupa mi verga hasta que me corra en tu boquita
-pero doooo, crei que esto lo haríamos despue…
–hazlo de una vez maldita sea, mis bolas necesitan descargarse — dijo el viejo levantando un poco mas la voz asustando a Cielo Riveros y deseando que la vieja no haya escuchado nada.
Una vez más Cielo Riveros tenía es mástil de carne dentro de su boquita, esta vez no disfrutaba, solo quería que el viejo se corriera para cambiarse e ir donde su suegra, por eso apuro el paso tanto como pudo, de pronto la voz chillona una vez más se hizo presente.
— Cielo Riveros III ¿cómo miércoles se usa esta batidora? Tiene tantos botones, ¿Cuál es el botón de encendido?
La pequeña infiel se saco la verga de la boca para responder a la duda de Doña Ana, pero está lejos de dejarla tranquila seguía con mas preguntas ya que los aparatos eléctricos de cocina no eran su fuerte, Apenas Cielo Riveros terminaba de explicarle otra vez se metía aquella gruesa barra de carne dentro de su boca para seguir su cometido , por su parte el viejo miraba gustoso como su hembra lamia con gran devoción y se sacaba la verga de su boca solo para responder cualquier duda. Luego de unos minutos de intensa felación, el viejo sintió que por fin se iba a correr
–ahí viene culona, ahí viene la leche que tanto te gusta
-córrase don, échela sobre mi cuerpo
–noooo… quiero acabar en tu boca nuevamente, pero esta vez quiero que te la tragues
– ¿queeeee? Pero don eso no…
–hazlo o empezare a hablar más fuerte…ufff ahí viene abre la boca putita
Cielo Riveros no tenia otra salida, tomarse el semen era algo que nunca había hecho, incluso era algo prohibido dentro de las sesiones de sexo que tenia con su novio, pero ahora no podía pensar en eso, cerro los ojos y espero aquella descarga que llene su boca, de pronto 4 poderosos chorros de semen inundaron su boquita haciendo que el viejo jadeara y levantara la voz del gusto
La nena recibió toda la semilla del anciano, pero a diferencia de la otra vez, ahora si se lo tenía que tomar y con total humillación se lo trago a plena vista del vejete que miraba orgulloso como su hembra se tomaba toda su leche.
–abre la boca para demostrarme que te la has tomado
La nena hizo caso y abrió su boquita demostrándole que le había hecho caso
–bien, bien, eres toda una putita, te has tragado hasta la última gota, así me gusta
-ahora si por favor tengo que ir abajo
–un ultimo detalle, no quiero que te laves los dientes, ve así a saludar a tu “suegrita” jeje
– Pero mi aliento huele a su seme…semilla
–por eso mismo quiero que te quedes con ese sabor todo el tiempo que sea necesario
-pero doooon
–¡HAZ CASO CARAJO!
-ok señor Rómulo, como usted diga — dijo ofuscada la jovencita que sabia que no iba a ganar esa conversación.
–me da mucho gusto que obedezcas a tu hombre, ahora si corre, te doy premiso para que bajes donde esa vieja, pero bótala lo más rápido que puedas, por mientras descansare un rato en la cama…nuestra futura cama.
Cielo Riveros se secó rápido, saco de su ropero un polo y una pantaloneta típica del gimnasio, con su cabello aún húmedo se hizo una cola de caballo y bajo rápidamente cerrando con llave su cuarto dejando ahí al desnudo sujeto que se había echado en la cama a mirar televisión sin ninguna vergüenza.
Por otra parte, la señora Ana estaba molesta con todo lo que se había demorado la jovencita “bañándose” y es que no era para menos ya que se había tomado un buen tiempo para hacer que el viejo se corriera.
Ambas mujeres tuvieron un frio saludo de lejos, la madre de Jorge quería que de una vez Cielo Riveros se ponga a ayudarla en la preparación de la comida y bocaditos para el día de mañana, en todo momento Cielo Riveros permaneció lo mas alejada posible de la señora Ana para que esta no sienta el hedor a semen que emanaba de su boca.
Las horas pasaban y parecía que las ideas culinarias de la señora Ana no tenían fin, ya que apenas terminaban con algo, empezaban con otra cosa, haciendo preocupar a Cielo Riveros ya que al no ser buena en la cocina, se demoraba más de lo debido con las ordenes que le daban, mientras preparaba las cosas, se preguntaba que estaría haciendo el viejo en estos momentos en su cuarto, a cada rato miraba el reloj, las horas pasaban y ya eran las 2 de la tarde, esperaba que la vieja se quede solo un rato más y continúen con lo que faltara el día de mañana en la mañana, pero grande fue su sorpresa y preocupación al escuchar que su casi suegra le dijo que mejor terminarían todos los preparativos el día de hoy y luego de terminar esperaría a que venga su hijo para cenar con el antes de irse.
A Cielo Riveros esta declaración le cayo como un balde de agua fría, se preguntaba como sacaría a don Rómulo de su cuarto, ya que para lograr que el viejo se vaya de su casa, obligadamente este tenía que pasar por la cocina y la señora Ana no salía de ese lugar en ningún momento.
Las horas seguían pasando, ya estaba empezando a oscurecer, la sexy jovencita aprovecho un momento para subir con la excusa de ponerse algo más abrigador y sin que se diera cuenta la señora, se escondió dentro de su polo un par de plátanos para don Rómulo que seguramente debía estar muriendo de hambre, se subió rápido antes de que la vieja la vea, abrió con mucho cuidado su cuarto, esperando que tal vez el viejo se haya quedado dormido y no haya hecho ningún alboroto, pero al abrir la puerta descubrió que había pasado todo lo contrario a lo que había deseado.
Apenas abrió la puerta, vio todo su cuarto hecho un desastre, su ropero estaba totalmente desordenado ya que el viejo había estado husmeando toda la ropa de la jovencita tratando de encontrar más piezas como la lencería roja, aquella búsqueda fue todo un éxito ya que encontró más de un trajecito erótico, Cielo Riveros también pudo notar que el pequeño frigorífico que se encontraba a un lado de la cama estaba totalmente abierto y muchas latas de cervezas importadas se encontraban vacías y regadas por todo el cuarto, eso sin contar el olor impregnado por todo el cuarto, ya que se sentía que el viejo se había estado masturbando luego de que Cielo Riveros lo había dejado.
Cielo Riveros se acercó lentamente al baño y lo que vio fue una escena de los más asquerosa, vio a Don Rómulo totalmente desnudo con aquel demacrado cuerpo, masturbándose mientras aspiraba con todas sus fuerzas una de sus tantas tangas, pudo observar que mucha de su ropa interior se encontraba en el baño tiradas y mojadas, ya que seguramente el vejete las había estado usando para limpiarse cada vez que se corría, se podía apreciar que el despreciable sujeto se había estado masturbando por horas con toda su ropa interior, Don Rómulo al verla le regalo una gran sonrisa burlona y la invito a entrar.
–hasta que por fin te apareces, mira cuanta pajas te he dedicado.
-Don Rómulo ¿qué ha hecho?, ha desordenado todo mi cuarto
–dirás nuestro cuarto…y pues ¿querías que hiciera?, pasaban las horas y me aburria, me tome un par de cervezas que encontré y me puse algo cariñoso con toda tu ropa interior jeje
– ¿un par?, se ha tomado casi media docena y las ha dejado tiradas por toda la habitación
–bahh, luego lo limpias culona, mmm que ¿tienes escondido ahí?
-a ¿esto?, pues le traje algo de comer ya que la señora Ana aun no se ha ido — le dijo la jovencita enseñándole el par de plátanos que había podido conseguir
–dentro todas las frutas que tenías en la cocina, me trajiste un par de plátanos, si que has estado pensando en mi todo este tiempo jaja
Cielo Riveros le explico la situación a Don Rómulo, le dijo que la señora se iba a quedar hasta que Jorge llegue del trabajo por lo que tenia que ayudarla a ver una manera de que el salga y no sean descubiertos
–pues la verdad no tengo idea de como vas a solucionar esto, pero ya que mañana es el cumpleaños del tarado ese, que mejor que le regales un buen par de cuernos jaja
-por favor, tome esto enserio, mi novio llegara en unas 3 horas, tenemos que pensar en algo.
–ahora solo puedo pensar en ese rico cuerpo tuyo…por cierto, recuerdas que me dijiste que me harías cualquier favor si ¿permanecía callado?, pues acabo de recordar que tengo un amigo que me gustaría que visitaras … lo apreciaría mucho.
– ¿Qué? ¿quién? — dijo enojada y sorprendida por la facilidad como el viejo cambiaba el tema de conversación
–Solo es un viejo amigo que está sufriendo en un asilo a las afueras de la ciudad, significaría mucho para él recibir la visita de una hermosa joven el día de mañana.
– ¿quiere que vaya hasta ese lugar para visitar a un amigo suyo?
–pues sí, en lo que estabas abajo lo llame y quede en que mañana una bella jovencita lo visitaría, pero descuida solo le alegraras la vista con tu rico cuerpito, nada más.
-No … lo siento, no lo creo, mañana es el cumpleaños de Jorge y tengo que estar acá — respondió con firmeza.
–te recuerdo que me diste tu palabra a camio de no hacer ningún ruido.
Cielo Riveros pensó por un momento, si recordaba la promesa, sabía que no tenía que darle la contra sino seguramente el viejo haría un escándalo y supo que, por supuesto, no tenía otra opción.
– está bien, pero dígame la verdad, ¿quién es?
–Solo un amigo ya te dije, no ha estado bien por mucho tiempo, solo ve a verlo y anímalo un poco por la mañana así llegaras tranquila al cumple de tu noviecito.
– O…ok, iré solo para visitarlo, nada más.
Con la aprobación de Cielo Riveros, el viejo solo atino a sonreír, tenía en cuenta que hoy las cosas no salieron como esperaba, pero aun así tuvo un gran avance y confirmo que la nena se muere de ganas por su verga, sabía que su plan aún seguía en pie, todo lo que había estado planeando estos dos días por fin rendirían sus frutos y tendría a la sexy jovencita en sus manos si todo sale bien mañana en aquel asilo.
Por su parte Cielo Riveros no tenía cabeza para pensar que cosas le esperarían mañana, de momento solo pensaba en como burlar a la señora Ana para que Don Rómulo pueda abandonar la casa, antes de que Jorge llegue a la casa
El cuarto de arriba era un caos, toda su ropa interior había sido inspeccionada a detalle por ese horrible sujeto, muchas latas de cerveza se encontraban regadas por todo el cuarto, el olor a trago, aunque sutil, aun se podía sentir si es que su suegra se le ocurriese subir al segundo piso.
Cielo Riveros trato de aclarar su mente, trato de ver los pro y los contra de su situación, pero por mas vueltas que le daba al asunto no encontraba una solución para sacar a don Rómulo de su casa y ponerse a limpiar, ya que inevitablemente tenía que hacerlo pasar por la cocina para ir a la puerta principal, desgraciadamente ahí se encontraba su suegra, ningún tipo de orden o petición funcionaria con ella, solo conocía a una persona capaz de controlar a tan problemática mujer y ese era su suegro llamado Luis, en las pocas veces que había estado en la casa de sus suegros, cada vez que la madre de Jorge trataba de humillarla, el padre siempre había salido en su ayuda para calmar la tensión, siempre lo encontró como una persona tranquila capaz de resolver cualquier conflicto de una manera pacífica, su prominente barriga y su tupido bigote dentro de esa cara arrugada y regordeta lo hacían ver bastante inofensivo, pero a estas alturas ya no sabia que pensar, por que un concepto similar tenia de su vecino y ahora lo veía echado en su cama sirviéndose otra lata de cerveza como si no le importara que lo descubrieran.
Cielo Riveros sabia que Luis era su única salvación ya que en la situación tensa en la que estaba, no sabía a quién más recurrir, además si el demonio de su suegra siempre le hacia caso a este, debía ser por algo, así que se arriesgó, se alejó un poco del cuarto y llamo al teléfono fijo de sus suegros, hace algunos años Cielo Riveros había recibido algunos cursos de actuación, esto para ampliar sus horizontes en su carrera de modelo, así que trato de usar todo lo aprendido y puso su mayor empeño en fingir una voz bastante afligida sin llegar a la exageración contándole a este que su esposa había llegado a su casa y le estaba ayudando con los preparativos de mañana, pero debido a un desacuerdo en algunos temas, su suegra se había malhumorado con ella tratándola horrible y ya no sabía qué hacer.
Del otro lado del teléfono, Luis solo llevaba los ojos al techo como si esta noticia no le sorprendiera para nada, no sabía por qué su esposa le tenía tanta colera a Cielo Riveros, la pobre siempre había resultado ser una chica tranquila para él, luego de charlar un poco más con la angustiada jovencita le dijo que no se preocupara y que enseguida la iba a llamar para que su esposa regrese a casa, Cielo Riveros se lo agradeció y colgó la llamada, no había pasado más de un minuto y escucho a su suegra hablar por el celular ofuscada.
–No Luis, aún tengo que ayudar a esta muchacha con los preparativos, esta mujer es tan lenta que sin mi ayuda nunca acabara para mañana.
De pronto poco a poco la furiosa mujer bajaba su intensidad
–no sé por qué defiendes tanto a esa mucha……si lo entiendo, pero también esperaba quedarme a cenar con nuestro hij…pero…pee… ok está bien tu ganas, voy a la casa enseguida
Cielo Riveros desde arriba se quedo maravillada como es que su suegro domino en unos cuantos segundos a su colérica suegra, deseaba saber que cosas le dijo y aprender de ello, pero de momento se quedo tranquila, ya habrá la oportunidad de charlar con él y preguntarle todos los secretos para dominar a esa bestia que tenia por esposa, pensaba ella.
Apenas colgó el teléfono, su suegra la llamo y le dijo que tenia que ir urgente donde su marido y que termine de preparar la cena solo para ella y su hijo, sin decir más agarro sus cosas y se fue.
“Un peso menos” — dijo en voz bajita la agobiada jovencita, ahora solo faltaba deshacerse del pervertido que tenía en su cama para empezar a limpiar antes de que llegue su novio.
Subió rápido las escaleras y le dijo al viejo que su suegra por fin se había ido, este que ya sentía los primeros síntomas de mareo por todas las cervezas que había tomado sonrió al recibir esa buena noticia y sin más intento abrazarla para apoderarse de ese trasero que hasta hace poco lo había tenido en sus manos, pero fue rechazado por una jovencita a la cual ya se le había pasado la calentura del momento, sabía que no podía darse el lujo de volver a caer ya que le quedaba poco tiempo para limpiar y dejar todo en orden.
-Señor Rómulo por favor váyase necesito limpiar todo antes de que venga Jorge
–pero que dices putita, aun queda tiempo de sobra para darte un par de cogidotas antes de que el cachudo de tu novio regrese
– ¡Él no es cachudo!, usted nunca me ha metido su cosa por lo que todo esto que ha pasado a sido… un horrible malentendido — se trata de excusar la jovencita.
–JAJAJAJAJA horrible dices, pero si estabas a punto de entregarte, si no fuera por esa vieja bruja ahorita estarías montando de lo lindo sobre mi verga
-Pero no paso, así que por favor retírese de mi casa que tengo que limpiar, le prometo que no diré nada, pero por favor ya no me hable
–pues me niego a hacerte caso nalgona, en todos mis años jamás había considerado tener entre mis manos un cuerpo tan rico como el tuyo y no pienso soltarte así nada más, recuerda que mañana tenemos que hacerle una visita a mi amig…
-no creo que pueda —interrumpió la joven decidida— mañana tendré un día muy saturado y …
–¡ESCUCHAME BIEN!, tu ya me diste tu palabra y ya me comuniqué con él mientras tu estabas abajo, ahora no puedes salir con tus estupideces de negarte, si lo haces te juro que mañana me aparezco en medio de la fiesta y le digo a todos todo lo que hicimos en esta camita, ya me imagino la cara del cornudito ese al enterarse como su bella novia se revolcaba con su vecino.
Cielo Riveros quedo petrificada, la confianza que había logrado reunir para mantenerse firme se había esfumado con un simple comentario de este horrible sujeto.
-pu…pues es su palabra contra la mía, yo sé que mi novio me creerá y todos lo tomaran como un viejo loco
–¿eso crees? ¿Y el cornudito ese aun confiaría en tu palabra si le describo este cuarto? Mmm tal vez le diga de que color es la pared o incluso que tipo de licor guarda
El horrible tipo al notar la sorprendida cara de Cielo Riveros siguió atormentándola un poco más.
— me conozco cada centímetro de este cuarto, le podría decir mañana con lujos de detalles todo … ¿crees que después de eso, tu noviecito crea ciegamente tu palabra?
La jovencita estaba acorralada, sentía que debía gritarle y darle un par de cachetadas, pero sabía que eso solo empeoraría las cosas, el viejo realmente podría ser capaz de aparecerse en la fiesta y soltar su venenosa lengua, si eso pasara, su reputación estaría arruinada y su vida amorosa junto con su carrera de modelo se esfumarían.
-por favor no haga eso, ya tuvo bastante, me he dejado hacer cosas que hasta ahora no se lo había permitido a mi novio, por favor quédese con ello y déjeme en paz —le pedía con el mismo tono de voz piadoso con el que hablo con su suegro hace unos minutos, esto con el fin de apreciar cual era el impacto de sus palabras con este tipo, para su mala suerte esto solo hizo que el viejo se pusiera más cachondo.
–que rico es escucharte con esa vocecita tan tierna que tienes, me dan ganas de hacerte muchas cosas en esta cama, pero me considero un buen tipo, así que tú decides, podría ser esto nuestro pequeño secreto y acompañarme mañana al asilo o podrías despedirte de este tipo de vida y decirle adiós a tu reputación.
Cielo Riveros se quedó callada por unos instantes, lo más sensato de momento era ceder, ganar tiempo y tratar de ingeniárselas más adelante para que el viejo no la chantajee de nuevo.
-está bien Don Rómulo, mañana en la mañana iremos a visitar el asilo de ancianos donde esta su amigo …PERO … solo lo visitaremos, no haremos nada más, ¿está claro?
–clarísimo ricura, ahora ven y dame un besito para sellar el trato
Cielo Riveros lo rechazo, ahora realmente sentía un profundo asco, aun no podía creer que había estado a punto de entregarse a otro hombre que no sea Jorge.
–¿le estas rechazando un beso a tu macho?
Don Rómulo se sintió ofendido por la actitud de la nena, pensó que ya era totalmente de su propiedad y recibir ese trato era inaceptable para el
-no es eso don, es solo que…
No pudo terminar su frase cuando el viejo se abalanzo sobre su cara para darle un sonoro beso llegando con su lengua a todos los rincones de la fresca boca de la universitaria, a Cielo Riveros no le quedo otra que aceptar esa hedionda boca que olía a cerveza para no hacerlo enojar
Estuvieron por casi un minuto besándose parados a un lado de la cama, Don Rómulo tenia a Cielo Riveros abrazado fuertemente hacia él, poco a poco empezó a bajar sus manos para poseer una vez mas ese imponente trasero, pero fue impedido por esta argumentando que faltaba poco para que su novio regrese.
–bahh está bien culona, me cuesta mucho dejar ir ese rico culo que te manejas, pero solo por hoy te seguiré el juego y te dejare para que arregles este desorden, pero no te acostumbres mucho ya que pronto serás mi mujer ante los ojos de todos así que ve mentalizándotelo.
El viejo se puso sus pantalones y se dirigieron a la puerta, en todo el trayecto hasta la puerta principal, el pervertido la tenía bien agarrada de la cintura como si de verdad fueran una pareja, antes de irse, Cielo Riveros saco la cabeza parta percatarse de que no haya ningún vecino mirón afuera, mientras se inclinaba y veía que no hubiese nadie, no se percató del tremendo espectaCULO que le estaba regalando al viejo, este no resistió más y en un rápido movimiento puso su tremenda verga entre aquellos carnosos cachetes de Cielo Riveros punteándola por última vez sorprendiendo a la jovencita.
-noooo, no haga eso don, nos pueden ver
–pronto serás mía mamacita, te hare el amor muy rico y serás mi hembra
-don ya hablamos de eso, todo esto ha sido un malentendí…
–shhhh las palabras sobran en este momento ricura, solo déjate llevar y dale un ultimo beso de despedida a tu macho
Cielo Riveros no tenia alternativa , tenia que deshacerse del viejo cuanto antes, así que ella misma poso sus labios a los de el y empezaron a besarse como verdaderos amantes, esta vez incluso dejo que el viejo le sobara un poco su trasero que cubierto por esos leggins típicos de gimnasio, era como tocar directamente la piel, pronto una mano arrugada se quiso meter dentro de su polo y fue cuando la joven paro en seco las acciones diciéndole que ya era hora, el viejo a regañadientes acepto y sin que nadie lo viese se alejo del lugar, no sin antes alargar su mano dándole una última y sonora nalgada
En todo este tema de deshacerse de don Rómulo, Cielo Riveros había perdido bastante tiempo así que ahora solo le quedaban un par de horas antes de que llegue su novio, rápidamente empezó a hacer la limpieza en su cuarto donde era el mayor problema echando ambientador y botando todas las latas de cerveza vacías, ya se le ocurriría una excusa para justificar los tragos que faltan, pero eso pensaría mas adelante, ahora solo quería dejar impecable todo para cuando su novio llegue.
Afortunadamente para ella cuando su novio llego, lo hizo como todas las noches, exhausto de tanto trabajar, como había pedido permiso para salir unas horas antes el día de su cumpleaños, tuvo que trabajar el doble estos días para poder compensarlo, por lo cual no se percató de nada diferente ese día, nisiquiera se dignó en comer, simplemente se limito a ir a la cama y descansar para alivio de Cielo Riveros, que luego del enorme esfuerzo que había hecho limpiando todo y escondiendo cualquier evidencia se sentó a comer algo rápido y se fue a la cama a descansar junto a Jorge, no sin antes ir al baño y masturbarse un par de veces para eliminar toda calentura que le quedaba.
PARTE II: EL TRAYECTO AL ASILO, LOS AMBULANTES Y EL SUCIO TIPO DE LOS PERIODICOS
A la mañana siguiente Jorge salió apurado como todos los días, hoy tendría que trabajar otra vez el doble y esperar que ningún contratiempo se le aparezca para poder estar en casa para su pequeña fiesta privada, no sin antes darle un tierno beso en la mejilla a su hermosa novia que aun dormía placenteramente luego de la agitada noche que había tenido el día anterior.
La fiesta de su novio iba a empezar alrededor de las 4 de la tarde, por lo que la visita del amigo de don Rómulo tenía que ser rápido para llegar a más tardar a las 12 o 1 pm y tener algo de tiempo en los preparativos finales.
A pesar de que ayer se había duchado después de terminar de limpiar, decidió hacerlo de nuevo una vez más con agua fría para aclarar su mente y mantenerse firme contra ese viejo astuto, tenia que encontrar una manera de revertir la situación, sabía que no debía llevar nada demasiado provocativo, pero en un cuerpo tan candente como el suyo esa tarea era imposible, aun así las minifaldas y escotes pronunciados estaban prohibidos ese día para ella, así que se decidió por una blusa negra con botones en la parte del escote y mangas transparentes, además agarro un jean de color azul el cual se apegaba muy bien a su anatomía, estas prendas “normales” al ser usadas por la jovencita, sin duda cambiaban la percepción ya que el jean moldeaba muy bien sus piernas y la blusa por mas que se la abotono hasta arriba, marcaba de manera espectacular esos bien dotados pechos copa C, acompaño su conjunto con unas balerinas de color negro, un sombrero de ala grande tipo veraniego y un bolso de color perla.
Cielo Riveros se encontraba lista, quería acabar con esto de una vez para concentrarse en el cumple de su novio, eran las 6:30 am cuando escucho su timbre, la joven saco la cabeza por la ventana para corroborar que era Don Rómulo, el tipo sin duda era puntual y para su sorpresa, esta era la primera vez que lo veía arreglado, al menos hasta donde se podía, antes de abrir la puerta inconscientemente se puso perfume y se arregló un poco el cabello como si de una cita se tratara, cuando por fin abrió la puerta el viejo estaba maravillado por el bombón de mujer que era la jovencita.
–¡wow! si no fuera por la promesa que le hice a mi compadre, creo que me quedaría contigo a pasarla rico hasta el cumple de tu noviecito, pero bueno que se le va a hacer, ¿nos vamos preciosa?
-está bien Don Rómulo, pero ya sabe bien en qué quedamos, por cierto, me sorprende que este tan elegante hoy
–no es para menos, técnicamente esta es nuestra primera cita y quise estar a la altura de tu belleza, para no desentonar.
-entiendo — la joven trataba de comportarse lo más fría posible para no darle alas al viejo aprovechado — ¿y dónde está su carro?
–¿mi carro? Nahhh esa carcocha del siglo pasado no es digno de llevarte, tu te mereces algo mejor y hasta donde sé, tú tienes tu propio auto, vamos dame las llaves yo conduciré, hoy seré tu chofer personal con privilegios jeje
A la universitaria solo le dio asco como el viejo le hablaba con tanta confianza, pero no le quedaba de otra más que aceptar e irse ambos en su moderna camioneta Kia sorento del año, el moderno automóvil había sido un regalo de su novio cuando cumplieron dos años de relación y lo usaba ocasionalmente para la universidad o para salir a algún lugar con sus amigas, siempre era ella la que manejaba, incluso cuando salía con su novio, ella prefería tomar el volante y dejar a Jorge de copiloto, era la primera vez que cedería su asiento para que otra persona conduzca, pero como no quería empezar con el pie izquierdo el día, accedió a darle las llave y salir de la urbanización lo antes posible.
El asilo se encontraba a 45 minutos en carro, por lo que tenían que darse prisa, como en la mayoría de ciudades latinas, siempre que había un semáforo, se encontraban con gente ambulante que hacían malabares, limpiaban los parabrisas, vendían agua o cualquier cosa aprovechando la luz roja, algunos eran simples mochileros y otros eran los típicos fumones que querían algunas monedas para su droga barata, pero lo que tenían en común ambos era que cuando pasaban por el lado del copiloto para pedir unas monedas, se quedaban embobados con la belleza de Cielo Riveros, algunos disimulaban su vista y otros simplemente eran descarados en su forma de mirar.
Esto hizo que al viejo aprovechado le surja la idea de jugar un poco con Cielo Riveros para ver como era su reacción, ya que hoy la sentía bastante hermética y tal vez con esto la podía hacer soltar un poco.
–oye preciosa, ¿has visto como todos esos inútiles que pasan al lado tuyo se quedan embobados en tus tetas cuando te ven?
-no sé de qué habla, hoy tengo mi blusa abotonada hasta arriba
–pues sí, pero por más que te abotones y trates de esconderlas, esos lindos globos jamás pasaran desapercibidos, que te parece si les das una alegría a los próximos miserables que veamos y te desabotonas un par de botones
-no lo creo don, no me gusta hacer eso
–jaja yaaa no te hagas la inocente que tu mismita me confesaste que te gustaba que otros te miren
-invenciones suyas, yo jamás le dije eso
–así que ahora lo niegas, pues yo me acuerdo clarito como me lo decías ayer cuando te manoseaba bien rico, también me acuerdo muy bien el color de las sabanas y el piso, será interesante ver la reacción del cornudo de tu novio si le contara todo eso, ¿Qué te parece?
– ¡oiga! No sea así
–pues tú decides bomboncito, ya estamos bastante lejos de nuestra urbanización, acá nadie nos conoce, puedes soltarte un poco con esas sucias fantasías que me comentaste ayer
-pe…pero usted prometió que se iba a comportar si yo accedía a acompañarlo donde su amigo
–es cierto, pero hoy te noto muy rara y no me gusta eso, si no actúas como quiero, tal vez me retracte de esa promesa y me aparezca en el cumpleaños, jeje ¿no quieres eso verdad?, además solo es observar, no es como si te dijera que te acuestes con ellos, ese privilegio solo será mío
Sin más que decir la nena de mala gana accedió, libero dos de los botones, dejando una buena vista del inicio del canalillo de sus pechos si se mirara desde arriba, cuando llegaron a otro semáforo, divisaron a un tipo bastante sucio y con pinta de ser adicto a alguna droga, Don Rómulo lo llamo para que limpiara el parabrisas y cuando tenía que pagarle, el viejo le dijo que su mujer se encargaría de eso.
El fumón fue hasta el asiento del copiloto y cuando se acerco para que le pagaran, se quedó embobado con la hermosura de mujer que tenía enfrente, Cielo Riveros tímidamente alargo su mano para darle unas monedas y el fumón no perdió detalle de ese hermoso par de montañas blancas que resaltaban enormemente en aquella blusa negra.
—gracias maestro y gracias a usted señorita —dijo de forma cortes el fumón mirando de reojo aquel inicio de escote
–jaja ¿lo ves?, le acabas de alegrar el día a ese pobre infeliz, ¿te gusto como se quedó embobado mirándote las tetas?
Cielo Riveros solo permaneció callada, a lo largo del trayecto Don Rómulo hizo un par de paradas para preguntar alguna dirección, siempre llamaba a la gente desde la ventana del copiloto para que de esta manera todos vean a la dulce jovencita, todas las personas que se acercaron por el llamado del viejo se perdían en ese bello rostro y esas montañas de carne blanca, algunos eran discretos en su mirar y otros clavaban sus ojos sin ningún tipo de vergüenza.
Don Rómulo por su parte se sentía orgulloso, jamás había manejado un carro tan elegante en su vida, a eso sumaba que su acompañante era una hermosa aspirante a modelo, se sentía todo un ganador y con más confianza le pidió que se soltara un botón más, Cielo Riveros sabía que si hacia eso , lo más seguro es que ya se empiecen a notar los bordes de su brasier de color negro, pero de momento no le quedaba otra que obedecer por lo que accedió a la petición.
A pesar de su negativa al principio, todas esas miradas lujuriosas de los ambulantes y personas que pasaban al lado de ella, le estaba empezando a gustar, ya que ahora con tres botones sueltos, las vistas se clavaban directamente en sus pechos, sin duda provocar desde el asiento de su carro con una blusa con algunos botones abiertos a personas nada agraciadas había sido una de sus fantasías de exhibicionismo que había descubierto hace pocas semanas, el sentirse deseada por otros hombres que jamás podrían estar con ella le gustaba demasiado, por un momento recordó a ese heladero con el que jugueteo un poco en aquella plaza, sin duda le hubiera gustado encontrarse con el nuevamente y regalarle otro pequeño espectáculo.
Al pervertido Don Rómulo también le gustaba ver como es que la jovencita era exhibida, de rato en rato alargaba su mano para apoderarse de esas imponentes piernas y darles un buen apretón, pero estas eran rápidamente retiradas por la nena.
Llego el momento en que por petición del viejo nuevamente, se tuvo que deshacer de un cuarto botón y ahora si su brasier de color negro se notaba con total claridad , ya se encontraban a 5 minutos de su destino, la jovencita había exhibido sus agradables atributos a varias personas afortunadas, pero hace rato que ya no habían visto a ningún limpiador de vidrios, ni ninguna persona solitaria que este caminando por la calle, así que antes de llegar a su destino, el viejo hizo una parada en un pequeño puesto de periódicos que era atendido por un tipo de test trigueña oscura, de estatura más baja del promedio, don Rómulo creyéndose todo un tipo ganador, le dio un grito para que despertara y se acercara, este despertó de su ligero sueño y se acercó al auto por el lado del copiloto , sin duda la vida no la había tratado bien ya que a pesar de estar a mitad de sus 50 años el tipo apenas y le quedaba cabello, su sobrepeso era evidente, seguramente por los litros de cerveza que tomaba todos los días como única alegría a su aburrida vida, tenía unas chancletas polvorientas junto a un buzo desgastado, una camisa abierta y un sombrero de paja para cubrirse del sol, aunque se notaba que ya estaba bastante quemado, lo mas resaltante en su rostro sin duda era su gran nariz chata de grandes fosas nasales, típica de una persona afroamericana, aunque él era una persona trigueña, solo que bastante quemado.
Apenas el señor se acerco a la camioneta por el lado del copiloto, sus ojos se desviaron a la hermosa figura de la jovencita y sus hermosos par de pechos descubiertos dejando ver con bastante facilidad casi todo su brasier de color negro, Don Rómulo se percató al instante de lo salido que era ese vendedor de periódicos y le daba gracia como la jovencita no sabia para donde mirar, ya que si bien le gustaba que la mirasen, era la primera vez que cumplía esta fantasía y no se había preparado mentalmente para ello por lo que no sabía bien cómo actuar , sobre todo cuando tenia a un vejete mirón tan cerca de ella.
–ey dame un periódico y unas 5 de esas mierdas de lotería para rascar — dijo don Rómulo para romper la tensión del momento
Don Evaristo, que era el nombre de este viejo vendedor de periódicos solo atino a mover la cabeza de forma positiva y procedió a alejarse guardando en su memoria esa bella escena que había presenciado y entrando a su vieja casa para buscar más billetes de lotería rascable.
–¿oye has visto como lo has dejado a ese pobre tipo con tus ubres?
-aja — solo atinaba a decir en voz baja la avergonzada jovencita
–así me dejaste la primera vez que te vi llegar a la urbanización, ese día te veías hermosa bajando las cajas de la mudanza
– ¿de… de verdad?
–claro que sí, esas tetas tuyas no serán grandotas, pero están en su punto, a las justas las pude abarcar con mi mano el día de ayer, cualquier escote te queda genial y esa primera vez que te vi tenías uno bastante pronunciado y ni hablar de ese culito rico que te cargas, ese mismo día te dediqué 2 pajas a tu nombre ricura
Cielo Riveros se sentía halagada, pero a la vez asqueada por lo que le decía este feo panzón que por más que se vistió de una forma elegante, no podía controlar su comportamiento ordinario y decía lo primero que se le venía a la mente, de pronto el viejo le agarro con total autoridad la pierna izquierda.
–ufff que ricas piernas, todo el camino te has hecho la difícil por una simple manoseada pero bien que ayer las tenia a mi antojo, de solo acordarme todo lo que hicimos ayer…
-por favor señor Rómulo, quedamos en que solo iríamos a visitar a su amigo — decía la jovencita mientras trataba inútilmente de quitar esa mano de su muslo.
–tranquila mamacita solo estoy recordando un poco todas esas cositas deliciosas que hicimos anoche
-yaaa señor Rómulo no sea así, ya va a venir el señor de los periódicos
–jaja ese tipo tenia bien clavado sus ojos en tus tetas mamita, porque no le das a ese miserable un último buen regalo para que te recuerde siempre
– ¿a qué se refiere don? Ya estoy así de descubierta, creo que es más que suficiente
–nahh como que le falta algo más, ¡ya se! Rápido ricura pásame un billete antes de que venga
-pensé que usted iba a pagar
–se buena anfitriona y haz lo que te digo, recuerda que yo soy tu invitado el día de hoy jeje, además se que tu ganas buen dinero modelando tu rico cuerpito
Cielo Riveros ya no le quiso contestar, simplemente saco de su cartera un billete y se lo entrego
–gracias ricura, me quedare con el cambio también en caso haya otro afortunado limpia ventanas más adelante, aunque algo me dice que ese tipo no nos va a cobrar nada jeje
– ¿y porque dice eso?
–pues por que quiero que pongas este billete bien adentro entre tus ubres y animes al negro ese a que se cobre el dinero
-noooo ¡qué le pasa!, eso ya es demasiado
–lo harás porque yo lo digo
-nooo eso no, mire ya está viniendo
El viejo Evaristo salió de su casucha con solo dos boletos de lotería extra que sumado a los que tenia en su puesto de periódicos eran cuatro, le faltaba uno más que por más que busco no encontró, Cielo Riveros observaba por la ventana la humilde casa del vendedor de periódicos, Don Rómulo aprovecho el momento de distracción de la jovencita y con rapidez le metió el billete bien adentro entre sus pechos, Cielo Riveros se sorprendió por el movimiento y solo se volteo para llamarle la atención pero con una voz apagada para que el otro tipo no se diera cuenta.
–shhhh cállate que ya viene pendeja
Cielo Riveros movió sus ojos y se percato que el tipo ya casi estaba al lado suyo, así que ya era muy tarde para reaccionar y sacarse el billete.
—servido señor, nomás que solo encontré 4 billetes de lotería
–¡carajo! Quería 5 billetes, es mi numero de la suerte, bueno ya no importa, mi mujer le pagara
El viejo Evaristo miro a la angelical jovencita que se encontraba callada y se le podía notar bastante nerviosa
—este…señorita son 30 pesos por todo
–jaja parece que se quedo sin habla, ni modo cóbrate tu solo noma
Don Evaristo no entendía muy bien la situación, hasta que se percató que algo sobresalía entre los pechos de la jovencita.
–¿se ven bien verdad? —dijo don Rómulo con una voz altanera
—¿he? Disculpe ¿a qué se refiere? — dijo el periodiquero tratando de hacerse el que no entendía
–a que mas pues, a las tetas de mi mujer
—haa pues si…son muy lindas — dijo el viejo con cierto nerviosismo pensando que lo habían descubierto y que le iban a reprochar por haberse quedado viendo todo embobado
–el dinero se encuentra entre esas ricas toronjas, vamos recoja el dinero y denos el cambio que llevamos prisa
—¿está usted seguro que puedo hacer eso?
–¡PUES SI CABRON! Si que eres lento maldita sea
-oiga don, yo no creo… —murmuraba despacito la jovencita
–shhhh tu callada, que el caballero y yo estamos hablando… y pues que dice, ¿lo hará? o asumiré que me está regalando el periódico y los billetes de lotería
Evaristo se encontraba callado con sus ojos aun clavados en los pechos de la jovencita, por un momento pensó que le iban a llamar la atención, pero ahora le estaban pidiendo que meta sus manos entre esas suaves montañas de carne, sentía que la lotería se lo había ganado el ya que no creía lo que estaba escuchando, y como toda oportunidad, esta tenia que ser aprovechada así que sin decir mas palabras alargo temerosamente su mano huesuda para acercarse a los jóvenes pechos de esa belleza de mujer que trataba de mirar hacia otro lado por la vergüenza.
Después de unos segundos de incertidumbre que parecieron eternos, el anciano aun incrédulo comenzó a rozar su mano con aquella suave piel, aquella jovencita tenía unos pechos bastante hermosos y rebosantes de vida a comparación de su vieja mujer, podía sentir el calor juvenil que emanaba esas ricas toronjas y sin decir más trato de estirar su suerte metiendo su mano entre esos turgentes pechos como si realmente lo estuviera buscando aun cuando solo tenía que haber jalado el papel , todo esto para sorpresa de Cielo Riveros que no pensó lo pervertido que había resultado el tipo, pero la vergüenza para ella era más grande como para llamarle la atención así que solo miro hacia otro lado.
— disfrute el momento que, aunque esta yegua parezca callada, le gusta alegrar a gente miserable como usted
El horrible periodiquero ni siquiera escuchaba lo que decía Don Rómulo, su mente estaba divagando en esos momentos, movía su mano como si de verdad buscara algo más que ese billete, la suavidad y textura de esos pechos era indescriptible para el tipo el cual con mas confianza se dio a la tarea de apretarlos y sobarlos levemente para estimular mucho más a la muchacha.
–¿qué tal? ¿valió la pena regalarme estos billetes de lotería?
El horrible sujeto estaba tan embobado moviendo su mano, que seguía sin escuchar lo que había dicho don Rómulo.
–jaja parece que tomare eso como un si — dicho esto el mismo don Rómulo saco la atrevida mano del tipo que estuvo a punto de llegar a los rígidos pezones de la caliente jovencita y sin decir más arranco el auto
–dentro de un par de horas estaremos de vuelta, si nos consigues otros boletos para entonces, te dejare que la disfrutes un poco más ¿entendido? — le grito el viejo mientras el auto se alejaba
Fue entonces cuando el periodiquero se dio cuenta que no había llegado a agarrar el billete, pero a esas alturas era lo de menos, lo que había sentido no tenía precio, jamás imagino tocar unos senos tan perfectos a su avanzada edad y estaba agradecido por ello, por lo que solo atino a mirar alejarse el carro y pensar donde más podría conseguir billetes de loteria para cuando regresen, tal vez hasta use uno ya que la suerte que había tenido el día de hoy no la había experimentado en años.
El trayecto hasta llegar al asilo fue de pura risa para el viejo por haberse quedado con los billetes de lotería y el dinero, en cambio la jovencita se encontraba en silencio ya que aún no terminaba de asimilar la situación, cruzada de brazos intentaba ocultar sus rígidos pezones para que Don Rómulo no se diera cuenta.
La joven todavía se sentía confundida por su disfrute de estos encuentros, sabía que estaba mal y estaba disgustada y avergonzada por lo que había hecho, pero la calentura del momento era innegable , recordar como esa mano negra del tipo de los periódicos había estado entre sus blancos pechos rozándolos tímidamente por un buen rato, le había gustado, no lo podía negar y dentro de ella solo quería minimizar la situación pensando que no era la gran cosa, siempre y cuando permaneciera en secreto.
Luego de su experiencia con el tipo de los periódicos, el viejo se la paso manoseando con su mano derecha las suaves piernas de esta y de rato en rato seguía hasta tocarle su zona intima por encima de su jean, momento donde Cielo Riveros le retiraba las manos
PARTE III: EL ASILO, EL PLAN DE DON RÓMULO Y LA SEXY ENFERMERA
Luego de un par de minutos por fin llegaron al asilo, acá Cielo Riveros se llevaría la primera sorpresa ya que el viejo le dijo que no entraría a aquel lúgubre lugar junto con ella, en vez de eso usaría el auto de Cielo Riveros para dirigirse a otra dirección por un par de horas mientras ella visita a su amigo, antes de que la nena baje del carro Don Rómulo le entrego un papel con el nombre de la persona que iba a visitar, todo esto resultaba sospechoso para Cielo Riveros, pero no podía negar que estar alejada del viejo la tranquilizaba un poco, así que acepto, el viejo estaciono el moderno vehículo en la parte de atrás del asilo, antes de bajarse Cielo Riveros dio una mirada al lugar, sin duda era un complejo enorme pero estaba bastante descuidado y olvidado.
A Don Rómulo por su parte la situación no le gustaba mucho, él quería estar con su musa todo el tiempo que fuera posible, pero sabía que, si la acompañaba, seguramente solo iba a entorpecer a su colega que se encontraba adentro, además el día de ayer ya había hablado con su compañero y le había explicado la situación de el con la jovencita y su plan.
Este era muy simple ,el día de ayer después de su inconclusa faena con Cielo Riveros, había decidido partir hasta el asilo, el tipo que se encontraba en este lugar había sido una especie de jefe que regía por el antiguo barrio de don Rómulo cuando este era más joven y estaba en malas compañías, en su tiempo este sujeto era el más avezado delincuente y todos lo respetaban, su nombre era Mauro, pero como casi siempre pasa en este tipo de pandillas, el alcohol y las drogas consumieron su vida hasta postrarlo en una cama, con el tiempo se ha estado recuperando de su adicción aunque aun le faltaba muchas terapias para superarlo totalmente.
producto de estar en la cama la mayor parte del tiempo , había bajado varios kilos, su figura atlética y fuerte que tenia en su juventud se había ido, ahora la mayoría de sus grandes músculos se encontraban caídos por falta de ejercicio, su tez era algo cobriza, ahora en su vejez tanto sus manos como su rostro estaban llenos de manchas , pero sin duda su rasgo mas significativo es que tenía un cuadro de Parkinson en su mano derecha, producto de tanto golpe que había recibido de sus constantes peleas de pandillas y en sus borracheras, si bien su vida ahora era más tranquila y aburrida, la llamada de Don Rómulo uno de sus antiguos “perros” que siempre lo acompañaba a todos lados le llamo mucho la atención, sobre todo por la descripción que le dio de la hermosa jovencita que se sentía insatisfecha sexualmente con su actual pareja y que le faltaba un leve empujón para entregarse a él.
Por eso el plan era que tenia que quedarse a solas con Cielo Riveros y este tenia que encontrar alguna manera de convencer a la jovencita para que se dejara manosear y morbosear un poco, para que en algún momento ella tome la iniciativa y todo esto quedara grabado en una cámara que había puesto Don Rómulo estratégicamente entre unos libros y que podía grabar toda la habitación, con este video fácilmente el viejo aprovechador la podría chantajear a su antojo, hasta incluso podría amenazarla con denunciarla a las autoridades por actos contra la moral en una casa de reposo y hacerla conocida en toda internet.
Todo iba de acuerdo al plan, el único detalle es que Mauro pueda lograr algo con la jovencita para que quede grabado, pero esto no le preocupaba mucho a don Rómulo, él sabía que su exjefe tenía un montón de recursos para llevarse a mujeres a la cama hace años y ahora a pesar de que esta mas viejo, aun tenia la experiencia como para lograrlo, además sabia que Cielo Riveros se calentaba rápido y se dejaba llevar por el momento, todas esas exhibiciones y que se dejara manosear por el tipo de los periódicos sin duda habían sido un pequeño preámbulo para que se le haga más fácil el trabajo a su colega.
Don Rómulo esperaba que esto se acabe rápido para tener a Cielo Riveros en sus manos para siempre ya que si bien había quedado con Mauro en compartirla más adelante, este no tenía la menor intención de cumplir su palabra , una vez que tenga el video de prueba , este y Cielo Riveros desaparecerían de su vida para siempre , más allá de este día no quería compartir a su “musa” con el nunca más, sobre todo porque le guardaba un rencor ya que siempre había sido solo el “perro” de Mauro, nunca logro escalar mas en la pandilla, estaba tan psicoseado con el tema que hasta llego a pensar que su fallecida mujer había tenido relaciones con el a sus espaldas, todos estos recuerdos aun los tenía latentes, y para ser sincero Mauro no fue su primera opción para su plan del video, pero no conocía a otra persona y el lugar donde estaba este viejo se prestaba para que el plan funcione a la perfección, además dejar que su exjefe pruebe tan solo una pizca de tan hermosa jovencita y luego dejarlo abandonado haciendo que este espere eternamente su turno en aquel lúgubre lugar, mientras el por fin se acuesta con ella, le parecía la mejor venganza que podría hacer en estas circunstancias.
Otra vez en el vehículo de Cielo Riveros, mientras Don Rómulo la llenaba de mentiras a la jovencita sobre a donde se dirigía, no perdía el tiempo y con sus manos otra vez se acercaba al dulce cuerpo de esta, Cielo Riveros al principio se negaba , pero luego de ser exhibida por varios vagos limpiavidrios, ser tocada por el sujeto de los periódicos y por ultimo ser manoseada por el viejo el resto del camino dejaron a Cielo Riveros bastante vulnerable, por lo que esas manos juguetonas otra vez se dirigieron a su trasero para apretarlo a su gusto.
–uff mamacita, jamás me voy a casar de tocar ese rico culito tuyo
-yaaaa por favor señor Rómulo, no sea tan tentón, vaya a ser sus cosas y yo…yo voy a hablar un rato con su amigo, además alguien podría salir y vernos
–se me hace difícil separarme de tu rico culo, pero supongo que te hare caso
Cielo Riveros bajo del vehículo, pero antes de retirarse, Don Rómulo, le dio una buena y sonora nalgada, sorprendiendo a Cielo Riveros la cual se alejo para que el viejo no la siguiera tocando.
Luego de su encuentro con Don Rómulo, Cielo Riveros entró a la sala de espera del asilo, se acercó hasta la recepción para ser recibida por una enfermera.
–¿Puedo ayudarte?
-mmm sí, estoy buscando a este hombre — respondió ella entregándole el papel.
La enfermera miró el pedazo de hoja y se sorprendió por el nombre que tenía escrito, luego miró a Cielo Riveros de arriba abajo.
–¿Quieres ver a Mauro?
-Sí, por favor … ¿hay algún problema?
–¿Eres un pariente?
-Erm, sí … sí, lo soy
–Bueno, tú eres el primer pariente femenino que creo que hemos visto, por lo general solo tiene visitas de tipos con pinta de pandilleros que vienen una o dos veces al mes.
Cielo Riveros se dio cuenta de que la enfermera sospechaba y por eso trató de explicarle que era un pariente lejano y que necesitaba hablar con el sobre algunos asuntos familiares.
La enfermera aun tenia sus dudas, y es que ella ya tenia un tiempo trabajando en este horrible lugar y sabia como se ponía Mauro a veces, así que se sintió en obligación de advertirle de manera sutil lo que se iba a encontrar cuando entre a esa habitación.
–y señorita, le han hablado algo de él, quiero decir ¿Sabes cómo puede ser él?
– ¿Como? … ¿qué quieres decir?
–Bueno, digamos que le gustan mucho las señoritas … las enfermeras se niegan a cuidar de él, así que ahora queda a cargo del personal masculino, con esto Quiero decir que puede estar postrado en la cama, pero esas manos suyas son propensas a deambular … Si sabes a lo que me refiero.
Cielo Riveros comenzó a ponerse un poco nerviosa, pero ya estaba en el asilo, no podía retroceder ahora, parecería demasiado sospechoso.
–por cierto, mi nombre es Sofia, mucho gusto, te guiare hasta su cuarto, así que sígueme por favor
El asilo era bastante grande, cubría toda una manzana, Mauro descansaba en las habitaciones al otro extremo de donde se encontraban, si era la primera vez que visitabas aquel lugar y si nadie te guiaba era difícil encontrar el dichoso cuarto, por eso es que la enfermera se ofreció a llevarla personalmente.
A lo largo del camino, mientras Cielo Riveros seguía a la sensual enfermera, noto muchos rostros envejecidos que las seguían con la mirada a ambas mujeres y es que no era para menos ya que Sofia era una hermosa madurita que estaba a mediados de sus cuarenta años, esta tenía el cabello rubio hasta la altura de sus hombros, aquel día llevaba su bata de enfermera abierta mostrando un vestido negro que le llegaba a la mitad de los muslos y en la parte de arriba se mostraba con un generoso escote en forma de “V” que dejaba ver el inicio de sus llamativos y suaves senos los cuales eran un poco más grandes que los de Cielo Riveros ,pero aún se mantenían en su lugar haciendo que cualquier hombre se muriera de las ganas por meter su cara entre ellas, era una mujer hermosa con unos ojos grandes, labios carnosos y un coqueto caminar haciendo que sus caderas resalten con cada paso que daba, Cielo Riveros se sorprendió ahora que la veía bien y sin duda esperaba estar así de buena cuando llegara a esa edad.
Los mismos enfermeros y ayudantes del lugar de todas las edades también se quedaban atónitos, Cielo Riveros solo los miraba y no podía ocultar sentirse un poco juguetona por toda la atención que estaba recibiendo, miro de reojo una vez más a la enfermera y el coqueto andar de esta sexy madurita la animo a hacer lo mismo, sentía que debía ayudarles a todos esos mirones dándoles alguna alegría a sus apagadas vidas, tal vez si terminaba rápido con Mauro, podría quedarse un ratito a “jugar” con ellos, a modo de caridad, sin tener contacto físico , tal y como lo hizo con los vagos de la ciudad o con el heladero.
Durante el trayecto hasta el otro extremo del asilo, Cielo Riveros y Sofia charlaron amenamente y rápidamente se agarraron confianza para hablar de todo un poco mientras llegaban al lugar.
–Bueno Cielo Riveros acá es, recuerda lo que te dije y si necesitas alguna ayuda no dudes en buscarme, me iré a ver a algunos pacientes ya que estoy por acá.
-Oh, descuide, estaré bien … solo quiero tener una conversación rápida con él, eso es todo.
–Bueno, de acuerdo, sin duda él te amará, Solo toca y entra — murmuro suavemente Sofia mientras miraba de arriba abajo a la encantadora joven que tenía delante por ultima vez. Parecía tan fuera de lugar en este asilo, aunque bueno ella también lo estaba, pero ya se había acostumbrado.
Antes de irse la enfermera notó la mirada un poco preocupada en la cara de Cielo Riveros.
–continúa, él no muerde.. solo mantente fuera del alcance de esas manos traviesas ¿ok?
-O …ok, no se preocupe, estaré bien — respondió ella.
Cuando la enfermera se fue, Cielo Riveros se quedó preguntándose que se encontraría al otro lado de la puerta, tuvo el fuerte impulso de darse la vuelta y marcharse, sabía que eso sería lo más inteligente. Pero había llegado tan lejos que sabía que tenía que entrar, después de todo, si no lo hacía, seguramente don Rómulo se iba a vengar de alguna manera
PARTE IV: DON MAURO
La temerosa joven dio un ligero golpe a la puerta cuando sin querer se abrió lentamente y no le quedo más que entrar para que la enfermera no sospechara nada. Todo lo que había dentro era un par de sillas viejas, una mesita de noche, un armario al que le faltaban cajones, un viejo televisor y por supuesto, una cama.
Escuchó una tos que la hizo saltar, provenía de la dirección de la cama. Al acercarse vio que había un hombre viejo … un hombre viejo y bastante callado.
-Hola — dijo nerviosamente.
–¿Quién es?
-Yo … soy amiga de Don Rómulo, él me recomendó que fuera a visitarle para tratar de charlar un poco con usted … yo … ¿es un buen momento?
El viejo a estas alturas ya sabia hasta su nombre, pero por el bien del plan tenia que actuar como si no supiera nada.
–¿Una amiga de Rómulo? — preguntó mientras intentaba con gran esfuerzo levantarse un poco de la cama para verla mejor — ¿y qué es lo que quieres?
-O … yo solo…, quería hacerle algo de compañía y conversar un poco con usted, me ayudaría mucho como parte de mi labor social …si eso está bien para usted claro
Sus nervios se calmaron cuando vio lo viejo y patético que era el hombre mientras buscaba en la mesita de noche sus lentes para verla bien.
Cuando la jovencita se acercó para verlo más a detalle, el tipo aún seguía tapado con su sabana, pero de la mitad para arriba solo tenía una camisa a cuadros abierta por el sofocante calor que hacía por esos días, se sorprendió al ver que aquel rostro no era tan arrugado como se imaginaba, pero si tenía bastantes manchas por toda la cara. Su cabeza estaba totalmente rapada, el único lugar donde había pelo era en su pecho, lo típico de un hombre de su edad
Parecía respirar con cierta dificultad a través de su boca constantemente abierta. Un viejo triste, frágil y patético, que obviamente estaba llegando al final de sus días, no era ni la sombra de lo que algún día fue en su juventud.
Después de estudiar la situación Cielo Riveros no sentía ninguna amenaza por parte de él. No había forma a su edad y en su condición de obligarla a algo que ella no quisiera, luego de este breve análisis la jovencita empezó a sentir lástima por el viejo indefenso, pero no podría estar más equivocada … la apariencia puede ser engañosa y aunque Mauro se veía débil y frágil, todavía tenía una parte de su anatomía que aun se negada a perecer.
El viejo Mauro ahora con sus lentes puestos le dijo que buscara una silla de la esquina para sentarse. Cuando ella fue a buscarlo, no pudo evitar ver el movimiento sexy de ese encantador y descarado trasero apretado en ese jean.
Por su parte la jovencita que aun se encontraba con ese pequeño picor de calentura luego de ser exhibida y manoseada en su auto, al no ver peligro alguno, sumado a la deplorable situación en la que se encontraba el viejo, le venía a la mente jugar un poco con él, al menos para que piense en ella en las frías noches de este horrible lugar , por lo que se sentó y cruzó una pierna sobre la otra, dándole una gran vista de sus largas y bien formada anatomía.
El horrible tipo estaba que alucinaba por la belleza que se encontraba en su pequeño cuarto, la nena era mucho mejor de lo que le habían descrito, al principio cuando Don Rómulo le hablo pensó que se trataría de una prostituta cualquiera, o una mujer sin gracia, pero ese bello e inocente rostro no tenía ningún indicio de ser de la calle. La joven no tenía idea de que debajo de aquellas sábanas una vieja verga se estaba endureciendo como en sus mejores años mientras hablaban.
Luego de sentarse y ponerse cómoda, ella se presentó formalmente como si de un proyecto universitario se tratara. Cuando Mauro comenzó a contarle un poco sobre su vida, pudo ver una mirada amable en el rostro de la universitaria y decidió empezar a jugar una de sus cartas. Siguió charlando durante unos minutos, incluso le conto su oscuro pasado de él y don Rómulo, como eran de jóvenes y todas las cosas que habían logrado hace 30 años, sin querer ese tema le había llamado bastante la atención a la universitaria ya que no se imaginó que el temperamental Don Rómulo pudiese ser el ayudante fiel de Mauro en su juventud, El viejo siguió con sus historias hasta que llegó al punto en que le estaba diciendo cuánto tiempo había estado solo en esa habitación y que la única vez que lo dejaría probablemente sería en una caja de madera.
Esta forma de expresarse se le hacía muy familiar a Cielo Riveros, ya que fue así como don Rómulo la engatuso con sus mentiras , pero a diferencia de este, el viejo Mauro parecía que si decía la verdad ya que la situación entre ambos viejos era totalmente diferente, Don Rómulo al menos tenía una casa y una pensión que cobraba de su difunta esposa, mientras que Mauro literalmente no tenía nada, su noble corazón se rompía en tristeza por él, —»pobrecito»— pensó por la triste historia que escuchaba, en ese momento solo quería acercarse y darle un fuerte abrazo.
El viejo Mauro siguió a la ofensiva, contó que Rómulo y uno que otro conocido del barrio eran los únicos visitantes que tenia y lo agradable que era ver a alguien nuevo. Esto hizo que Cielo Riveros se sintiera un poco emocional, haciendo que olvide la advertencia de la enfermera.
La sexy jovencita empezó a darle palabras de ánimo, ella lo miraba con bastante ternura y pensó que el viejo también hacia lo mismo ya que se estaba abriendo al contarle su historia… La realidad era bastante diferente, la mente de Mauro estaba interesada, pero no en lo que ella decía. Ella era lo más sexy que había visto desde Dios sabe cuándo y quería desesperadamente sentir esos hermosos senos, descubrir qué secretos estaban escondidos debajo de ese apretado jean, pensar en esas cosas lo estaba volviendo loco, Habría dado todo lo que tenía, incluso el tiempo que le quedaba en la tierra solo para tenerla y gozarla durante unos minutos.
A medida que la conversación comenzó a secarse y las pausas silenciosas se hicieron más largas, el único ruido que se podía escuchar era el silbido del aliento de Mauro. Entonces la jovencita pensó que tal vez debería irse para que él pudiera descansar un poco, incluso sus deseos de jugar se habían esfumado con tan triste historia que le conto, aun así, su calentura seguía intacta y solo deseaba irse para jugar un poco con los viejos que la habían devorado con la mirada hace poco.
-Realmente ha sido agradable charlar con usted, le prometo que volveré a visitarlo pronto, pero creo que es hora de que me vaya retirando para que usted descanse un poco — dijo Cielo Riveros mientras el silencio se volvía más incómodo.
–Oh no … no, por favor, todavía no — suplicó patéticamente cuando ella se puso de pie.
– bueno … está bien, tal vez pueda quedarme un poco más — dijo mientras miraba su reloj
Aprovechando que estaba de pie, caminó lentamente hacia la ventana para abrir las cortinas y comentarle el hecho de que al menos él tenía una vista bastante agradable de las chacras que adornaban el lúgubre paisaje del asilo.
–Sí, es un hermoso paisaje — dijo Mauro, mientras su vista se clavaba en ese bien formado trasero
Después de unos momentos, ella se enderezó y se volvió hacia él, con los brazos cruzados bajo sus suaves pechos. Ella todavía no estaba al tanto de los pensamientos del viejo, la verga de este ahora estaba dura como una roca y necesitaba desesperadamente un poco de atención, fue entonces cuando el pervertido zorro jugo otra carta.
–¿hija podrías traerme otra almohada? — preguntó con voz frágil
-Claro — dijo mientras se dirigía al armario y sacaba uno.
–Esteee … sí pudieras deslizarlo debajo de mi cabeza, verás tengo el cuello algo rígido.
Olvidando lo que la enfermera le había advertido, fue y se paró junto a él con la almohada en la mano. Al verlo luchar para levantar la cabeza, supo que tenía que poner de su parte, así que puso su mano libre detrás para ayudarlo, mientras hacía esto, trató de deslizar la almohada detrás de él, lo que no fue tan fácil como pensó.
Fue entonces cuando sintió algo, sintió una mano detrás de ella, descansando en su cintura, al principio pensó que lo hacía para sostenerse. Esto no fue un problema para ella hasta que sintió que lo movía hacia abajo y en dirección hacia su trasero.
¡viejo pervertido! — pensó
incapaz de moverse sin dejar caer la cabeza y tal vez lastimar al frágil vejestorio. Ella decidió aguantarlo mientras luchaba por acomodar la almohada extra debajo de su cabeza.
Sus maravillosos senos rebotaban justo en frente de esa horrible cara mientras ella ponía la almohada en su lugar, Don Mauro trato de acercar su rostro pero la nena se percató de ello y no lo dejo llegar, cuando finalmente puso la almohada en su lugar, rápidamente se alejó de su alcance, estaba sorprendida por el abrupto cambio del vejete, la enfermera tenía razón , era un viejo mano larga y si bien ella quería jugar un poco con él , no tenía la intención en ningún momento de hacer contacto físico.
– ¡Preferiría que mantuviese sus manos calmadas! — dijo la sorprendida jovencita con una voz bastante firme y autoritaria — Creo que mejor me voy, ¿no?
Cuando dijo eso vio una gran tristeza en el rostro del viejo, tenía los ojos hecho agua como si estuviera a punto de llorar, enseguida la nena sintió la necesidad de disculparse.
–Ha pasado tanto tiempo desde que estuve en compañía de alguien tan hermosa … lo siento mucho … no te culpo si quieres irte.
Cielo Riveros aun estaba un poco molesta por el atrevimiento de ese anciano, pero por otro lado esta era la tercera persona que la había manoseado en lo que va del día, primero fue don Rómulo, luego el tipo de los periódicos y ahora el, eso sin contar a todas las personas a la que les había enseñado partes de sus pechos desde su carro.
Hasta hace poco Cielo Riveros solo quería retirarse del cuarto para juguetear un poco con los otros residentes del lugar que la habían mirado con deseo durante su trayecto con la enfermera, pero ahora su idea había cambiado de rumbo ya que tal vez podría hacer eso con Mauro ya que detrás de esa apariencia tranquila , el tipo era un viejo verde tal y como le había advertido la enfermera, Luego de meditarlo por unos segundos, decidió quedarse, hacerse como si no se diera cuenta de nada y ver si el viejo se atrevía a algo más.
-Vamos, no se ponga así, no voy a ir a ningún lado, lo siento, me sorprendió un poco eso es todo, olvidemos que sucedió, ¿está bien?
el viejo aun con actitud sollozante, movió la cabeza de forma afirmativa, Ella por su parte dejo la silla a un lado y sentó en el borde de la cama.
–soy tan inútil ahora, no hay nada para mí en este mundo, les haría un favor a todos en este asilo si me quito la vida y dejo de molestarlos
-no diga eso, aún tiene mucho por vivir, solo debe pensar en algo que lo motive.
–No … no hay nada, ya no veo ningún motivo.
-Por favor, no se ponga así, debe haber algo que le ayude a sentirse mejor.
La habitación se quedo en silencio por unos segundos.
–Bueno, siempre hay algo, pero cuando eres un viejo como yo, esos deseos ya son casi imposibles de alcanzar.
– ¿Qué es?, por favor dígame.
-No puedo — dijo mientras se cubría los ojos con la mano temblorosa, parecía avergonzado y derrotado
-Vamos, solo dígalo … por favor…por mi
–Bueno, ver a tan hermosa jovencita entrar a mi humilde cuarto sin duda me sorprendió, lo que te hice hace poco fue porque ya casi no recuerdo cómo se siente tocar a una mujer, volver a sentir esas sensaciones en mis manos sería algo reconfortante, pero para alguien de mi edad esos deseos son prácticamente imposibles de conseguir
La sexy jovencita realmente sentía un dejavu, recordaba un gran parecido a la primera vez que estuvo con Don Rómulo, pero esta vez , el viejo que tenía enfrente no tenía fuerzas como para hostigarla, ahora que ella tenía todas las de ganar, sentía que debía aprovechar esta situacion,no solo para calmar su calentura que se había despertado luego de ese leve manoseo que sintió hace unos momentos, sino también que realmente Sentía lástima por él y si esto era lo que tenía que hacer para hacer feliz a un anciano en sus últimos días, ¿cómo podía ser tan egoísta como para no concederle su deseo?.
-pues si eso es lo que quiere, yo…le ayudare
–¿Qué dices muchacha?
– que puede tocar un poco … yo … no me enojare.
–¿me lo dices en serio preciosa?
El movimiento afirmativo de la nena con la cabeza, daba por sentado el hecho, el viejo aun con la boca abierta pareció temblar y sus manos temblorosas comenzaban a sudar por las bellas palabras que había escuchado.
–¿Estás … estás segura? Mmmm … ¿puedo… ya sabes … por favor? — preguntó mientras sus ojos y sus manos se dirigían directamente a los pechos de la joven.
Ya a estas alturas con un viejo completamente animado, la hermosa jovencita no podía dar marcha atrás, así que simplemente volvió a mover su cabeza de forma positiva.
La expresión del viejo Mauro era para enmarcar, cuando colocó sus manos contra esas hermosas montañas de carne, lentamente comenzó a hundir sus dedos viejos y gordos en ellos, el pervertido se quedó asombrado de lo increíblemente suaves y firmes que se sentían. Sus ojos parecían casi salirse de sus cuencas mientras veía sus manos sentir y apretar este magnífico y hermoso par de senos a través de la delgada blusa oscura.
Cielo Riveros lo encontró todo esto un poco espeluznante así que giro la cabeza hacia un lado. Sentir aquellos dedos que no eran los de su novio recorrer todo su pecho sin duda era una sensación especial, esta vez no era contra su voluntad como con Don Rómulo o con el tipo de los periódicos, esta vez estaba siendo tocada con su completo consentimiento además que ella estaba al mando de la situación.
El viejo Mauro Estaba en el cielo mientras masajeaba aquellos firmes y deseables senos, recorriéndolos de arriba abajo y apretándolos cada vez más fuerte, la mano temblorosa producto del párkinson era un buen estimulante para los sensibles pechos de Cielo Riveros, el viejo observando que no tenía ningún reproche, quiso aventurarse más, así que bajó las manos hasta su cintura y comenzó a levantar la blusa hacia arriba. Tan pronto como se dio cuenta de lo que estaba haciendo, Cielo Riveros le tomó las manos para pararlo en seco.
-No, no creo que sea una buena idea
Mauro al darse cuenta de que no podía llevar su suerte demasiado lejos, se detuvo y continuo con su manoseo, pero esta vez sus temblorosas manos se dirigieron sobre el abdomen de la bella joven, este era muy tonificado y suave. Ella al ver que ya no había peligro de que le levantara la blusa, apartó sus manos y miró hacia un lado otra vez, lo que para él viejo era una señal de que esto estaba permitido, por lo que sus manos se arrastraron muy suavemente hacia arriba para apoderarse nuevamente de esos pechos sobre la fina blusa. Pronto las puntas de sus dedos sintieron un pequeño bulto en ambos pechos, señal inequívoca de que esos ricos pezones se encontraban ya bastante estimulados con todo el morboseo que había sentido este día, al notar esto no perdió tiempo y empezó a pellizcar esos pequeños bultos y hacer pequeños círculos alrededor.
–Ooh, gracias, — susurró el pervertido sujeto — muchas gracias, esto es justo lo que necesitaba.
Cielo Riveros no respondió nada solo se dejaba manosear, aunque no podía negar que el viejo sabia muy bien como debía tratar sus pechos y esto poco a poco la estaba calentando más.
Mauro seguía en su labor de estimularla cada vez más, para su suerte la blusa y el brasier de encaje eran bastantes delgados así, realmente podía sentir la forma y firmeza de estos duros pezones, es como si Cielo Riveros no tuviera nada puesto y el viejo lo aprovechaba llevando sus manos desde el principio de sus pechos hasta la base de estos recorriéndolo todo y de rato en rato subiéndolos y dejándolos caer para ver como la gravedad actuaba sobre ellos.
Para Cielo Riveros esta era una experiencia totalmente nueva, esta vez no había insultos ni uso de fuerza mayor como paso con don Rómulo, esta vez solo se trataba de alegrarle la vida a un anciano indefenso pero pervertido, si bien en algún momento le gusto ser sometida en su propia casa, ahora manejar la situación a su gusto también la estaba emocionando, sentía el impulso de ver hasta dónde podría molestar a aquel anciano.
De pronto Cielo Riveros sintió como el viejo intentaba atraerla hacia el para que se acueste con él en la cama, ella simplemente se dejó llevar y noto como el pervertido intento plantarle un beso, cosa que ella rechazo.
-jiji no sea tan vivo, limítese solo a tocar — respondía coquetamente la jovencita
El viejo se quedo con las ganas, pero no había tiempo para lamentarse, así que aprovechando que la bella universitaria ahora se encontraba echada al lado suyo, se fue contra ella y la abrazo, Cielo Riveros podía sentir esa rasposa piel acariciando sus brazos y lentamente irse a sus nalgas temerosamente, la nena simplemente se dejo y se acomodo para que la tarea le sea más fácil al viejo.
Mauro con toda la habilidad de sus manos empezó a tallar esas enormes nalgas con toda la fuerza que pudo y mientras lo hacia se trataba de apegar mas a ese joven cuerpo, empezó poco a poco a olfatear el cuello de Cielo Riveros, cosa que a ella la volvía loca más aun cuando sentía que el viejo sabía lo que hacía por eso lo dejo que siguiera olfateándola, la calentura aumentaba cada vez mas en ella, su lindo cuerpo empezaba a retorcerse por las ricas caricias que estaba sintiendo.
Dejándose llevar un poco por el momento fue la misma Cielo Riveros la que empezó a abrazar al viejo e instintivamente lo estaba empujando hacia abajo para que ese feo rostro empiece a rozar con sus juveniles pechos, Don Mauro no vacilo y poco a poco empezaba a rozar su rostro entre esas dos bellezas, a pesar de tener la blusa y brasier puestos, el viejo podía sentir una punción en su cachete señal de que el pezón de la jovencita se encontraba bastante estimulado, sin pensarlo dos veces abrió su boca y trato de darle un leve mordida haciendo que Cielo Riveros lance un pequeño suspiro y lo abrace con mas fuerza hundiendo totalmente la cara del viejo con sus pechos aun por encima de la blusa .
A unos cuantos metros de aquel cuarto, se encontraba la hermosa enfermera madurita, luego de hacer su rutina mañanera le dio curiosidad si aquella sexy jovencita que había acompañado aun seguía con Mauro o ya se había ido, decidió ir hasta aquel cuarto y antes de que tocara, escucho algunos sonidos raros lo cual hizo que le diera más curiosidad, con bastante cuidado puso su oído cerca a la puerta para corroborar que sus oídos no la engañaban y después de un rato pudo reafirmar lo que había estado sospechando.
Sofia se quedó un rato más atenta para ver que más podía oír, la curiosidad era grande en ella, quería ver exactamente lo que estaba sucediendo, por lo que recordó que el cuarto de al lado era usado como depósito y este tenía una pequeña rejilla en la parte de arriba que conectaba con ese cuarto, rápidamente se dirigió a ese pequeño cuarto, tomo una escalera en forma de V y lo que vio la dejo sin palabras, aquella hermosa jovencita con la que había charlado hace alguno minutos se encontraba echada abrazando a ese horrible vejete que tenia toda su cara entre esos suaves senos y esas arrugadas manos se apoderaban con bastante autoridad de aquel monumental trasero, sin duda era una escena bastante peculiar pero no muy bizarra para aquella experimentada enfermera ya que ella había vivido algo muy parecido, hace algunos años su marido tenia un tío de 70 años en una residencia parecida a la que se encontraba actualmente. Este se encontraba en silla de ruedas, las pocas veces que lo visitaban ella había notado que este tipo la miraba fijamente y siempre que estaba ella, él se ponía de buen humor, por lo que se gano la confianza y en algunas ocasiones gracias a su grado de enfermera ella iba sola a visitarlo para hacerle su chequeo médico, obviamente aquellas miradas lascivas no pasaron por alto para la enfermera ya que cada vez que visitaba a aquel tío de su marido se vestía con ropa provocativa pero siempre con algún saco grande para pasar discreta a la vista de los demás, hubo un día donde como todas las tardes, Sofia llego con un saco grande hasta el cuarto de ese suertudo viejo que al quitárselo revelo una camisa pegadita y una pequeña falda que mostraban muy bien sus curvas, pero cuando llego encontró al tipo desanimado por los nuevos y desalentadores resultados médicos que le habían llegado producto de su ultimo chequeo, por lo que para animarlo no se le ocurrió mejor idea que echarlo a la cama, darle el baile erótico de su vida y empezar a masturbarlo , al principio por mas que lo estimulaba, no lograba ponerlo rígido , así que para animarlo se abrió su camisa dejando totalmente a la vista sus enormes y amamantables senos, así mismo se subió su pequeña falda para que también tuviera una buena vista de ese delicioso trasero, luego de unos intentos y del tremendo espectáculo que le estaba dando, logro su cometido y tenía esa verga de tamaños respetables totalmente a su disposición para poder masturbarlo a su antojo, aquel día fue memorable para ella y aquellas visitas se hicieron regulares, apenas Sofia llegaba se quitaba todo y empezaba a masturbarlo , así siguieron por varios meses hasta que en una oportunidad un celador los descubrió, pero lejos de atemorizarse, esto solo la calentó más y dejo que el tipo se uniera a ellos dejándose penetrar por este sujeto de complexión gruesa mientras ella seguía en su labor masturbatoria a aquel viejo, siguieron así por un buen tiempo hasta que aquel tío falleció y ya no pudo regresar a ese lugar, pero debido a esa rica experiencia que experimento se dedicó a tiempo completo a trabajar en una casa de ancianos, ahora en la actual residencia de ancianos solo ha hecho un par de trabajos manuales a unos cuantos suertudos pero más allá de eso nunca se había atrevido a más, pero ahora ver a esa hermosa joven estar echada con el viejo Mauro aun cuando ella se lo había advertido, la estaba empezando a calentar, la jovencita no parecía una puta y el viejo mauro tampoco tenía dinero como para costearse una de tan alto nivel si es que de verdad lo fuera, por lo que le llamo la atención cual sería el motivo para dejarse manosear por aquel horrible vejete, aun así no despegaba los ojos de la escena y poco a poco empezó a llevar su mano a su entrepierna para darse algo de cariño mientras observaba
Otra vez en el cuarto del viejo Mauro, este no daba tregua , mientras continuaba masajeando ese duro trasero, seguía en su labor de mordisquear por encima de la ropa y llenar de babas la blusita negra de Cielo Riveros, la nena solo cerraba los ojos de rato en rato y respiraba pesadamente , le encantaba sentirse así, le gustaba ser tan buena con aquel horrible viejo dándole tremendo regalo de sus pechos, levemente abrió los ojos para ver el rostro de ese agradecido hombre cuando noto que su blusa se estaba mojando producto de las babas de ese maduro
-uffff oiga no haga eso
–pe…pero por que nenita, si la estamos pasando tan rico
-sí, pero me está mojando toda mi blusa
–no importa, nos quedamos hasta que se seque
-jeje no señor, dentro de poco me tengo que ir hoy es el cumpleaños de mi novi…
Fue entonces cuando Cielo Riveros por fin recordó el evento importante que iba a pasar hoy, se sintió con ganas de irse, pero el solo pensar en su novio mientras ella se estaba dejando manosear por aquel horrible vejete la lleno de remordimiento, pero a la vez la prendió más, maldecía el momento en que fue a la casa de Don Rómulo por que fue ahí donde empezó todo, pero sabía que no podía dejar así su calentura.
“tal vez solo un ratito más” — pensaba, ya que ver a ese horrible anciano seguir en su faena de manosearla con todas sus fuerzas hacía que ella no piense con claridad y sentía que antes de irse debía darle alguito más a su afortunado acompañante
-ufff se…señor me está mojando toda la blusa, espérese un ratito le daré un último regalo para que me recuerde.
Con esto dicho se alejo y se paró al lado suyo empezando a desabotonar su blusa contorneando sus caderas como si de un striptease se tratara, dándole el mayor espectáculo de su vida a aquel vejestorio, luego de unos segundos por fin había acabado con el quinto y último botón, se le podría apreciar esos juveniles pechos adornados por ese fino brasier de color negro en todo su esplendor, cuando acabo de desabotonarse, regreso a la cama, al estar echada de lado sin duda los hacían parecer aun mas grandes de lo que eran, Cielo Riveros al terminar de desabotonarse miro con rostro coqueto al viejo que se le caía la baba.
-esta bien ahora si puede continua…
Ni siquiera termino su frase cuando el viejo volvió a hundir su feo rostro en esas montañas de carne, para ahora sentir a gran detalle ese calor juvenil que emanaba de ese joven pecho
-uuuuy que desesperado que es usted, pero hágalo con cuidado si no me voy ya sabe
“mientras no haya penetración, no hay infidelidad” — trataba de mentirse ella en sus pensamientos para minimizar el hecho y así no sentirse culpable mientras disfrutaba más el momento
El viejo, a pesar de solo usar su rostro, este viajaba por todo el pecho moviéndose con desesperación, la jovencita podía sentir esa juguetona lengua recorrer sus zonas mas sensibles y como hacia esfuerzo para tratar de alcanzar el premio mayor que era su jugoso pezón y es que el brasier de Cielo Riveros estaba tan ajustado que por más que el viejo trataba de empujar con su rostro, le era imposible empujar el brasier, trato de usar sus manos para jalarlo pero estas fueron tomadas por Cielo Riveros y llevadas nuevamente a su trasero.
-no, no, no, si quieres llegar al premio, tendrá que hacerlo solo con su rostro — dijo juguetonamente Cielo Riveros
Cielo Riveros se sentía poderosa haciendo sufrir a ese pobre vejete desesperado por tratar de apoderarse de su rígido pezón, por su parte el viejo trataba de estirar su lengua sin éxito alguno e intento chupar por encima del brasier haciendo que Cielo Riveros se retuerza del gusto, pero no era lo mismo.
-ahhhh ufff si tan desesperado esta, le daré una oportunidad más ahhhhh si puede desabrocharme el brasier mis pechos serán suyos, ¿eso es lo que quiere verdad? Tener ambos pechos en su sucia boca ¿no?
El viejo solo movía su cabeza, en su juventud el siempre era el que mandaba en el sexo, era la primera vez que se sentía sumiso ante una mujer, pero en estos momentos eso ya ni le interesaba, seguramente estaba ante la mujer mas hermosa de toda su vida y solo eso le importaba.
Don Mauro dejo de amasar el trasero de Cielo Riveros e intento desabrochar el brasier, una tarea fácil para alguien tan zorro como el , pero con su mano derecha con Parkinson esto realmente era una enorme proeza, para su mala suerte esa era su mano hábil, y solo con la izquierda no podía desabrochar el ajustado brasier, Cielo Riveros se percató de este hecho, realmente le daba pena como el pobre miserable trataba sin éxito su labor, pero lejos de ayudar solo se limito a decirle unas cuantas palabras de animo al oído, animándolo a que lo siga intentando.
-aaaahmmmf señor realmente me ha puesto muy caliente con sus manoseos, apúrese y quíteme el brasier para que tenga su premio uffff — decía Cielo Riveros con una voz bastante pesada producto de tanto manoseo
El viejo seguía inútilmente intentando, pero su mano derecha no paraba de temblar.
-vaaamos hágalo, ¿no quiere llevárselos a la boca y mordermelos? Uff serán suyos si lo logra
Cielo Riveros se divertía haciendo sufrir al pobre viejo, pero de pronto escucho un “click” y su brasier se abrió, el viejo a puro intento lo había logrado con su mano menos hábil, Cielo Riveros no creyó que el viejo podría hacerlo pero ya era demasiado tarde para arrepentirse, pero justo cuando creyó que el viejo se abalanzaría sobre ellos, vio como este se quedó maravillado con aquellas preciosidades, sin duda eran los mejores pechos que había visto en su vida, tenia el impulso de irse sobre ellos y comportarse como una bestia, pero sorprendentemente se acercó suavemente y empezó a llenar de besos todo el contorno alrededor del pezón, respirando pesadamente y estimulando aun mas a la ya caliente jovencita que solo esperaba el momento en que esa horrible boca se apodere completamente de su pecho para volverse loca, se acomodó para darle todas las facilidades al viejo de poseer sus pechos como si de verdad estuviera amamantando a un bebe en la cama, al acomodarse en esa posición pudo observar el gran bulto que sobresalía del buzo del viejo, realmente le daba ganas de tomarlo y sentirlo como se debe para su sorpresa el viejo le agarro la muñeca y despacio la estaba llevando hacia aquel bulto.
Ella sabía lo que él quería, pero no deseaba darle esa satisfacción aun, quería seguir teniendo el control y humillarlo un poco más, esa era su intención, pero lo pensó tanto que no se dio cuenta que ya tenia su mano sobre el paquete, el viejo había logrado su cometido.
Cielo Riveros aun sorprendida, quería retirar su mano e idear algo para humillar a ese viejo atrevido, pero esto le era imposible, el bulto que sentía tenia un considerable tamaño, entonces apretó un poco mas para corroborar que tranquilamente estaba bastante cercana a la verga de Don Rómulo en cuanto a grosor, sin duda le sorprendía como estos viejos podían tener sus vergas aun funcionales a pesar de los años.
Luego de corroborar el tamaño, Cielo Riveros quito su mano antes de que las cosas lleguen mas lejos, cuando sin esperarlo sintió como su pezón derecho era devorado totalmente por el viejo zorro haciendo que se está lance un fuerte gemido aferrándose con fuerza de la verga del viejo.
Don Mauro se daba un verdadero festín con los pechos de la jovencita, había pasado de morbosearlos por un rato a atacar directamente, por su parte Cielo Riveros sentía muy ricas sensaciones, este viejo era incluso mejor que don Rómulo cuando de devorar sus pechos se trataba, instintivamente y por el gusto empezó a mover su manito de arriba abajo sobre aquel bulto , una leve mordida a su pezón fue el detonante para que por fin metiese la mano debajo del buzo y agarre aquella negra herramienta directamente.
-uffff siiiii usted sí que sabe cómo chuparlas — decía mientras empezaba a mover su mano sintiendo esas grandes pelotas que le colgaban al viejo antes de empezar a masturbarlo, sin duda esto ultimo no estaba dentro de sus planes, pero sentía tan ricas sensaciones en sus pechos que sentía la necesidad de hacer algo por el para corresponderle el buen trato que estaba recibiendo.
–Uffff sigue así nenita, ¿te gusta lo que tocas? — por fin hablo el viejo después de mucho morboseo
-ahhhhh siiiiiii, la tiene bien grandota y bien dura
–es todita para ti hermosa — dijo el viejo y se volvió a apoderar de uno de sus pechos
El viejo zorro sabia que tenia a Cielo Riveros en sus manos así que quiso avanzar un poco más, con su mano izquierda se deshizo del botón del jean de la jovencita, bajo con cuidado el cierre e intento jalar para bajarle aquel apretado jean, cosa que era demasiado difícil ya que aquel jean se encontraba bastante pegado a Cielo Riveros y bajarlo se necesitaba de mucha más fuerza, aun así, el viejo no se rendia y poco a poco trataba de bajárselo.
-Noouu Señor Mauro, no me baje mi jean
–vamos preciosa solo un poquito, seré muy delicado con tu cosita y te hare sentir muy bien ya veras
-amffff ufff no lo seeeee — hablaba en voz bajita la cachonda jovencita
En ese momento ante la indecisión de Cielo Riveros el viejo le dio una pequeña mordida al pezón izquierdo, haciendo que esta lance un nuevo gemido mucho mas audible desde afuera de la habitación, por su parte la sexy enfermera miraba desde las rejillas masturbándose con bastante energía ante la escena que estaba presenciando.
-haaaaaaaaaaaaaaaaaaa uffff esta bien, uffff pero solo un poquito ¿vale?
Dicho esto, la misma jovencita fue la que dejo un rato de tocar aquella mojada verga para empezar a bajar poco a poco su apretado jean, dejando ver el principio de su ropa interior de color negro, llegando a bajarlo hasta la mitad de sus poderosas nalgas para el deleite de aquel afortunado viejo
-solo hasta acá lo bajare
Don Mauro no perdió tiempo y al ver ese pequeño triangulo que tenía por ropa interior la nena, sabía que tenía que hacer, así que llevo su mano izquierda hacia aquel deseado lugar para empezar a sobar los alrededores a aquella ropa interior que poco a poco se encontraba mojándose más y más.
-uffff siiii señoooor mauro siga asiiiiii no pare, no ¡¡pareee!!
–amfffff slurrrrp tienes unas ricas tetas bonita, como para quedarse prendidos de ellas todo el día dejándose amamantar.
– Ahhhhyyyyy siii hágalo don, me gusta como las chupa, yo lo amamantare todo lo que quiera.
El viejo empezaba poco a poco a realizar círculos por toda la zona intima de la nena, sin duda todo lo que le había pasado el día de hoy la había estimulado bastante y sentir dos dedos estimularle el clítoris por encima de su fina ropa interior la estaban volviendo loca.
Poco a poco sus hábiles dedos se metían por debajo de aquella ropa interior que al principio fue detenido por Cielo Riveros, pero don Mauro empezó a mover sus dedos de lado a lado hasta el punto que fue la misma jovencita la que retiro sus manos y agarro con fuerza las sabanas de aquella vieja cama para dejarle total libertad al pervertido sujeto, cosa que aprovecho y suavemente empezó a meter su mano para tocarla directamente.
El aroma que emanaba la jovencita producto de la excitación era embriagante, el viejo sabia que ella estaba lista para una inminente penetración con lo lubricada que estaba, pero antes de eso sabia que tenia que llevarla a más, saco un momento su mano de aquel lugar para llevarse un par de dedos a la boca de Cielo Riveros que con gusto los recibió y los chupo como si de una verga se tratase, todo esto con los ojos cerrados ya que por mas excitada que estaba aún le daba vergüenza que la vieran haciendo esas cosas, luego de chupar por un buen rato aquellos dedos, el viejo volvió a bajar su mano para meterse nuevamente debajo de la ropa interior de la jovencita y poco a poco empezó a hurgar en aquella zona que era tan deseada por muchos hombres.
Empezó primero metiendo su dedo medio en esa cálida entrada, metiéndolo y sacándolo suavemente. Cielo Riveros por su parte se dejaba hacer con sus ojos cerrados y mordiéndose el labio inferior, sus inquietas manos no podían quedarse sujetando las sabanas, así que, en un impulso de ella, metió otra vez sus manos en el pantalón del viejo para apoderarse de aquella rígida verga y comenzar a tallarla como hasta hace unos momentos, sin previo aviso un segundo dedo del viejo empezó a entrar dentro de ella.
-Aahhhhhh…! siiiiiiiiiii…!!! Aahhh…!!! Aahhh…!!! m… me… encantaaaa…!!!
— que rica panocha tienes muchacha, se siente bastante apretado, pero con lo lubricada que estas tranquilamente podrás con mi verga muy pronto, ya verás
-uffffffffff ¡¡Don Mauro nos van a escuchar desde afuera!!
–no te preocupes por eso, hoy no es día de chequeo médico, así que nadie nos va a molestar, sigamos en lo nuestro, ¿quieres que te siga metiendo los deditos o prefieres que pase mi lengua por esa rajita?
-ahhhhhh sig…siga con sus dedos y luego dejare que me lo chupe si es lo que quiere, ahh es que sus de…dedos se sienten tan bien dentro de mí!!!!
–como quieras muchacha, pero si quieres que te siga acariciando, sácate los pantalones por completo
-ammmffff noooo, alguien puede entrar y vernos
— ¡ya te dije que hoy no vendrá nadie!, hazlo rápido o sacare mis dedos
-nooooo doooon no haga eso porfiiiis, mmm está bien lo hare
Cielo Riveros no quería dejar de sentir aquellos traviesos dedos dentro de ella así que con un rápido movimiento se deshizo de su jean y de su ropa interior botándolos a un lado del cuarto, dándole un gran espectáculo al viejo que miraba lujuriosamente a tan tremenda belleza totalmente desnuda de la mitad para abajo y lo mejor es que todo era para el solo, en un pequeño impulso de decencia Cielo Riveros agarro las sabanas y se tapo con ellas para que el viejo siguiera con su labor masturbatorio, pero ahora tapados por si alguien venia.
Don mauro aún no se creía que tenia en su cama a tan hermosa jovencita semidesnuda, sin perder tiempo unos furiosos dedos se metieron dentro de Cielo Riveros una vez mas haciendo que esta de un grito por la sorpresa y la calentura que sentía.
El horrible pervertido ahora tenia dos dedos dentro de ella entrando y saliendo con mayor rapidez a la vez que sus dedos presionaban las paredes vaginales para estimular mucho más el punto G de la jovencita, mientras que con su dedo pulgar empezaba ha presionar suavemente haciendo círculos en la zona del clítoris.
A estas alturas a Cielo Riveros ya no le importaban que los escuchen, los gemidos tranquilamente se podían escuchar desde afuera de la habitación, el trato que estaba recibiendo en su vagina era único, ni siquiera Don Rómulo había sido tan detalloso con ella en su zona intima, ahora la misma Cielo Riveros ayudaba a Don Mauro haciendo movimientos coitales con sus caderas para que el viejo llegara más al fondo de ella.
-Ahhhh…!!! siiiiii…!!! Así papiiiiiii…!!! Ohhhhh…!!! Ricoooooo…!!! Mmmmm…!!!! más adentroooo…!!! meta sus dedos más adentro ahhhhhhh!!!!
–eres una mocosa insaciable, se nota que no la pasas muy bien con tu novio, por eso tienes tanto fuego en tu interior
-ohhhhh uffff tiene razón Don Mauro, el no lo sabe hacer como usted, él no me c… ca… calientaaaaaaaaa…!!!! Ohhhh… ricooooo!!!!
–eso es por que los maduros tenemos harta experiencia en esto, sabemos dónde debemos tocar para llevar al cielo a muchachitas calenturientas como tu — decía el pervertido tipo mientras se volvía a engullir todo el pezón derecho de Cielo Riveros, dándole leves mordidas
-ufff siiiii!!! Por eso los Amo…. ¡¡Amo a los maduros!! ¡¡¡¡¡Me calientan demasiado!!!!!
–jeje ¿así que nos amas?, ¡pues demuéstramelo!
Ante esas últimas palabras, la jovencita cegada por la calentura bajo su bello rostro y literalmente le devoro la boca al afortunado pervertido, estos mantuvieron entrelazadas sus lenguas por varios minutos sin bajar la intensidad, mientras ambos se masturbaban con bastante energía, al igual que la enfermera que los miraba desde lejos que ya iba por su segunda corrida.
-Ahhhh….do…don Mauro besa muy rico!!! Ahhh don maurooo creo…creo que me voy a correr!!!!
–dale preciosa, córrete todo lo que quieras
-mas rápido!!!, mueva sus dedos mas rapidooooo!!!! — gritaba la jovencita
–dale nena, córrete, córrete mucho!!
-A…AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHH…MMMMMMMMMMMMMMM…AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH
Cielo Riveros por fin se desahogaba como debía, desde el día de ayer cuando el horrible Don Rómulo la visito, la había dejado con unas ganas tremendas y por más que se masturbaba no era lo mismo, luego de tremenda descarga, ella dejo los labios de ese horrible sujeto y se hecho aun lado de la cama exhausta pero feliz por el trato que había recibido.
PARTE V: TRAICION
Luego de la corrida mas grande de su vida, Cielo Riveros empezaba a retomar la cordura, miro su reloj y ya eran las 11, sabia que tenia que estar en casa cuanto antes, a pesar de que el viejo le había dado el mejor orgasmo, sabia que este no podría obligarla a quedarse, por lo que sin decir nada, se paró y empezó a buscar su ropa interior y su jean.
– ¿qué haces preciosa?, esto recién es el preámbulo, el plato fuerte aún está por venir
–lo siento Don Mauro, realmente me tengo que ir, ya le dije que hoy es el cumpleaños de mi novio y aun me falta cosas por hacer
-pues vaya forma la tuya de hacer tiempo he jeje
La jovencita no le respondió nada, solo trataba rápidamente de vestirse para salir del lugar antes de que el viejo se ponga problemático, pero grande fue su sorpresa al ver la pasividad de aquel vejestorio
-bueno, supongo que no hay nada que hacer, realmente le has dado una gran alegría a este viejo miserable, ¿abra la posibilidad de que me visites de nuevo pronto?
— lo pensare
– eso no me da muchas esperanzas, ¿al menos puedes ayudarme a correrme?
— mmm no lo sé, ya es tarde y tengo que irme cuanto antes
-vaaamos, yo te hice correr bastante, lo mínimo es que me devuelvas el favor, ¿no te parece?, no te tomara mucho tiempo, antes de que te vengas yo estaba a punto de correrme también
Cielo Riveros lo pensó por unos segundos, si cedía a todos los caprichos del viejo, seguramente perdería el control de la situación más adelante y no le quedaría más opción que obedecer todo lo que le digan cómo le estaba pasando con Don Rómulo, realmente le gustaba esta nueva faceta de disfrutar con personas maduras pero quería tener ella siempre controlada la situación, ahora con su cabeza mucho mas despejada luego de la tremenda corrida, decidió seguir firme en su palabra para hacer sufrir al viejo y dejarlo con las ganas.
-ya le dije que no, por favor no insista o le aseguro que ni siquiera considerare lo que me acaba de decir
–vaya la niña tiene agallas…eso me gusta
Don Mauro estaba sorprendido, el comportamiento de Cielo Riveros era algo que no le había advertido Don Rómulo, pero sin duda esa actitud le atraía bastante haciendo recordar sus años de juventud cuando le gustaba tomar algún reto con alguna mujer que parecía inalcanzable, su débil cuerpo parecía que recobraba las ganas de vivir, quería que esa nena sea suya, pero a su manera.
–sabes preciosa, no se en que lio te habrás metido con el perro de Rómulo o cual será tu tipo de relación con el, pero si alguna vez necesitas ayuda solo dame una llamada ya sea si tienes problemas con el o con cualquier tipo que te moleste, yo podre estar viejo, pero aun conozco personas que pueden hacer el trabajo sucio si fuera necesario — le dijo mientras le entregaba un papel con su número telefónico
-gracias, ¿pero por qué me dice eso?
–digamos que es mi forma de dar las gracias por revitalizar a este viejo y hacerle saber que aun esta en forma para hacer cosas muy ricas, además de que espero que con este favor consideres mucho más venir a visitarme muy pronto.
Cielo Riveros no esperaba recibir este tipo de respuesta de aquel viejo que hasta hace unos minutos solo pensaba en cogérsela, recibió el papel y lo guardo en su cartera, luego fue al baño a arreglarse y peinarse un poco, antes de retirarse escucho de nuevo al viejo para que considere visitarlo muy pronto o al menos que lo llame para que estén en comunicación, la respuesta de la bella jovencita solo fue un “gracias, lo voy a pensar estos días”, dicho esto contorneo sus caderas hasta la puerta de salida y se fue.
Apenas la bella jovencita se fue, Mauro marco el celular de Don Rómulo
— ¿qué paso Mauro? ¿Ya me despachaste a la zorrita esa?
–se acaba de ir de mi cuarto, sin duda es mucho mas bella de lo que me describiste
—jaja por supuesto y su cuerpo es mucho más rico, y dime ¿te la cogiste?
–pues no, esa niña tiene su carácter, es el tipo de mujer que me gustan
Al viejo Rómulo se le dibujo una sonrisa en su rostro, sabia que su antiguo jefe había logrado algo con ella y seguramente esto estaba grabado, además de que no se la había cogido, por lo que ese privilegio aun le correspondía a el y ahora saber que su compadre se había enamorado de ella, era la mejor noticia para su venganza.
—vaya parece que alguien ha sido flechado, pero mínimo has logrado algo con ella para la videocámara que puse ¿verdad?
–si logre un buen avance con ella y seguramente la cámara que pusiste logro capturar muy bien el momento, pero me temo que habrá un cambio de planes
— ¿cambio de planes? ¿de que estas hablando?
–esa mujer es diferente a todas las putas baratas que conozco, así que he decidido que esa mujer será mía, pero no usare tus métodos de chantaje tan bajos, lo hare a mi manera y el video que se acaba de grabar lo tendré para mi disfrute personal hasta que me vuelva a encontrar con ella.
—¿pero qué mierda estás hablando Mauro? Con ese video la podríamos tener todas las veces que quisiéramos sin necesidad de hacer alguna pendejada mas
–te acabo de decir que no es mi estilo, además que la quiero como mi mujer
—¡pero tu estas bien imbécil!, esa mocosa esta para disfrutarla y botarla nada mas
–típico de ti Rómulo, por esa razón es que nunca llegaste a ser mas en la pandilla, si no fuera porque engañaste y amenazaste a tu difunta mujer hace rato que estarías en alguna zanja llenándote de gusanos, además te recuerdo que, aunque pasen los años sigo siendo tu jefe y lo seré para siempre así que me respetas ¡pedazo de mierda!, ya que a comparación de ti yo aún tengo un nombre respetable por la zona además que conservo mis contactos y sabes muy bien cómo actúan ellos con personas insolentes como tu que no saben cuál es su lugar.
Don Rómulo se había quedado sin palabras, su horrible risa de hace unos momentos había desaparecido, todo el plan que había ideado se había derrumbado, porque Mauro se había enamorado de la bella jovencita.
–y te digo una cosa mas “compadre” Romulito, le acabo de pasar mi número a mi futura mujer y le he dicho que si alguien la molesta con gusto me avise para actuar, así que mas te vale que la lleves con cuidado a su casa y no intentes nada pedazo de lacra o ya veras como esa vieja casa que tienes será ocupado por mis muchachos, además te digo qu….
El viejo Rómulo ya no aguanto tanta humillación y le corto el teléfono, no podía creer lo que le estaba pasando, estaba seguro de que esa jovencita seria suya desde el día de hoy, pero ahora veía lejana esa posibilidad, ahora, aunque le diera mucho coraje solo le quedaba obedecer lo que Mauro le decía ya que si intentaba algo en estos momentos Cielo Riveros seguramente lo acusaría y los matones de Mauro lo botarían de su casa.
Por otra parte, Cielo Riveros ya se encontraba en la recepción, La enfermera Sofia que había sido testigo de todo lo que había pasado en el cuarto de Mauro aun se encontraba sorprendida, se moría de ganas por preguntarle muchas cosas, pero la vio bastante apresurada por irse.
–ojalá que su reunión con Mauro haya sido satisfactoria — le dijo con algo de malicia y doble sentido, afortunadamente para ella Cielo Riveros no entendía la indirecta
-si, todo resulto con normalidad
–sabes, últimamente el número de ancianos a crecido bastante y si te interesa podrías ayudarnos como un personal de apoyo, la paga no es mucha, pero como me dijiste que estabas en la universidad, este tipo de actos ayudan mucho en el curriculum una vez termines la carrera, toma, acá esta mi número, si te interesa por favor mándame un mensaje.
- Sofía, muchas gracias, tendré it.
Cuando Cielo Riveros salió del lugar ya estaba Don Rómulo espera con un querido de pocos amigos, si sufría el carro y se fueron rumbo a su casa, al principio la hermosa jovencita pensó que el viejo la haría pasar nueva por todas aquellas exposiciones, pero grande fue su sorpresa al notar que apenas palas palas riiras sin duda le había pasado algo al pervertido sospechaba la jovencita, pero no tenía ganas de averigar que era, ahora solo su mente esta enfocada en tener todo preparado para la fiesta de su novio.
Al llegar a la casa, el viejo se despidió de Cielo Riveros de un modo totalmente cortante y se dirigió a su casa, no sin antes dale una última vista al tremendo cuerpo que se manejaba la muchacha y que casi había sentido suyo.
Mientras Don Rómulo caminaba en dirección a su casa hacia memoria de todo lo que había experimentado con la jovencita estos últimos días.
–vaya si que la he pasado bien con esa zorrita, a estas alturas de mi vida ya no me importa nada, será un gusto jugarme mi hogar y mi integridad física con tal de llevarte a la cama y hacerte mía jeje — decía el viejo para si mismo mientras pensaba en alguna nueva manera de tener a la jovencita para el solo